Cuando hablamos de las problemáticas sexuales masculinas más frecuentes, por lo general, nos referimos a los asuntos que circulan alrededor de estos tres temas:
- Tamaño
- Erección
- Eyaculación
Esto no es casual. El modelo sexual actual está atravesado por el coitocentrismo (es decir, la tendencia a centrar la actividad sexual en la penetración) y, de la mano del coitocentrismo, viene el penecentrismo. Se genera entonces una enorme presión sobre el pene que se traduce en ansiedad en torno al rendimiento físico. Esto afecta tanto la performance como las inseguridades respecto de la forma y el tamaño.
De la mano de la pornografía, la falta de educación sexual y de ciertos mensajes que circulan a nivel social, tenemos una idea distorsionada sobre el cuerpo y su funcionamiento. Esta dificultad para comprender y reconocer la lógica de la respuesta sexual hace crecer las dudas y las inseguridades.
Para darles un ejemplo, el 90% de las consultas médicas que son por disconformidad sobre el tamaño se resuelven al explicar que el promedio del pene va desde los 9 a los 16cm en estado de erección. Sin embargo, el consumo de pornografía genera tal distorsión entre los más jóvenes, que muchos consultan angustiados y con miedo a tener un encuentro sexual, por no sentirse satisfechos con su cuerpo.
Las propias inseguridades suelen verse magnificadas por las burlas o comentarios negativos que pueden suceder en los vestuarios o de parte de parejas sexuales, que generan vivencias traumáticas y desencadenan en consultas médicas por posibles “agrandamientos”. Existe una industria que lucra con las inseguridades y un modelo social sexual basado en la idea de un pene enorme como garantía de éxito, pero esto no tiene fundamento alguno.
La oferta de técnicas, aparatos y cirugías que pueden hacerse los hombres en su pene no sólo son una pérdida de tiempo y dinero, sino que ponen en riesgo la salud. No hay ninguna técnica ni tratamiento comprobado que sirva para agrandar el pene. Esas promesas no generan ningún cambio real, como mucho es una hinchazón momentánea producto de la manipulación que se realiza. Es importante hablar de este tema para poder prevenir porque lo complejo de esto es que genera una sensación de que “no podés”.
No soluciona el malestar respecto de la imagen corporal, y encima te pone en una guerra contra tu cuerpo, que estás destinado a perder. Además, insisto, podés lesionarte. Frente a la presión social y la desinformación, el único camino es entender el propio cuerpo y trabajar para sentirse bien con uno mismo. Y en la práctica, hay posiciones más adecuadas que otras para dar y recibir placer según la forma y el tamaño de cada pene.
La erección es un fenómeno fisiológico sensible a la ansiedad y la presión. También depende de la edad y los hábitos de salud. Sin embargo, cada vez son más los jóvenes que presentan cuestiones en torno a la erección que están relacionadas con problemas psicológicos y vinculares, principalmente en relación a la ansiedad de desempeño. Por eso es importante distinguir si la dificultad sucede al momento de un encuentro sexual o se presenta en todas las situaciones. En caso de que la pérdida de la erección suceda tanto en las erecciones espontáneas, como en la masturbación y en los encuentros sexuales es importante acudir a un urólogo o médico clínico para realizar la consulta correspondiente.
Por último, una de las principales consultas en todas las edades, pero principalmente entre los jóvenes, es la disconformidad respecto del tiempo de eyaculación. Existe una expectativa desmedida por “durar”, una fuerte ansiedad en torno a la penetración y una desconexión con las sensaciones genitales que genera dificultades en el reconocimiento y el control de la eyaculación. Mucho de este malestar se trabaja brindando la información adecuada, trabajando la ansiedad, desarrollando hábitos saludables y una mejor conexión con nuestro cuerpo y con el otro. También lo podemos trabajar en terapia sexual combinando, según el caso, técnicas sexológicas, como los ejercicios de Kegel y la técnica de Parada y arranque, intervenciones conductuales y terapia farmacológica. Además, la respiración es un elemento clave.
Fundamentalmente, me interesa transmitir que la sexualidad va muchísimo más allá de lo que hace o deja de hacer un pene y que si pudiéramos abrazar este concepto, muchas de las angustias que atravesamos antes, durante y después del encuentro con otro desaparecerán.
*Cecilia Ce es psicóloga, sexóloga y autora de los libros Sexo ATR y Carnaval toda la vida (editorial Planeta). En Instagram: @lic.ceciliace
Realización: Alejandro Beltrame / Edición de video: Sofía Boutigue / Producción: Macarena Sánchez
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