Argentina es extensa y generosa, y entre las opciones, recorrer las cercanías de las fronteras podría ser una elección inusual pero llena de aventuras y de relax. El viajero sólo tiene que elegir dónde parar y disfrutar. En muchos lugares, al contacto con la naturaleza se le suma el crisol cultural e histórico, lo que los hace perfectos para hacer escapadas de fin de semana.
En la frontera oeste, la geografía hermana al país con Chile, desde el sur con la Patagonia infinita, hasta encontrarse con Bolivia, a través de las provincias de Salta y Jujuy.
La Cueva de las Manos, principal recurso arqueológico de la provincia de Santa Cruz, por ejemplo, es uno de los puntos estratégicos para visitar bien al sur. Permite conocer la prehistoria a través de pinturas rupestres de 9.300 años de antigüedad y entender cómo vivían los primeros cazadores y recolectores de la Patagonia.
En la provincia de Río Negro está la mundialmente conocida Bariloche y sus alrededores paradisíacos. Con propuestas para cualquier época del año, la zona se destaca por los deportes de invierno y por el trekking y el senderismo en verano, a lo que se le suma una gran propuesta gastronómica.
San Martín de los Andes, Junín de los Andes y Villa La Angostura son los clásicos de Neuquén. No obstante, la provincia ofrece otros destinos especiales para visitas cortas al pie de los Andes patagónicos como Villa Pehuenia, Copahue, Ruta del Pehuén, Aluminé o el Chocón.
En la zona de cuyo, el abanico se abre a las tres provincias que la integran. Si el punto de partida es la bella ciudad de Mendoza, el Valle de Uco, en tanto, despliega variadas opciones para disfrutar de frutales y hierbas aromáticas, junto a extensos viñedos y alamedas. En el Cerro Tupungato se pueden hacer cabalgatas en la alta montaña, pesca y ciclismo de montaña, mientras que el río Tunuyán permite hacer rafting, kayak o doky.
San Luis es otro bello destino cuyano donde se puede practicar el turismo de aventura y ecológico, yendo más allá de los destinos clásicos como lo son su capital y Villa de Merlo. El Parque Nacional Sierra de las Quijadas, el Salto de la Moneda, la Mina de los Cóndores, las Terrazas del Portezuelo o el Dique de Nogolí, entre otros, ofrecen pequeños tesoros donde hacer visitas cortas en esta provincia.
Para cerrar el viaje cuyano, la provincia de San Juan es el lugar ideal para los fanáticos de los deportes de aventura. Senderismo y trekking en la precordillera, paracaidismo en Pocito, parapente en el cerro Tres Marías, kayak en los diques de Ullum y Punta Negra, por decir algunas opciones para recomendar.
También en San Juan, se puede acampar en Barreal, una pequeña villa turística al pie del cordón precordillerano de Ansilta que dispone de cabañas, hosterías y camping. A 40 kilómetros de allí hay que conocer Pampa del Leoncito y hacer carrovelismo en una de las mejores pistas del mundo. Por la misma zona está el dique Cuesta del Viento, la meca sanjuanina del windsurf, cerca del Paso de Agua Negra que une Argentina con Chile.
Pero los márgenes de Argentina son extensos y generosos en cultura, historia y naturaleza. Y no es la excepción lo que ofrecen las provincias de Entre Ríos y Corrientes, por poner el foco en algunos de los destinos de la frontera este, pegada a Uruguay y Brasil.
En Entre Ríos se encuentra una opción diferente a la de cualquier otro punto del país, el recorrido por las aldeas de alemanes del Volga. Son ciudades que desbordan riqueza cultural y rural con muchas opciones para visitar, comer o simplemente estar. Diamante, Valle María, Aldea Brasilera, son solo algunas de las opciones para visitas cortas.
Por otra parte, el chamamé es, sin lugar a dudas, un representante musical icónico del sincretismo cultural del litoral argentino, pues se nutre de raíces europeas e indígenas. Su música atraviesa cualquier recorrido que se quiera hacer en la provincia de Corrientes. Si al plan se le agrega un fin de semana de pesca y relax, sus ríos y amplias costas son una alternativa interesante.
Excursiones de pesca deportiva, travesías en kayak desde el puerto Juli Cué, o safaris por el humedal del Iberá con avistaje de la flora y la fauna local, podrían fácilmente sobrepasar las expectativas de quien llega a la provincia para conocerla. Allí se pueden elegir, o sumar, cabalgatas de día o navegar los esteros de noche.
Argentina es un país para quedarse, pero también es un espacio de experiencias infinitas para visitar rápido pero intensamente cerca de las fronteras.