5 tragos para celebrar el Día Mundial del Gin

Todos los años, el segundo sábado de junio, los amantes de los cócteles y las espirituosas se reúnen para festejar a una de las bebidas más atractivas, no solo por sus características únicas sino por su versatilidad a la hora de crear tragos

El segundo sábado de junio, los amantes de los cócteles y las espirituosas se reúnen para festejar el día mundial del gin

La pandemia no detiene las celebraciones alrededor del mundo, porque hoy más que nunca la gente necesita excusas para distraerse un poco y mirar hacia el futuro con esperanzas de recuperar la tan ansiada normalidad. Y si bien es cierto que en muchos países se está volviendo a circular por calles y bares sin restricciones, acá todavía hay que conformarse con los encuentros virtuales.

No obstante, esta celebración, impulsada por dos amigos fanáticos del destilado que solían reunirse a compartir cócteles en Birmingham (Gran Bretaña), se ha vuelto internacional. Porque el gin, una de las bebidas del momento más allá de la moda, propone diversos tragos para poder compartir y brindar con los amigos, aunque sea a la distancia. Este festejo es promovido regularmente en más de 30 países, y si bien durante muchos años se ha celebrado de forma presencial en bares y restaurantes, desde el año pasado y a causa del COVID-19, surgió la opción de festejar desde casa con tragos fáciles de hacer y de disfrutar.

A pesar de lo que muchos creen, gin y ginebra son dos bebidas destiladas diferentes, aunque estén emparentadas. Mientras que para elaborar ginebra, oriunda de Holanda, se parte del “malt spirit”, para el gin se parte de granos, más allá de los botánicos. Además, la cantidad de enebro que participa en el gin en promedio es diez veces más alta que la utilizada en la ginebra, por eso resulta mucho más perfumado y no se acostumbra a tomarlo puro, como si es el caso de la ginebra. Aunque el origen de este nombre es genièvre en francés o jenever en holandés, que significa enebro.

el gin, una de las bebidas del momento más allá de la moda

Mientras que la ginebra nace en los países bajos en el siglo XVII, recién alrededor de 1820 se incorpora el destilador de columna, otorgando la posibilidad de lograr más refinamiento a la bebida. Cuenta la historia que, durante el siglo XVII, los soldados ingleses que lucharon codo a codo con los holandeses, la probaron la por primera vez, mucho antes que naciera el hoy famoso London Dry Gin. Casi un silgo después, en Gran Bretaña se dio el auge de la producción en grandes cantidades del gin “Old Tom”, una espirituosa creada a partir de maíz endulzado. Para controlar dicha sobreproducción, se aprobaron leyes que le permitieron a un pequeño grupo de productores de gin, el derecho legal de destilar el aguardiente. Fue así que, en 1803, solo nueve productores de gin se atribuyeron el 90% de la capacidad de destilación de Londres.

Desde entonces, el gin se posicionó como el rey de las bebidas claras, hasta que a mediados del siglo XX comenzó la puja con el vodka, que sorprendía con su neutralidad, y por ende mayor versatilidad. La muestra más representativa de esta competencia etílica se vio en Hollywood, cuando el famoso agente secreto James Bond pide su Dry Martini. En este clásico cóctel, los ingredientes originales son London Dry Gin y vermut blanco seco, en una proporción de 3 o 4 partes a 1, decorado con una aceituna o una rodaja de piel de limón y servida copa de Martini. Pero 007 se convirtió en el mayor promotor del vodka martini, obviando que los botánicos característicos del gin, principalmente el enebro, son fundamentales para que la combinación con el vermut sea absolutamente equilibrada.

Pero hacia fines del siglo XX, el gin comenzó su regreso con gloria, siendo, desde hace varios años, la bebida más solicitada en las barras, con el gin tonic y sus infinitas versiones como gran protagonista de este auge que, al parecer, llegó para quedarse.

Actualmente, la bebida nacional de Inglaterra se elabora en muchos países, aunque el London Dry sigue siendo el estilo más emulado. Incluso, empiezan a aparecer saborizadas y hasta añejados en barricas de roble, virando su aspecto hacia tonalidades tan diversas como impensadas hasta hace pocos años.

Todas las caras del gin

El gin es una bebida destilada en alambique continuo a partir de granos. Pero a diferencia de otras, se infusiona con bayas de enebro y otros ingredientes botánicos como frutas, semillas y especias. El agregado de estos ingredientes seleccionados en función al estilo buscado; directamente en el alambique; es lo que le brinda su carácter inconfundible, porque al vaporizarse y luego condensarse el alcohol, el líquido toma todos esos sabores. Sin dudas, el mayor responsable es el enebro, pero hay muchos botánicos que se usan para dar sabor al gin. Los más comunes se pueden dividir en cuatro grupos: florales, especias, amaderados y cítricos. La calidad de la destilación y la receta de los botánicos utilizados para complementar el sabor de las bayas de enebro, crean el sabor único de cada gin.

