La Patagonia argentina ofrece a los visitantes paisajes paradisíacos. En la provincia más austral del planeta comienza un viaje hacia el “Fin del Mundo”. Allí, la Península Mitre, en Tierra del Fuego, es el verdadero comienzo de la travesía turística y uno de los lugares con más oxígeno del planeta. Por su parte, Isla de los Estados, donde se ubica el faro del fin del mundo (Julio Verne), ofrecen una experiencia única para hacer turismo en un lugar donde casi no hay contaminación y con poca llegada del hombre.
Península Mitre, en Tierra del Fuego, alberga uno de los ecosistemas marinos más productivos del planeta, para cuya conservación se impulsó una petición que ya juntó más de 190.000 firmas y se desarrolló un juego que invita a conocer la amenazas a uno de los lugares más prístinos de la Tierra.
En este sentido, y con el objetivo de conocer más sobre el mar austral y sus bosques de macroalgas, “Sin Azul No Hay Verde”, el programa marino de la Fundación Rewilding Argentina, realizó la primera expedición científica con investigadores y buzos argentinos a Península Mitre, ubicada en el extremo suroriental de la Isla Grande Tierra del Fuego.
“Hasta entonces los estudios sobre esta región eran muy escasos, especialmente en relación a los bosques de macroalgas y su contribución a la regulación climática global”, sostiene un comunicado de la Fundación.
Los bosques de macroalgas son las selvas del mar y estas algas gigantes “son responsables de capturar carbono y liberar oxígeno proporcionando gran parte del oxígeno que respiramos”, agrega.
“A nivel global son uno de los ecosistemas más productivos y se estima que almacenan 173 millones de toneladas de carbono anualmente, el doble de lo almacenado en todo el Amazonas”, añade el comunicado.
La expedición a la Península Mitre reveló que la Argentina cuenta con la oportunidad de salvar uno de los últimos refugios de algas kelp del planeta.
Se conoció que “casi el 50% de todos los bosques de Macrocystis Pyrifera de Argentina se encuentran en Península Mitre e Isla de los Estados”.
También se comprobó que la abundancia de algas gigantes, erizos de mar y estrellas de mar alrededor de Tierra del Fuego no han cambiado en más de 45 años, posicionando a los bosques de algas de la punta extrema de América del Sur entre los más prístinos de la Tierra.
Por su parte, la Isla de los Estados ofrece el único lugar en Argentina con fiordos, estrechas entradas costeras de mar formadas por la inundación de un valle excavado o parcialmente tallado por acción de glaciaresas paredes escarpadas, que caen directo en el mar. Visitar la isla es un privilegio para pocos. Una pequeña colonia de pingüinos Rey, Petreles y Albatros hacen de esta Isla su hogar.
Durante la navegación se pueden ver delfines, pingüinos, lobos marinos y con un poco de suerte, ballenas y orcas. Visitar una réplica del famoso faro de Jules Verne y estampar nuestro diario de viajes o pasaporte con el mítico sello del faro es una obligación que nadie debe omitir, además de ver los restos de la fallida prisión y caminar por sus mullidos terrenos de turba que hacen de esta visita una experiencia inolvidable.
La isla de los Estados está ubicada en el océano Atlántico Sur al este de la península Mitre de la isla Grande de Tierra del Fuego, de la cual está separada por los 24 km del estrecho de Le Maire. En 2016 fue declarada como reserva natural silvestre para cumplir con el compromiso de aumentar las áreas protegidas del país.
Esta reserva protege el archipiélago conformado por la isla que da nombre al área protegida y varias islas e islotes más pequeños, conjunto que pueden considerarse el extremo de la cordillera fueguina. Exhibe un paisaje único, con profundos fiordos de bordes abruptos y pequeñas playas de piedra que preceden a las turberas y a los densos bosques que cubren gran parte de la isla principal.
Especies como el guindo y el canelo contrastan con los pastizales costeros de pasto tussok, representativo del ecosistema de pastizal de Islas del Atlántico Sur.
Entre la fauna se destacan lobos marinos de uno y dos pelos, el ratón de los guindales y un elenco de aves como el carancho austral, el cormorán real, cauquenes y dos especies de pato vapor.
Constituye la principal área de reproducción mundial del pingüino de penacho amarillo. En el mar cercano es posible ver toninas overas, orcas, cachalotes y algunas especies de ballena.
La isla, con una rica historia, fue un sitio visitado por los grupos canoeros originarios de la región. Fue el comandante Luis Piedrabuena quien sentó la soberanía nacional en el archipiélago.
SEGUIR LEYENDO: