El temor a la circulación comunitaria de la variante Delta obligó a las autoridades sanitarias a modificar la estrategia de vacunación acortando el intervalo entre la aplicación de la primera y la segunda dosis. El plan es viable con excepción de la Sputnik V, cuya falta de segundos componentes demandó que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de comienzo este martes investigaciones para combinar el inoculante ruso con otras de las vacunas a las que tiene acceso Argentina.
Los epidemiólogos que asesoran al Poder Ejecutivo Nacional y a las jurisdicciones coinciden que la propagación de la variante Delta es inevitable pero que se puede retrasar su llegada. Ese tiempo será esencial para acelerar la campaña de vacunación. En este marco, el Gobierno porteño tomó la decisión de intensificar la aplicación de segundas dosis. “Las nuevas variantes confirman que el cambio de estrategia que hemos decidido en las ultimas semanas de refocalizar e intensificar las segundas dosis es lo que corresponde en este periodo”, planteó el ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, quien remarcó que “el escenario es diferente” al de meses atrás cuando el objetivo era alcanzar a la mayor parte de la población con una sola dosis.
En ese sentido Quirós detalló cómo procederá la administración de Horacio Rodríguez Larreta en la aplicación de los segundos componentes de la vacuna contra el COVID-19. Con Sinopharm se acortó el intervalo inter-dosis entre tres y cuatro semanas: “Toda persona que haya recibido vacuna Sinopharm va a recibir la oferta para tomar un turo entre el día 21 y 28 posterior a la primera vacunación”.
En el caso de AstraZeneca se aplicará la segunda dosis a la octava semana. “El intervalo de 90 días fue acortado a 56 días, que es el período más corto en el que se puede dar esa vacuna para tener buena eficacia en la cobertura”, explicó el titular de la cartera sanitaria.
En declaraciones al canal TN, Quirós planteó las “dificultades” de acceso al componente dos de la Sputnik V. Y si bien destacó que “a medida que llegan las aplicamos”, frente a este panorama anunció que este martes “se inicia el proceso de constatación de seguridad de las combinaciones de vacunas para no tener esta dificultad en el futuro”.
En la Ciudad hay 60 mil personas que ya superaron los 90 días de haber recibido la primera dosis de la Sputnik V. Por ello, hoy comenzarán con pruebas para corroborar el nivel de seguridad y eficacia de la combinación del primer componente del inoculante ruso con otras vacunas. Esperan que los análisis estén resueltos para comienzos de agosto.
En la antesala de los estudios, Quirós se mostró optimista al sostener que “hay experiencias muy interesantes publicadas o en fase de publicación” en el Reino Unido y Alemania que “demuestran que la combinación de AstraZeneca y Pfizer, o Pfizer y AstraZeneca, tiene suficiente seguridad en términos de las reacciones inmunes y suficiente seguridad en las reacciones adversas”.
En cambio, “con la Sputnik hay estudios en proceso”, en Inglaterra y Rusia, pero “no se han completado con lo cual no tenemos información de la combinación de Sputnik con AstraZeneca”. “Creemos que la combinación de Sputnik del primer componente va a ser similar con AstraZeneca y probablemente con Sinopharm lo que es el segundo componente de Sputnik”, explicó el ministro, pero para ello dependerá el resultado de los estudios que comienzan este martes.
Cinco mil personas se han ofrecido como voluntarios de las cuales solo se necesitan 180, indicó Quirós y adelantó que se los comenzará a vacunar en los próximos días y “en tres semanas tendremos los resultados”.
Por último remarcó que “tenemos un par de semanas por delante” para “proteger a la gente con la segunda dosis, que evita muchísimo que la variante Delta circule por la sociedad”.
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