Junto con el clásico Gran Prix de Mónaco, el Gran Premio de Inglaterra de Fórmula 1 es una de las citas predilectas de personalidades de otros ámbitos, que a la vez comparten su amor por la velocidad, para presenciar de cerca una de las mayores expresiones del automovilismo en todo el mundo. De hecho, Silverstone es conocido como “El hogar del automovilismo”, por la continuidad a lo largo de la historia en el calendario de la máxima categoría.
Pero este año no fue una edición más de la carrera británica. Más bien se trató de un evento muy especial, porque fue el primero en el que los aficionados ingleses estaban autorizados a concurrir libremente luego de las restricciones de la Pandemia de COVID-19 que obligó a disputar la prueba a puertas cerradas en 2020.
En ese marco, llamaron la atención de las cámaras de TV y de los reporteros, dos famosos actores de Hollywood: Harrison Ford y Tom Cruise. El primero, amante de las carreras, el segundo, de todo aquello que se mueva a alta velocidad, tanto en dos o cuatro ruedas.
Pero la presencia de Cruise no era casual. Como es sabido, después de la postergación de la fecha de estreno previsto para julio y que se ha trasladado a noviembre, este año en la pantalla grande volveremos a tener al Capitán Pete Mitchell, en la que promete ser una de las películas del año: Top Gun Maverick, que no es otra cosa que el regreso de una de los filmes más exitosos del cine norteamericano de la década del 80, el que Tom Cruise protagonizaba a uno de los mejores pilotos de aviones de combate. Ahora, tendrá otro rol, ya que será el responsable de uno de los destacamentos de entrenamiento de pilotos de las fuerzas armadas de EE.UU.
Como parte de la promoción de la película, en coproducción con Channel 4, la cadena que tiene los derechos de transmisión del Campeonato Mundial de Fórmula 1, Cruise grabó unos días antes del Gran Premio de Inglaterra, un espectacular cortometraje que recrea muchas de las maniobras que Maverick Michell realizaba con los aviones F-14, F-15, Tigers y A-4 Skyhawks, pero en la tierra, sobre cuatro ruedas, y enfrentándose a dos expilotos de Fórmula 1 y actuales comentaristas de Fórmula 1, el escocés David Coulthard y el australiano Mark Webber.
El video comienza con Coulthard subiendo a un poderoso Porsche 911 GT3 992 color azul claro, junto al presentador de Channel 4, Steve Jones. Una vez en el circuito, ambos se encuentran con otro Porsche negro del mismo modelo, conducido por Webber, quién los alcanza en la recta y a través de la radio empiezan a conversar. La secuencia es muy ingeniosa porque antes de entrar en escena Cruise, entre ambos pilotos se hacen algunos chistes propios de la Fórmula 1, como agradecerse mutuamente por ser el “wingman”, lo que se menciona como el piloto de apoyo del piloto número uno de un equipo.
Entonces, mientras bromean al respecto, en la recta de Wellington aparece de frente otro Porsche 911 GT3 color plata, que cruza a toda velocidad entre ambos, generando sorpresa y estupor. Una vez que se detiene y gira para enfrentarlos nuevamente, “Qué pasa chicos”, se escucha en la radio, y entonces reconocen la voz de Tom Cruise, con quién intercambian frases que son partes de diálogos de varias películas que protagonizó el actor.
Finalmente, comienza el desafío cuando Cruise lanza otra frase famosa: “No hay puntos para el segundo”, con lo que pone en marcha el furioso motor de 6 cilindros, 4.0 litros y 502 CV y se lanza contra ellos. Los dos expilotos giran y lo empiezan a perseguir, hasta que otra vez recurriendo a un truco de Top Gun, el actor frena abruptamente en plena recta y ambos rivales lo superan, perdiéndolo de vista.
La cacería regresa a la acción nuevamente, cuando el Porsche gris aparece repentinamente detrás de ambos tras tomar otro circuito, y la persecución emula la del film de 1986, cuando Maverick perseguía a sus compañeros y los neutralizaba con la mira y una simulación de disparo que no era real por estar en prácticas de vuelo.
Durante esa persecución final vuelven a aparecen frases del mundo de la Fórmula 1 para Webber. Una de ellas es: “No está mal para ser el segundo piloto”, que fue una famosa exclamación de Webber tras ganar en esa misma pista en 2010 contra la voluntad de su equipo de aquel entonces, Red Bull, que daba prioridad siempre a su compañero Sebastian Vettel. Y otra similar, que Cruise le recuerda al australiano, al decirle “Este es un multi 21”, en recordación a una orden de equipo que el mismo Red Bull había dado a Vettel para mantener posiciones en el GP de Malasia 2013, y que el alemán no cumplió, superando a Webber.
El desafío, como no podía ser de otro modo, termina con Tom Cruise delante de Coulthard y Webber. Tras la frenética persecución, Steve Jones exclama “estar locos” y continúa diciendo: “Definitivamente he perdido ese sentimiento de amor”, que es uno de los temas románticos de Top Gun, con lo que los cuatro empiezan a cantar esa canción mientras pasean lentamente por Silverstone.
Un modo muy original y efectivo de recrear Top Gun, de disfrutar del manejo de dos expilotos de F1 y un actor amante de la velocidad, y de promocionar Top Gun Maverick.
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