De las capas subterráneas de la tierra emergen aguas con cinco grados más que la temperatura de la superficie y con minerales que producen diversos beneficios para el cuerpo y el espíritu. Argentina tiene recursos termales en 21 de sus 23 provincias y cerca de 200 fuentes que van desde manantiales hasta complejos.
Azufre, magnesio, calcio, hierro, cloro y bicarbonato son algunas de las propiedades más comunes de estas aguas minerales que, si bien no son mágicas, tienen todo lo necesario para ser consideradas únicas. Al incrementar la temperatura del cuerpo, logran eliminar gérmenes, toxinas y virus. Además, aumentan la circulación y la oxigenación sanguínea; estimulan la digestión y el metabolismo; relajan los músculos; mejoran el sistema inmunológico; benefician la piel y funcionan como tratamientos para lesiones y heridas.
En Argentina existen aguas termales entre montañas, ríos, rocas y copas de árboles, invitan a vivir momentos de distensión con lo mejor del paisaje de cada región.
Mendoza y sus termas
A orillas del Río Mendoza y a menos de una hora en auto de la Ciudad de Mendoza se encuentran las termas de Cacheuta, que, sin dudas, se convirtieron en uno de los imperdibles turísticos más importantes de la provincia. A los atractivos de sus aguas termales se les suma un componente más que seductor: quien accede se encuentra literalmente a los pies de la Cordillera de Los Andes.
El complejo cuenta con más de diez piscinas revestidas con piedras y rodeadas de verde que permiten sumergirse en aguas cálidas y 100% naturales, provenientes del deshielo, cada una con distintas hidroterapias y temperaturas que van desde los 20 a los 43°C.
Las termas de Cajón Grande: Un conjunto de cinco baños termales ubicados a 135 kilómetros de Malargüe.
Aquí los colores anaranjados y rojizos de la montaña, acompañados por el celeste de estas piscinas naturales logran la combinación perfecta. Se encuentran a los pies del cerro Campanario, un gigante de más de 4.000 metros de altura. Este espacio ofrece temperaturas de más de 40°C.
Las termas de Sosneado cuentan con la mística de ubicarse en un hotel que fue abandonado en 1953. Si bien quedan sólo escombros de las instalaciones, las termas siguen en pie y están pintadas en medio de un cuadro montañoso imponente, a orillas del río Atuel.
Termas en Neuquén
Esta provincia es dueña de tres recursos naturales termales insertos en medio de cordones montañosos como las termas de Domuyo, termas de Copahue y las termas de Lahuen Co, las cuales son muy valoradas por la calidad de sus aguas y barros que permiten distintos tratamientos terapéuticos.
Termas de Río Hondo en Santiago del Estero
Para dejar atrás el estrés y relajar cuerpo, mente y espíritu, nada como visitar las termas de Río Hondo, la ciudad con la mayor cantidad de pozos termales de Latinoamérica. Aquí hay hoteles para todos los gustos con aguas termales. Este paraíso santiagueño no es un complejo termal aislado sino que es la ciudad termal por excelencia, con catorce napas mesotermales con agua mineromedicinal.
Una visita a las termas de Catamarca
Entre arcoíris rojizos pintados en la tierra y precipicios de laderas de la Cordillera de los Andes nacen las aguas termales de Fiambalá, consideradas como uno de los principales puntos turísticos de Catamarca. Como siempre, sus propiedades relajantes y beneficiosas para el cuerpo funcionan como incentivo perfecto para acercarse, pero sin dudas aquí el escenario natural es fundamental.
Las temperaturas de sus aguas distribuidas en 14 piletones comienzan en 28° C y pueden alcanzar más de 50° C. A su vez, están clasificadas por las características que las componen: sulfatada, hipertermal, alcalina, entre otras. Un oasis de paz a 1.550 metros sobre el nivel del mar y a sólo 12 kilómetros de la ciudad de Fiambalá.
Jujuy, su deslumbrante paisaje y las termas del Jordán
Pozos naturales de hasta dos metros de profundidad que, escondidos en la selva de yungas, hipnotizan con facilidad a quien decida descubrirlos. En la localidad de San Francisco - a menos de 20 km al sur de Valle Grande - se encuentran las termas Del Jordán. El principal distintivo es la combinación de colores. Debido a la gran cantidad de azufre y minerales de las aguas (que alcanzan los 30° grados), el celeste verdoso puro contrasta con las tonalidades propias de la vegetación que lo envuelve y crean un espacio inmejorable.
El ojo de agua termal se denomina Laguna Azul. Se recomienda visitar este imponente escenario natural entre abril y octubre, ya que así se esquiva la temporada de lluvias.
Esta provincia, además cuenta con las termas de Reyes, a sólo 19 kilómetros de San Salvador de Jujuy. Su hotel dispone de habitaciones desde donde se pueden admirar las colinas; y piscinas e hidromasajes con vistas panorámicas. Es un espacio ideal para un baño termal y sesiones de masajes. Asimismo, ofrece piscinas públicas al aire libre.
Termas de Entre Ríos
A orillas del río Uruguay, en el noreste entrerriano, se encuentran las termas de Federación. Cristalina y caudalosa, el agua potable del complejo surge desde una profundidad de 1.268 metros y corresponde al Acuífero Guaraní, el mismo del que se nutren las termas de Uruguay y Brasil.
Aquí fluyen 450 mil litros de agua por hora, a una temperatura constante de 42,5º C. Un gran destino turístico, moderno y hospitalario para visitar y relajarse del estrés de la ciudad.
Las aguas termales de Salta
Ubicado a 70 kilómetros de la ciudad de Salta se encuentra el complejo termal El Sauce. Este es un espacio perfecto para disfrutar en familia de las vertientes de agua y barros termales. La temperatura de sus aguas es de 32° a 35º en superficie, aproximadamente.
Rosario de la Frontera es un lugar beneficiado por la naturaleza, ya que cuenta con uno de los hoteles más visitados que alberga nueve tipos de aguas termales; todo esto, rodeado de sierras y yungas. Se trata de vertientes naturales que traen agua de hasta 4.000 metros de profundidad.
Argentina cuenta con estos escenarios naturales perfectos que ofrecen diferentes servicios para que unas vacaciones o escapadas durante el año se conviertan en experiencias inolvidables.