“Sólo pensaba que lo más importante era concentrarme en salir adelante y abrazar a mi hijo”. Así sintetiza la cantante María Eva Albistur, nacida en Buenos Aires, Argentina, los días en los que transitó la parte más difícil del cáncer de garganta que la aquejó con tan solo 40 años. La artista lleva más de 20 años como compositora, instrumentista y productora.
Entre 2015 y 2016, mientras realizaba varias presentaciones abriendo los shows en Argentina de Stevie Wonder, Elton John, Sade, Julieta Venegas y Ricky Martin, empezó a dar forma a su último trabajo discográfico, que se vio interrumpido por cuestiones de salud que la obligaron a ausentarse de la escena musical hasta el año 2020. Así fue como en 2015 era diagnosticada con un cáncer de garganta, que se complicó en 2017, por lo que fue sometida a varias operaciones y tratamientos. Desde entonces transita un largo camino de reconciliación con su salud, dedicándose exclusivamente a su recuperación. Finalmente en 2020 retomó la producción del disco que había quedado casi listo en 2017, logra terminarlo y le da el nombre “Fénix”.
A lo largo de su carrera ha participado como bajista, cantante y productora con artistas como Charly García (“Kill Gil”), Joaquín Sabina (gira “19 días y 500 noches”) e Intoxicados (“El exilio de las especies”), entre otros. En junio de 2021, María Eva lanzó ¨El Rayo¨, la primera canción del flamante disco, con un videoclip dirigido por Luis Ortega y Gabriel Bosisio.
Éste fue el puntapié inicial de un disco que se irá conociendo con un segundo corte lanzado en julio del tema ¨King Kong¨ con un video realizado por Javiera Irusta.
Con 3 discos personales en su haber que recorren distintos universos sonoros: “Insomne” (2000), “Avatar” (2004) y “Más ahora que después” (2010) y ahora lanza su flamante disco, con 9 canciones de tono electropop y presentará el 30 de julio un video del tema ¨Fénix¨ que le da nombre al álbum y se podrá escuchar entero en todas las plataformas digitales.
Consultado por Infobae en relación a este tipo de cáncer, el doctor Gustavo Urrutia, cirujano de cabeza y cuello, especialista en cirugía oncológica (MN 85.241) y médico del staff del Instituto Alexander Fleming, precisó: “Los tumores de cabeza y cuello representan aproximadamente el 12% de todos los cánceres que se originan en el organismo. La incidencia mundial se estima en alrededor de 800.000 nuevos casos por año y se ha mantenido relativamente estable en las últimas décadas. En años pasados la edad de presentación era entre los 50 a 70 años (sobre todo asociado al consumo de tabaco y alcohol), pero en los últimos años la edad de aparición ha disminuido drásticamente atribuyéndose a la asociación con el virus del HPV. Es de destacar que el tratamiento evolucionó en forma muy favorable con respecto a la preservación de órganos y, por consiguiente, sin afectar la funcionalidad y la estética”.
En este sentido, apuntó: “La radioterapia con o sin quimioterapia, ha permitido dicho objetivo, dejando a la cirugía como una opción frente al fracaso del tratamiento conservador. En el caso concreto del cáncer de laringe, la aparición del Láser como opción terapéutica inicial en estadíos tempranos, ha revolucionado los resultados en cuanto al índice de curación, puesto que deja intactas las alternativas de la radioterapia con o sin quimioterapia, y finalmente siempre queda latente la posibilidad de la cirugía frente al fracaso de las alternativas anteriores mencionadas”.
“Debe tenerse en cuenta que la extensión de la enfermedad en el cáncer de laringe depende mucho de la región anatómica afectada. Si está por encima de las cuerdas vocales (supraglotis) puede haber afectación ganglionar en un 30 % de los casos, si está a nivel de las cuerdas vocales (glotis) un 3 %, y finalmente si está por debajo de las mismas (subglotis) un 40 %. Esto marca también la extensión del tratamiento”, explicó a este medio el experto.
En relación a la tasa de curación, Urrutia advirtió: “depende del grado de extensión de la enfermedad al momento del diagnóstico, es por ello la importancia de la consulta ante cualquier síntoma como presencia de ganglios, disfonía, dolor de oído (muy frecuente como dolor reflejo) o dificultad al tragar. Es muy valioso resaltar que los tratamientos siempre tienen intención curativa y a la vez insistir que las múltiples opciones que existen de acuerdo a cada situación permiten optimizar las tasas de curación”.
Infobae entrevistó en exclusiva a María Eva para conocer su historia de vida:
—¿Cómo viene siendo la repercusión del lanzamiento de tu flamante disco “Fénix”? ¿Cómo nació este álbum?
