¿Por qué una laguna lejana al mar tiene agua salada? Esto es lo que hace única en Argentina a la Laguna de Mar Chiquita o Mar de Ansenuza, en el noreste de la provincia de Córdoba. La causa es que la sal no se evapora, sólo lo hace el agua que llega desde los tres ríos que la alimentan por lo que se acumula en el fondo y, como consecuencia, se comporta como un mar interior, de ahí su nombre.
Esta no es la única particularidad de Mar Chiquita, la otra es la diversidad y abundancia de aves, sobre todo migratorias, que la tienen como epicentro. Ellas sobresalen entre las múltiples especies animales y vegetales que hacen de este ecosistema un lugar a ser protegido de manera especial.
En esa línea, se está llevando adelante el proyecto para designarla nueva área protegida nacional con el nombre de Parque Nacional Ansenuza. El objetivo es preservar el humedal de la laguna Mar Chiquita y los bañados del río Dulce con la biodiversidad que alberga.
El futuro Parque Nacional Ansenuza concentra la mayoría de las especies de aves migratorias y playeras de Argentina, lo que lo hace uno de los sitios más importantes para la conservación de las aves del centro del país y de especies migratorias de Sudamérica. El papel de estas últimas es particularmente importante en el medio ambiente y en lo cultural, a tal punto que tienen su día internacional.
El segundo sábado de octubre se celebra el Día Mundial de las Aves Migratorias con el objetivo de recordar y revalorar el rol vital que cumplen en el equilibrio del medio ambiente de todo el planeta y en evitar la propagación de plagas, entre otras cuestiones para las que son relevantes las aves, como el turismo y la cultura. En tal sentido, cobra especial relevancia la creación de un parque nacional que las tenga como protagonistas.
Del medio millón de aves que se estima se concentran en la laguna de Mar Chiquita, el falaropo común, el chorlito pecho canela, la garcita azulada y el chorlo pampa son algunas de las especies típicas. Aun así, son apenas una muestra de las más de trescientas que visitan o viven en la zona.
No obstante, son los flamencos los que se destacan por sobre todas las demás. Esta ave tan singular es la protagonista emblemática de postales y fotografías por su particular color y forma anatómica.
En el futuro Parque Nacional Ansenuza se pueden encontrar las tres especies de flamencos que habitan en Sudamérica, de las seis que existen en el mundo. Una más linda que la otra, el flamenco austral es la especie más abundante y se la encuentra durante todo el año. De hecho, en la región se concentraría más de la mitad de la población global de esta variedad.
Un flamenco austral adulto puede llegar a medir un metro, tiene patas largas y un característico pico curvo, adaptados para encontrar alimento en la laguna. Si bien nace con plumas grisáceas, marrones o blancas, estas se tornan en un rosa típico debido a las algas y crustáceos con los que se alimentan.
Las otras dos especies son el flamenco andino o parina grande y el flamenco de James o parina chica. Ambos llegan a la zona en invierno, cuando abandonan sus áreas de cría en las lagunas andinas ubicadas en la puna argentina, chilena, boliviana y peruana.
Este enorme humedal de Mar Chiquita es la mayor superficie lacustre de Argentina. Asimismo, es el mayor lago salado de América, el quinto en el mundo y es considerado un espacio clave para la conservación de la biodiversidad a nivel global. Por todo ello, es un punto de gran atractivo turístico en el centro del país.