Cocina intercultural: dos restaurantes porteños se unieron para dar forma a un evento gastronómico excepcional

Fayer, el templo de comida argentina e israelí contemporánea con sede en Buenos Aires y Madrid, junto a Na Num, el restaurante de cocina coreana poco convencional de la reconocida chef Marina Lis Ra, fueron los protagonistas de una noche a puro sabor en el corazón del barrio de Palermo

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Con su potencia de aromas, sabores y colores, la cocina coreana cruzó las barreras del barrio de Flores y echó raíces en otros rincones de la ciudad
Con su potencia de aromas, sabores y colores, la cocina coreana cruzó las barreras del barrio de Flores y echó raíces en otros rincones de la ciudad

Fayer, el restaurante de cocina argentina e israelí contemporánea con sede en Buenos Aires y en Madrid, y Na Num, el restaurante de cocina coreana poco convencional de Marina Lis Ra, se unieron para dar forma a un evento gastronómico excepcional. El Día de la Primavera fue el marco de una noche a puro sabor en el corazón de Palermo que tuvo como protagonistas a algunos de los cocineros jóvenes más reconocidos de la escena gastronómica actual.

Hummus de girasol y levadura con kimchi de baechu asado, pastrón de marucha con gochujang a la parrilla y flan con crema de dulce de leche y miso. El que sabe de gastronomía reconocerá en estas singulares propuestas gastronómicas dos grandes expresiones culturales. Por un lado, la israelí y por el otro, la coreana. “Lo que hicimos fue una interpretación de ambas cocinas, una colaboración entre dos culturas gastronómicas emprendedoras. Los vinos de Bodega Del Fin Del Mundo acompañaron a la perfección”, sostuvo en diálogo con este medio Pitashny, economista y socio de Fayer.

Hace tiempo que la cocina asiática forma parte de la diversa oferta gastronómica de la Ciudad de Buenos Aires. Las más populares son la japonesa y la china, sin embargo la comida coreana suma cada vez más adeptos. Hasta hace unos años solo se podía degustar este tipo en los barrios de Flores o Floresta, donde reside la mayor parte de la colectividad coreana. Pero la oferta se expandió a polos gastronómicos de los barrios de Palermo o Chacarita, que sumaron propuestas de hansik, como se llama a este estilo de comida en idioma coreano.

Sin embargo, no fue una carrera rápida la del kimchi, un fermento a base de coles y plato nacional de Corea, y su popularidad en Buenos Aires. Lis, argentina de ascendencia coreana, fue una de las que no hace mucho se animó a presentar una interpretación propia de esta gastronomía en nuestro país. En Na Num, la cocinera deleita a los comensales con deliciosos platos con raíces coreanas pero no convencionales.

Fayer fue elegido por Condé Nast Traveller cómo uno de los mejores 10 restaurantes del mundo que abrieron sus puertas durante el último año
Fayer fue elegido por Condé Nast Traveller cómo uno de los mejores 10 restaurantes del mundo que abrieron sus puertas durante el último año

Mientras que la presencia de la cocina coreana en la Ciudad crece a pasos agigantados, en la oferta gastronómica de Buenos Aires, la cocina israelí también es protagonista. Los argentinos, de exigente paladar y grandes exploradores de nuevos restaurantes, son devotos de ir a probar platos de autor a las auténticas cocinas judías que recrean las recetas de sus abuelas.

Fayer, elegido por Condé Nast Traveller cómo uno de los mejores 10 restaurantes del mundo que abrieron sus puertas durante el último año, emplea la fusión entre la parrilla argentina para unir la gastronomía mediterránea de Israel, llena de variedades de vegetales, carnes y pescados. El fuego es el eje central del restaurante que abrió sus puertas en 2017 sobre la coqueta avenida Cerviño.

Entre el menú se destacan platos de autor, en los que convergen productos y materia prima de la más alta calidad, como la carne de pastura orgánica, la pesca del día y los vegetales de estación de productores locales. “Nos obsesiona la calidad de los productos y su origen”, afirmaron en una entrevista con este medio sus fundadores. Este concepto y sus inigualables sabores atrajeron a los comensales más exquisitos.

El flan con crema de dulce de leche y miso, quinoa roja y tomillo, uno de los platos estrella de la velada
El flan con crema de dulce de leche y miso, quinoa roja y tomillo, uno de los platos estrella de la velada

Tal fue el éxito de Buenos Aires que, dos años más tarde, en 2019, el restaurante desembarcó en Europa, sobre la elegante calle Orfila en el centro de Madrid. El espacio abrió sus puertas el 9 de marzo de 2020, pero sus dueños se vieron obligados a cerrar por la cuarentena obligatoria que se declararó en España. Luego, en junio de ese año, reabrieron y los mismos vecinos lo bautizaron como “el restaurante más efímero de todos los tiempos”.

Ambas cocinas están lideradas por el chef Mariano Muñoz, un gran especialista de las recetas israelíes tradicionales y un amante, como buen argentino, de la parrilla. El resultado de esta fusión es una propuesta diferente, fresca, exótica y muy mediterránea a la que se suman los inconfundibles cortes de carne argentina.

Orgullosos de haber apostado al Viejo Continente, las buenas noticias continuaron: la revista Condé Nast los eligió entre los 21 mejores restaurantes de Madrid. “Este reconocimiento llegó en un momento muy especial, ya que abrimos cinco días antes de que se decretara el confinamiento total en España. Desde entonces, pusimos en marcha un servicio de comida a domicilio, y hoy operamos con una excelente recepción”, compartieron. Tras celebrar festejos como el Año Nuevo Judío le dieron más protagonismo a la coctelería en la zona de la barra, donde también se puede comer de manera informal.

La cocina israelí es una de las más fascinantes del mundo de la gastronomía
La cocina israelí es una de las más fascinantes del mundo de la gastronomía

Dentro de los platos que hacen referencia a la cocina isrealí se destacan el hummus clásico; el falafel servido con salsa tahina y lebaneh; el lajmayin, una masa fina al horno con ternera especiada, tomate y tamarindos. En la parrilla, ofrecen cortes argentinos como el ojo de bife con chimichurri levantino o la entraña con salsa criolla y, también, la molleja ahumada con ras el hanout. Y por último, la baklava, un postre representativo de la gastronomía israelí hecho con láminas de masa filo rellenas con crema pastelera y frutos secos, es sin dudas la estrella dulce.

Y como todos los emprendedores con proyectos de llevar lo mejor de la gastronomía nacional al mundo, sus fundadores tienen planes de seguir expandiendo Fayer. “En un momento pensamos en Ámsterdam, Berlín, Londres y París, pero nos interesan mucho lugares de Asia, como Seúl y Tokio, donde pretendemos desembarcar con nuestro proyecto pronto”, concluyeron.

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