—Es un álbum que empecé a gestar hace unos años buscando un sonido más electro para las canciones. Fue un largo proceso que ahora estoy disfrutando viendo como sale a la luz lentamente. Primero con el single “El Rayo” con un video realizado por Luis Ortega y Gabriel Bosisio, hace unos días con el video de ¨King Kong¨ hecho por Javiera Irusta y Lorena Sagiryan y a fin de mes sacamos todo el disco con el video de ¨Fénix¨ dirigido por Federico Vruma Ottavianelli.
—¿Qué mensaje quisiste plasmar con “Fénix”?
—Este disco se llama Fénix hace poco. Es un disco que estuvo a punto de desaparecer, como yo. Y estuvo guardado en silencio unos años, como yo. El año pasado lo volví a escuchar, vi que estaba casi listo y que todavía me gustaba. Lo pude terminar y así es el milagro del destino. Hoy suena un disco de 9 canciones que a pesar de ser gestado en la etapa más triste de mi vida, es el disco más feliz que hice.
—¿Cómo te enteraste que tenías cáncer de garganta, siendo tu voz un elemento tan importante en tu vida? ¿Qué sentiste cuando escuchaste el diagnóstico por primera vez?
—En el 2015 sentía que algo andaba mal, me agarraban fiebres y tenía un dolor en la garganta particular que no se me iba. Fui al médico, empezaron los estudios, me hicieron una pequeña operación y al poco tiempo recibí la noticia, no lo podía creer. Yo siempre fui muy sana y me alimentaba muy bien.
Los primeros años todavía podía cantar y después del primer tratamiento hasta hice shows. Después en el 2017 se complicó todo y ya no pude hacer más nada. Pero el problema era tanto más grande que no poder cantar pasó a ser un detalle pequeño dentro de ese panorama tan complejo. Cuando se te juega la existencia todo toma otra perspectiva.
—¿Cómo fue que asimilaste la dura noticia de que tenías cáncer de cuello y emprendiste el tratamiento?
—Fueron muchas etapas diferentes, muchos tratamientos y varias operaciones. Creo que lo vas asumiendo como podés, a medida que aparecen los pronósticos y vas sorteando las complicaciones. A veces no terminás de asimilar algo que ya pasa otra cosa. Fue un huracán que arrasó con todo. A los 2 años tuve que ir urgente a operarme afuera, 2 veces, lejos de mis afectos, en el medio me quedé sin casa, era como que todo se desmoronaba a mi alrededor. Sólo pensaba que lo más importante era concentrarme en salir adelante y abrazar a mi hijo.
El cáncer fue un huracán que arrasó con todo
—¿Cuál o cuáles dirías que fueron los momentos más difíciles que te tocaron vivir y cómo hiciste para sobreponerte a la enfermedad?
—Creo que lo más difícil es enfrentarte a ese sentido de finitud tan de cerca, a que todo puede acabarse de un segundo a otro fácilmente. Y las limitaciones del cuerpo. Uno no sabe lo fuerte que es hasta que no te queda otra que ser fuerte.
Yo acababa de ser madre, tenía un hijo de 1 año cuando me enfermé así que me tenía que quedar en este mundo como sea. Mi objetivo principal siempre fue y es ver crecer a mi hijo, y eso me dio la fuerza para superar todo. Y el amor de mi familia y de mis amigos también fue fundamental.
—¿Ves ahora la vida con otros ojos? ¿Qué le dirías a una persona joven como vos que se encuentra ante la difícil circunstancia de atravesar una afección cómo el cáncer y tiene sueños y proyectos por cumplir como fue tu caso?
—Si, todo tiene otra mirada de la que tenía antes, otra perspectiva, y sobre todo otras prioridades. Digamos que ¨aproveché¨ esa limitación que te da la enfermedad para ahondar en mí misma.
No sé si puedo decir algo a alguien que esté pasando por lo mismo, es muy difícil. La forma en que cada uno transita las enfermedades es algo muy personal. Hace poco un amigo me regaló un libro que se llama ¨El hombre en busca del sentido¨ de Viktor Frankl , basado en su experiencia como sobreviviente de 3 años en un campo de concentración, pero desde la psicología de los presos y su actitud ante la adversidad y el horror. Me sentí muy identificada con su teoría sobre de que ante situaciones tan extremas sólo sobreviven, si no te matan obviamente, los que tienen un verdadero sentido. Por ejemplo en su caso era volver a ver a su mujer de la cual no supo más nada. En mi caso es ver crecer a mi hijo y que tenga una madre. También para sanar yo tuve que trabajar mucho y todavía lo hago, aún no me dieron el alta y si bien estoy libre de enfermedad hace 2 años hago un tratamiento de Inmunoterapia que los médicos me dijeron de hacer al ser un caso tan complejo. Esto es paso a paso. Pero hace un tiempo empecé a sentir que más que una batalla que uno tiene que ganar, como se suele decir, más que una guerra, es una reconciliación con sí mismo, con tu verdadero ser. Pero eso es lo que me tocó vivir y aprender a mi.
Lo más difícil es enfrentarte a ese sentido de finitud tan de cerca
Fotos: Nora Lozano
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