El gin se posicionó como el rey de las bebidas claras, hasta que a mediados del siglo XX comenzó la puja con el vodka (Reuters)

Entre los tipos de gin, el London Dry es el más difundido en el mundo, y no tiene que hacerse en Londres, aunque debe respetar la forma tradicional, destilándose en presencia de los ingredientes botánicos. El resultante debe alcanzar un porcentaje mínimo del 70% de alcohol, al que ya no se le pueden agregar aromatizantes, ni tampoco se puede colorear. Por su parte, el gin destilado no tiene que tener un porcentaje mínimo de alcohol, y después de la destilación se pueden agregar otros aromatizantes, incluso ser coloreado. Y, por último, cuando los aromatizantes se mezclan ya con el alcohol para formar parte del gin, se trata de un proceso conocido como composición fría.

El estilo de un gin está dado por el carácter de esa sabia combinación entre los ingredientes y el destilado. Hoy, la inventiva no tiene límites, y eso posibilitó el surgimiento de distintos gin de todo tipo, y ya no con el enebro como principal protagonista. Como una reconocida ginebra Premium elaborada en Gran Bretaña que reinterpreta los símbolos de la tradición británica con un toque de modernidad, y es elaborada a partir de frutos rojos y exóticos ingredientes botánicos que le confieren un carácter extremadamente suave.

Si bien la mayoría son importados, por suerte Argentina hace rato que se subió a la ola creativa y productora del gin, impulsada por Tato Giovannoni, uno de los principales referentes de la coctelería nacional, quien creó hace algunos años un gin local bien del nuevo mundo, en el que sus botánicos principales son las hojas frescas de yerba mate, pieles de pomelo rosado, eucalipto y menta peperina.

Gran Bretaña que reinterpreta los símbolos de la tradición británica con un toque de modernidad, y es elaborada a partir de frutos rojos y exóticos ingredientes botánicos (Reuters)

Por su parte, Rolando Hilbing (primer Master Distiller de Argentina) y su hijo Walter, elaboran en su destilería de Luján de Cuyo (Mendoza) un Malbec Gin (con uvas pasas de Malbec) y un London Dry Gin, dos exponentes que combinan a la perfección, con la dosis justa de enebro proveniente de la Patagonia, coriandro y cítrico. Los hermanos Bruno y Franco Moretti, creadores de Buenos Aires GIN, se destacan por su inventiva. Primero fue el gin&tonic tirado, luego el trago llegó en lata en packs de 6 y 24, además de otros accesorios como copas, kit botánicos y florales, para preparar exquisitos tragos en la comodidad del hogar con calidad de excelencia. Ahora presentan el primer gin añejo del país, añejado en barricas de roble francés y americano, sofisticado y equilibrado, que luego de su paso por barricas de roble francés y americano logra la untuosidad y complejidad que le aporta la madera. Exquisito para disfrutar solo y en coctelería clásica como Old Fashioned y Negroni.

Pero las novedades locales en materia de gin se siguen multiplicando con Brighton London Dry, un gin nuevo de industria nacional, o el Gin Heráclito que surgió junto con la tónica Santa Quina, con los cuales se puede elaborar una versión 100% autóctona del famoso trago inglés.

El gin en la coctelería

Es uno de los destilados más consumidos y elaborados en el mundo que se ha ido consolidando a través de los años, y hoy ha logrado tener también sus propios bares para su consumo exclusivo. Su evolución viene acompañada del crecimiento de la alta coctelería a lo largo del tiempo en distintas partes del mundo, como así también en la Argentina. El gin, al igual que todas las cosas importantes de la vida, también tiene su día y se festeja mundialmente.

Perfect Martini

50 ml Tanqueray Ten

10 ml de vermut seco

Garnish de pomelo rosado

Método de preparación:

Mezclar los ingredientes y colar sobre un vaso de martini congelado. Adorna con un toque de pomelo rosado. (2.4 bebidas estándar - 2.5 unidades por cóctel)

Beefeater 24 Gin & Tonic

Añadir el gin al vaso y llenarlo hasta la mitad con tónica. Llena el vaso con hielo hasta que quede lleno. Este paso es vital para mantener la bebida lo más fría posible y evitar que el hielo se derrita. Mezclar suavemente con un poco más de tónica, si es necesario.

Gin Tonic de Frutos Rojos

Hilbing Malbec Gin - 2 onzas

Frutos rojos (arándanos - moras y frambuesas) cantidad necesaria

Vaina de enebro - 1 unidad

Agua tónica

Método de preparación:

En una copa colocar hielo hasta la parte superior, agregar los frutos rojos y la vaina de enebro. Colocar dos onzas de gin y el agua tónica hasta completar la copa.

Tereré Tonic by Tato Giovannoni

1 cucharada tamaño café de yerba mate soluble

50 ml de gin

Agua tónica

Método de preparación:

Colocar en una copa de vino una cucharada tamaño café de yerba mate soluble, luego agregar 50 ml de gin y revolver. Llenar la copa con hielo, agregar el agua tónica, revolver y decorar con piel de pomelo rosado.

Hilbing Frizz

Hilbing London Dry Gin - 2oz (o 60 ml)

Almíbar de jengibre - 1oz (o 30ml) (*)

Jugo de limón- 1oz (o 30ml)

Jugo de pomelo rosado - 1oz (o 30ml)

Método de preparación:

Incorporar todos los ingredientes en un copón con hielo escamado. Mezclar con cuchara hasta integrarlos. Completar con soda. Decorar con menta y piel de pomelo.

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