El poncho, con su simplicidad y refinamiento, estuvo siempre presente en la historia de nuestro país. Esta prenda, de origen precolombino, fue rápidamente adoptada por criollos e inmigrantes para llegar con pocas variantes a la actualidad.
De algodón en Ecuador y Paraguay, de pelo de camélido en la zona andina, de lana o cuero en la Patagonia y en las Pampas, este atuendo recorre la historia de nuestra América desde los Estados Unidos al Cabo de Hornos.
Con motivo de la independencia de nuestro país, Fundación Rossi invitó a 4 diseñadores argentinos con el fin de rendir un homenaje poniendo valor a nuestras raíces con una prenda protagonista de nuestra propia historia como lo es el poncho y hacer de esto una acción en conjunto llamándola “poncho patrio”.
En esta oportunidad, los elegidos para crear la prenda que tanto identifica a Argentina fueron: Pia Carregal, Adrian Brown, Araceli Pourcel y Andy Ciorciari para Ceferina Ponchos, quienes interpretaron y diseñaron un poncho de manera artesanal y bajo su libre albedrío.
Al estar en pandemia, y no estar permitidos los eventos masivos ni reuniones con varios invitados, esta presentación se hizo de manera virtual, donde cada uno mostró su diseño y contó cómo lo hizo y por qué eligió el textil para crearlo.
Años atrás, se realizaba un desfile con destacadas personalidades de la moda, belleza y espectáculo, en algún museo de Buenos Aires en donde también han participado otros diseñadores de gran nombre como: Laurencio Adot, Santiago Artemis, Carlo Di Doménico, Benito Fernández, María Gorof, House of Matching Colours, Gabriel Lage, Marisa Marana, Javier Saich, Paula Selby, Marcelo Senra, Manuela Rasjido y Zorzal.
“Con Poncho Patrio, quisimos homenajear a nuestro país de una manera original y creativa, para acercarnos a revivir los valores de todos los días que nos permiten vivir, trabajar y amar a nuestra querida Argentina. Valorar nuestras raíces, con una prenda emblema realizada por talentosos diseñadores de nuestro país”, expresó la licenciada Agustina Rossi.
Uno de los diseños es el de Pía Carregal. La creativa tiene más de dos décadas en el mundo de la moda,y tiene su nuevo atelier en Recoleta. El nuevo espacio es ideal para el diseño de vestidos realizados a medida. Convocada para esta oportunidad, hizo un poncho de lana de fieltro labrado, trabajado con un cinturón de alpaca de Arandú para acompañar la impronta del campo argentino.
“Me inspiro en nuestros textiles y raíces. El cuero y el fieltro son materiales nobles de nuestra tierra. El poncho es una prenda que es bien argentina y me gusta de todo tipo. Nos representa está muy arraigado en todos nosotros. Es muy fácil diseñar distintos tipos de poncho porque está en nuestro ADN y nunca debe faltar en nuestro guardarropa”, detalló Pía.
Por su parte Adrián Brown le dio su toque sofisticado al poncho y creó una pieza de alta costura para recrearlo. Hizo un poncho de muselina de seda azul superpuesto a un fourreau de crepé a tono.
“Mi inspira siempre esa cosa volátil del esplendor de lo que flamea y la muselina puesta en esa cantidad da esa sensación de libertad. Elegí ese textil porque es el único que tiene esa posibilidad de movimiento y el azul que da fuerza y dimensión de infinito”, detalló sobre la elección Adrián.
Y agregó que para él, el poncho es una prenda, que cubre y abriga pero que a la vez es muy placentero, envolver, de cobijar, además de ser una pieza que le gusta.
Otro diseño fue el de Ceferina Ponchos y Ruanas by Andrea Ciorciari. Una ruana inspirada en la bandera argentina llevando la unión de los colores patrios. Fue tejida a mano con dos agujas con hilados naturales de vellón de oveja, con un peso de más de 6.5 kg.
“Elegimos la bandera como inspiración y la llevamos a una ruana tejida a mano. Es de pura lana 100 % y la teñimos. Para mi el poncho desde hace 12 años que arranque con Ceferina se convirtió en el emblema y un desafío, que vuelva a estar en el vestidor de la mujer Argentina”, dijo Andrea Ciorciari.
Por último, el diseño de Araceli Pource, diseñadora y artista visual, cuyos textiles y pinturas evocan en paisajes latinoamericanos, abstracciones multicolor de imágenes superpuestas. Sus pinturas se realizan con diversos colores translúcidos superpuestos y de igual manera fue realizado el poncho.
“Se hizo con textiles reciclados de descartes de la propia producción, cada trocito de tela que queda de una prenda vieja. Las estampas son bordadas y también se realizan con mix de técnicas como la sublimación y los metalizados”, finalizó la diseñadora.
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