Subvariante y más contagios: qué tan cerca está Europa de dar un paso atrás en la lucha contra la pandemia

La mutación “AY.4.2″ de Delta está en “vigilancia” en el Reino Unido, mientras Francia reconoce que la epidemia comienza a recuperar terreno. ¿Un anticipo al regreso de las restricciones?

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Los contagios aumentan rápidamente. Una subvariante, el invierno y el miedo a nuevos encierros
Los contagios aumentan rápidamente. Una subvariante, el invierno y el miedo a nuevos encierros

¿Hay un plan B frente a posibles rebrotes del coronavirus en Europa? Cuando comienza a hacerse visible aumentos de contagios, aunque a diferentes velocidades, varios expertos europeos predicen que podría haber una “tormenta perfecta” si no se apuntalan las medidas para controlar el virus con el comienzo de la temporada de frío.

Este invierno, en el hemisferio norte, a medida que crecen las infecciones por COVID-19, justo cuando los niveles de inmunidad comienzan a disminuir para las personas mayores y clínicamente vulnerables, las advertencias se multiplican.

Incluso, si bien aún no hay indicios de que la subvariante, designada AY.4.2 en el Reino Unido, será la “próxima en reemplazar a Delta”, la vigilancia sobre la evolución del SARS-CoV-2 está en el radar de observación de las autoridades sanitarias europeas. El martes, el país casi supera el umbral de 50.000 contagios, mientras que ayer reportó el mayor número de fallecidos desde el 9 de marzo, 223 muertes.

La mutación de Delta, que el Gobierno británico confirmó este martes que “sigue muy de cerca”, representó aproximadamente el 6% de todas las secuencias generadas la semana pasada, dijo la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido. Su prevalencia, agregaron, está aumentando rápidamente, pero no tan rápido como lo hizo la primera Delta tras pasar de India a este país a principio de 2021.

En este escenario, Francia también monitorea la evolución del virus. “La epidemia vuelve a ganar terreno. Hay una muy leve recuperación, lo que requiere estar atentos”, dijo a medios franceses el vocero del gobierno de Gabriel Attal. Pero “es demasiado pronto” para hablar de una quinta ola, aseguró.

Según los registros oficiales, la incidencia de contagios en los últimos 7 días ascendió un 11%, aunque un 23% en los mayores de 60 años, lo que proyecta posibles derivaciones hospitalarias, si esta evolución sigue este curso ascendente.

En España, la tendencia desde finales del pasado mes de julio es a la baja. Semana a semana, las infecciones han ido bajando y la ocupación hospitalaria ha vuelto a situarse en niveles habituales. Pero, a pesar de un porcentaje actual de vacunación que asciende ya al 88% de la población mayor de 12 años, las cifras actuales estarían indicando un cambio de dirección del virus.

Por primera vez desde el pasado mes de julio, la incidencia acumulada a 14 días subió 0,3 décimas el pasado viernes. Según los datos del Ministerio de Sanidad, el lunes último se incrementó 1,6 décimas más (hasta 42,51), aunque el día de ayer bajó de nuevo levemente (0,6 décimas, hasta 41,90).

En Alemania las advertencias llegaron en un documento a las autoridades socialdemócratas, verdes y liberales, que negocian la formación de un gobierno que suplante a Angela Merkel. El diario “BILD” reveló una carta de tres páginas donde el ministro de Salud, Jens Spahn, aconseja cómo mantener las medidas de protección para evitar otra ola.

La prensa alemana revela una carta de tres páginas donde el ministro de Salud, Jens Spahn,  aconseja cómo mantener las medidas de protección para evitar otra ola
La prensa alemana revela una carta de tres páginas donde el ministro de Salud, Jens Spahn, aconseja cómo mantener las medidas de protección para evitar otra ola

La incidencia de 7 días en Alemania aumentó por séptimo día consecutivo. El Instituto Robert Koch (RKI) dio el valor de nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes y semana por la mañana como 80,4. Los contagios llegaron ayer a 17.015, un salto significativo frente a los últimos registros.

¿Quién se esta contagiando?

Para algunos expertos el Reino Unido es un anticipo de la situación epidemiológica. El análisis de sus datos puede determinar el alcance de nuevos brotes, pero especialmente las poblaciones adultas y con comorbilidades que puedan estar en “primera línea” comprometidas.

