El yoga facial se centra en estirar los músculos que rodean los ojos. La idea es que al fortalecer los músculos que rodean los ojos, logramos que la zona se vea más levantada y despierta y que mejore nuestra salud ocular.
Asimismo, el yoga es una práctica milenaria originada en India, que cuenta con amplios beneficios para el bienestar personal y es una herramienta invaluable contra el estrés y la ansiedad. En tiempos de pandemia, esta práctica milenaria se ha vuelto un aliado ideal contra el aislamiento, ya que puede practicarse fácilmente en cualquier rincón del hogar.
“Existen más de 50 músculos faciales. Con técnicas de yoga facial, los individuos aprenden a identificar los músculos faciales y a activar los que quieren fortalecer y a relajar los que eligen suavizar, similar a un efecto botox, pero natural. Es por eso que sumar ejercicios a nuestra rutina diaria es clave para lograr grandes transformaciones”, explica la profesora de yoga Euge Montefalcone.
Y agrega: “Actualmente sometemos nuestros ojos a mucho esfuerzo diario al pasar tantas horas delante de las pantallas, así que es más importante que nunca para la salud que cuidemos también de los músculos de esa zona”.
Por su parte, Barbi Weimberg, instructora de yoga y stretching, dijo a Infobae: “Por nuestro estilo de vida, solemos acumular una excesiva cantidad de tensiones en nuestros músculos y tejidos orgánicos. Estas tensiones a su vez generan una acumulación de toxinas que si no las liberamos a través del movimiento y el descanso, van intoxicando el organismo. Y esto sucede especialmente en nuestro rostro, ya que es la parte más expuesta de nuestro cuerpo”.
Cuáles son los principales beneficios
- Eliminar las tensiones de nuestro rostro.
- Depurar las toxinas acumuladas en los tejidos faciales.
- Desbloquear el sistema circulatorio, el linfático y el nervioso.
- Eliminar progresivamente las líneas de expresión.
- Rejuvenecer la piel de forma natural.
- Evitar tratamientos químicos y cirugías plásticas invasivas.
- Reconectarnos con nuestra vía de expresión y comunicación.
- Liberar emociones bloqueadas.
Las profesoras de yoga recomendaron a Infobae una serie de ejercicios para practicar el yoga facial en casa.
“Para ver resultados alcanza con realizar al menos 5 ejercicios con sus respectivas repeticiones, al menos 3 veces por semana. Pero si se quiere maximizar los resultados, no hay contraindicaciones, estos ejercicios se pueden hacer todos los días y hasta 2 veces dentro de 24 horas. Es muy recomendable hacerlo al despertar y antes de irte a dormir”, puntualizó Weimberg.
8 ejercicios para practicar el yoga facial
- Estirar: relajar los músculos de la cara. Mover un poco la mandíbula y las cejas para ayudar a soltarlas y cerrar los ojos suavemente. Con los ojos cerrados, mirar completamente hacia arriba (sin abrir los ojos) y contar hasta cuatro. Luego ir mirando lentamente hacia abajo y contar hasta cuatro. Este movimiento se debe repetir tres veces.
Finalmente hay que repetir el accionar pero esta vez mirando a izquierda y derecha. Una vez finalizado, mirar de arriba a la izquierda abajo a la derecha, y luego, de arriba a la derecha abajo a la izquierda.
- Fortalecer: parpadear 10 veces tan rápido como se pueda. Después, sentarse con los ojos cerrados mientras cuentas lentamente hasta cinco. Repetir la acción cinco veces. Para finalizar, reposar sentada un rato más al final para notar las sensaciones que van surgiendo.
- Enfocar: sentarse erguido con los brazos estirados frente a uno (las manos tienen que estar en posición pulgar hacia arriba). Luego, llevar la mirada y el enfoque hacia la uña del pulgar. Contar hasta cuatro en esta posición y llevar lentamente el pulgar hacia la nariz hasta que la mirada ya no pueda hacer foco. Para finalizar, aguantar en esa posición contando hasta cuatro, y extender de nuevo el brazo lentamente, manteniendo el foco sobre el pulgar en todo momento. Repetir la acción cinco veces.
- Drenaje linfático facial: con la yema de los dedos vamos haciendo una presión muy suave, y dibujando pequeños círculos, como realizando un bombeo. Con este movimiento vamos a recorrer desde la zona del cuello, detrás de las orejas, debajo de las mandíbulas, encima del labio superior y alrededor de la nariz, por las mejillas en sentido ascendente, alrededor de los ojos, y por último en la frente.
- Cara bien despierta: con las palmas de las manos puestas a los lados de la cara, y los dedos anulares en los extremos de las cejas, realizamos una suave presión hacia atrás y hacia arriba estirando toda la piel del rostro.
A la vez que hacemos este movimiento, abrimos la boca como diciendo las letras “O” y “A” a la vez, manteniendo la lengua y las mandíbulas relajadas. Sostener la posición respirando relajadamente, por unos 10 segundos. Y repetir entre 3 y 6 veces.
- Rejuveneciendo de la expresión: colocando los puños debajo de los pómulos, realizamos una suave presión hacia arriba, dirigiéndonos desde el centro hacia afuera del rostro a la vez que usamos los nudillos para hacer un masaje debajo de las mejillas. Al llegar cerca de las orejas mantener la posición tirando suavemente hacia arriba y afuera por 20 segundos. Relajar y repetir entre 3 y 6 veces.
- Cuello relajado: colocando las manos por delante en el cuello, una debajo de las mandíbulas y la otra debajo y cerca de las clavículas, realizamos un masaje de alargamiento. En este ejercicio podemos jugar con varias posibilidades: mantener la mano de arriba quieta (punto fijo) mientras la otra estira la piel y musculatura hacia abajo. Luego cambiar y hacer lo contrario, fijar la mano de abajo y estirar hacia arriba. Y por último hacer el estiramiento en ambas direcciones a la vez. El movimiento y la presión deben ser suaves. Se pueden hacer 5 repeticiones de cada uno.
- Frente suave y despejada: con nuestras manos en forma de puño nuevamente, las colocamos en la frente, en el centro del entrecejo. Con los nudillos presionando de forma moderada, vamos masajeando y estirando la piel de la frente desde el centro hacia las sienes. Podemos repetir el masaje entre 3 y 6 veces.
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