COVID-19: Francia extiende el pase de salud a los adolescentes de 12 a 17 años

Exigido en la mayoría de los lugares públicos, el uso del código QR podría mantenerse durante varios meses ante el riesgo de una reanudación de la epidemia del coronavirus

Desde este jueves los niños entre 12 y 18 años deberán presentar el pase sanitario para ingresar a la mayoría de los lugares en Francia

A pesar de una caída en los casos y pacientes hospitalizados por COVID-19, Francia ha decidido mantener la vigilancia frente a la pandemia del coronavirus. A partir de este jueves, los jóvenes de 12 a 17 años deberán, al igual que los mayores, presentar un pase de salud para acceder a multitud de lugares y actividades.

Incorporados al sistema “TousAntiCovid” ahora les será requerido el pase sanitario en la entrada de bares, restaurantes, discotecas, parques de atracciones, zoológicos, festivales, polideportivos, museos, cines, transporte de larga distancia y piscinas. Los adultos ya se han visto obligados a hacerlo durante los últimos dos meses.

Como las personas mayores, los niños tendrán que presentar periódicamente este documento en forma de código QR, que certifique que han sido vacunados contra el COVID-19, o que han realizado recientemente una prueba negativa, o que ya han contraído la enfermedad y, por tanto, se asume están inmunes.

La decisión de sumarlos se incorpora cuando más de 7 de cada 10 adolescentes han recibido al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19 y casi el 64% de ellos tiene un calendario de vacunación completo. Sin embargo, después de un gran comienzo, la vacunación de los adolescentes, como en el resto de los grupos etarios, se está desacelerando.

En ese contexto, el uso del código QR podría mantenerse durante varios meses ante el riesgo de una reanudación de la epidemia, dijo el miércoles el portavoz del gobierno.

El uso del código QR podría mantenerse durante varios meses ante el riesgo de una reanudación de la epidemia, dijo el miércoles el portavoz del gobierno

Si bien se suponía que el pase de salud terminaría el 15 de noviembre, el proyecto de ley del gobierno para combatir la epidemia prevé prolongar la herramienta “hasta el verano” de 2022, adelanto Gabriel Attal, el vocero del Palacio de los Elíseos, luego de finalizar el Consejo de Ministros.

Para prolongar el “pasaporte COVID”, el texto debatido en el Consejo de Estado, deberá ahora ser presentado en dos semanas en el Consejo de Ministros y luego debatido en el Parlamento.

Los franceses, sin embargo, están cansados del pase de salud. Si bien el 61% de ellos aún lo aprueba, es 6 puntos menos que a principios de septiembre, según un sondeo de Odoxa-Backbone Consulting. El 56% acepta la idea de una extensión más allá del 15 de noviembre. Una cifra decreciente mientras el gobierno quiere “mantener la posibilidad de recurrir” a este sistema, que es una vigilancia orientada a evitar un invierno con rebrotes.

El gobierno de Emmanuel Macron busca manejarse con cautela. Incluso saben que el tema de exigir controles sobre los niños y adolescentes es un tema sensible para la sociedad. Es por eso, que ha intentado acelerar el ritmo mediante la organización de campañas de vacunación en las escuelas intermedias y secundarias al comienzo del año escolar.

Hasta ahora, los adolescentes habían escapado al sistema de ingresos debido al retraso en la campaña de vacunación. De hecho, las autoridades sanitarias sólo han permitido que jóvenes de 12 a 17 años desde junio reciban una vacuna anti COVID-19: primero la de Pfizer-BioNTech, luego se unió el desarrollo de Moderna.

Las manifestaciones en contra del pase de salud pueden hacer foco en esta inclusión de adolescentes

Además el gobierno ha sido cuidadoso. Es sólo a partir de los 12 años y dos meses que se debe presentar el pase. Esto prevé que un niño de 12 años recién cumplidos, tenga espacio suficiente para inmunizarse y tenga el derecho. Otro punto es que, si bien los testeos dejarán de ser gratuitos para los adultos, seguirán siéndolo sin cargo para los menores. Se fomentará, como en el resto de Europa, los testeos antigénicos nasales no invasivos, para un rastrillaje permanente.

Las manifestaciones en contra del pase de salud pueden hacer foco en esta inclusión. La vacunación de menores sigue siendo, en cualquier caso, un tema de debates científico. El muy bajo riesgo de desarrollar una forma grave de COVID-19, cuestiona la posibilidad de “pincharlos”.

No obstante, los que apoyan la medida se orientan hacia un interés colectivo. Al estar vacunados, de acuerdo a los expertos, los jóvenes ayudan a frenar la propagación del virus en la comunidad y limitar la congestión en los hospitales. Otros recuerdan, que si bien en menor medida, si contraen la enfermedad, la inmunización en la esfera individual, puede significar no desarrollar secuelas, llamadas Covid Largas

En ese sentido, el Consejo Nacional de Pediatría Profesional de Francia se manifestó a favor de vacunar a los adolescentes contra el COVID-19. El balance beneficio-riesgo se considera “favorable hasta la fecha” dado el mayor contagio de la variante Delta, escribió en un comunicado de prensa, pero también dado el aumento en la proporción de adolescentes y adultos jóvenes infectados.

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