Una semana atrás, la Oficina de Estadísticas Nacionales estimaba que una de cada 60 personas en Inglaterra tenía el virus, una de las tasas más altas desde que comenzó la pandemia. Y mientras las altas cifras se atribuían entre los escolares, por el retorno a clases, ahora alcanza a los que tienen entre 30 y 40 años.

Sin restricciones, como el uso del barbijo o vedas en los interiores, Stephen Griffin, presidente de la División de Virus de la Sociedad de Microbiología en la Universidad de Leeds, adelantó que la falta de medidas significa que es probable que los casos se propaguen a las personas mayores y clínicamente vulnerables.

Aunque casi el 80% de las personas elegibles para vacunarse están inmunizadas, los estudios han sugerido que la protección de las vacunas disminuye gradualmente con el tiempo.

Neil Ferguson, miembro del Grupo Asesor Científico para Emergencias (SAGE) del gobierno de Boris Johnson, además ya avisó que un factor que influye en el alto número de casos del Reino Unido es que se ha basado en gran medida en la vacuna AstraZeneca.

Para Neil Ferguson, uno de los expertos británicos mas reconocidos, si bien AstraZeneca "protege muy bien contra resultados muy severos de COVID, protege un poco menos que Pfizer contra la infección y la transmisión, particularmente frente a la variante Delta”
Para Neil Ferguson, uno de los expertos británicos mas reconocidos, si bien AstraZeneca "protege muy bien contra resultados muy severos de COVID, protege un poco menos que Pfizer contra la infección y la transmisión, particularmente frente a la variante Delta”

“Si bien eso protege muy bien contra resultados muy severos de COVID, protege un poco menos que Pfizer contra la infección y la transmisión, particularmente frente a la variante Delta”, añadió Ferguson.

En tanto, Griffin, reporta la prensa británica, señala que la combinación de casos en aumento durante el período invernal en un momento en que es probable que disminuya la protección contra las vacunas crearía la “tormenta perfecta”.

Una subvariante en vigilancia

Se está monitoreando otro linaje de Delta, pero aún no se puede estimar si cambiará el rumbo de la epidemia en Inglaterra, dijo el jefe del Grupo de Vacunas de Oxford, Andrew Pollard.

La subvariante, designada como AY.4.2, representa aproximadamente el 6% de todas las secuencias generadas la semana pasada, dijo la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido. Algunas otras estimaciones, como fuentes que menciona el diario “Financial Times”, la eleva a 10 puntos porcentuales.

Sin embargo, no ha sido etiquetado como “bajo investigación” ni como “variante preocupante”.

Pollard sostuvo a la BBC: “El descubrimiento de nuevas variantes es, por supuesto, importante de monitorear, pero no indica que esa nueva variante vaya a ser la próxima en reemplazar a Delta”.

“De hecho, incluso si lo hace, Delta es increíblemente buena transmitiendo en una población vacunada y una nueva puede ser un poco mejor, pero es poco probable que cambie drásticamente la imagen de donde estamos hoy”.

Mientras tanto, casi cuatro millones de personas ya han sido alcanzadas por una tercera dosis. Cifras que las autoridades buscan acelerar en las próximas cuatro semanas, según indican las previsiones del sistema nacional de salud (NHS).

Israel, otro caso de estudio para los científicos, pudo con la vuelta a ciertas medidas de restricción, sumando la aplicación de dosis de refuerzo, controlar una ola que llevó al país al borde de una situación más dura que los primeros brotes del coronavirus.

Con un dosis de refuerzo y restricciones, como el pase sanitario, Israel parece estar controlando una ola que llevó al país al borde de una situación más dura que los primeros brotes del coronavirus
Con un dosis de refuerzo y restricciones, como el pase sanitario, Israel parece estar controlando una ola que llevó al país al borde de una situación más dura que los primeros brotes del coronavirus

Una dosis de refuerzo de Pfizer produjo 50 veces más anticuerpos neutralizantes en los trabajadores de la salud israelíes que recibieron la inyección ocho meses después de su segunda dosis, según mostró un nuevo estudio.

El informe, publicado el miércoles en Lancet Microbe por Esther Saiag, subdirectora de Operaciones de Información en el Centro Médico Sourasky de Tel Aviv, y su colega el David Bomve, examinó el efecto de la tercera dosis en 346 empleados sanos del hospital.

Estos estudios, más las decisiones que puedan tomar en las últimas horas las agencias reguladoras de medicamentos sobre la aplicación de refuerzo, podrían ser la nueva hoja de ruta de los gobiernos del hemisferio norte, para contener un virus que muchos daban en retirada.

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