Durante todo este mes, a nivel mundial se lleva adelante una campaña llamada “julio sin plásticos” y tiene un solo objetivo: evitar durante estos 31 días el consumo de plásticos de un solo uso, ya que ese material se convierte en basura tras ser utilizado y tirado.
A través de esta iniciativa, se invita a concientizar sobre esta práctica y reducir al mínimo posible los desechos plásticos. Si se cumple el objetivo, al finalizar el mes, muchas personas habrán incorporado, al menos, una nueva costumbre que minimice el impacto negativo en el medio ambiente, y habrán incorporado cambios en los hábitos diarios a largo plazo a la vez que comenzarán a vivir de una manera más sustentable y amigable con el planeta.
Esta iniciativa fue creada en 2011 en Australia por Rebecca Prince-Ruiz, una ecologista que tras visitar una planta de reciclaje se dio cuenta de la gravedad de la problemática de los residuos.
Sin embargo, el problema no es el plástico, sino el uso excesivo que hacemos del mismo. El error está en el diseño de muchos productos que se valen de este material, está en dónde lo usamos, en cuánto lo usamos, y no en el plástico en sí mismo.
“El plástico es una solución muy eficiente en varios ámbitos de la vida. La clave, para tomar decisiones que resulten más sostenibles, es dejar de lado la utilización de plásticos descartables de un solo uso como los vasos, cucharas, sorbetes, el packaging innecesario de productos y regalos”, comentó a Infobae Maite Durietz González Alemán, responsable de sustentabilidad de GEA Sustentable, una organización certificada que brinda un servicio integral de gestión, recolección, clasificación y tratamiento de residuos reciclables, orgánicos y especiales para grandes generadores de residuos.
Y agrega: “Algo que podemos implementar para evitar este tipo de plásticos, es armar nuestro propio set de esos mismos productos (o de uso similar) pero reutilizables, que reemplacen a los de un solo uso. Por ejemplo, podés empezar por usar una botella reutilizable, ya sea de vidrio, metal o incluso plástico”.
Pura, otra empresa certificada B de Triple Impacto que desarrolla productos con tecnología e innovación para el tratamiento de agua compartió cuatro consejos para reducir su consumo:
- Buscar alternativas al plástico de uso cotidiano
En el día a día utilizamos gran cantidad de elementos de plástico que son descartados después de un solo uso: cubiertos, bolsas, envases, botellas y más. Prestar atención a estos objetos es el primer paso para encontrar alternativas e intentar generar menos residuos que contaminan al planeta.
Consumir agua embotellada genera 200 veces más calentamiento global con respecto a beber agua purificada.
- Utilizar bolsas de tela
Si bien el uso de bolsas de plástico se ha reducido sustancialmente, aún hay comercios que las ofrecen. Tener siempre a mano una bolsa de tela para hacer compras es la mejor opción para no caer en el uso de bolsas que contaminan.
- Reutilizar al máximo
Si bien lo ideal es reducir al máximo el consumo de determinados materiales, lo que se puede incorporar al usarlos es reutilizar los elementos que consumimos para generar menos residuos.
- Reciclar
El último paso que cierra el ciclo es el reciclaje, conocer los periodos de vida de cada material y seguir guías de reciclaje para aprender cómo se realiza en cada caso.
Cuidar el planeta es una tarea que se hace en conjunto, por eso el paso más importante es compartir cada pequeño cambio con la mayor cantidad de gente posible.
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