Todo comenzó allá por el año 2013 cuando Lucía Celasco junto a sus dos mejores amigas, Micaela Fernandez y Rosario (chari) Belerenian se juntaron para crear un proyecto de moda pero sin tener ninguna expectativa a futuro.
La llamaron “The Vintage Hole”, y empezó como una feria de ropa itinerante entre amigas, entre pocas, donde las mismas dueñas lo pensaron porque varias de ellas notaron que al tener mucha ropa en sus guardarropas -y mucha de ella sin usar- sería buena idea que esa prenda tenga una segunda oportunidad con otro dueño.
Sin embargo, al hacerlo masivo y comunicarlo a través de las redes sociales para quienes quisieran adquirir prendas de buenas marcas y en excelente estado, las dueñas de este proyecto, le pedían a cada clienta que las visitaba un alimento no perecedero, y de esa manera poder ayudar a los que más lo necesitan. Fue así, como hasta el día de hoy, en conjunto con sus clientas fueron armando una base de donaciones y una red solidaria que sigue vigente y hace que puedan visitar diferentes comedores y familias de Buenos Aires.
Hoy, luego de haber pasado varios años y dejado atrás ese proyecto que empezó como una feria entre amigas, se convirtió en un local en pleno barrio de Palermo Hollywood, a quienes también la pandemia del coronavirus las afectó y tuvieron que adaptarse rápidamente a nuevos cambios, como por ejemplo, implementar turnos para evitar aglomeraciones que los brindan a través de su Instagram -@thevintagehole- , y su página web con envíos a todo el país.
Como toda feria de ropa, lleva su proceso de selección de prendas. Pero, ¿cuál es el secreto de qué buscan al momento de poner en venta una de ellas? Las chicas cuentan que lo realizan las tres juntas, y se fijan que no tengan ninguna mancha, que no estén rotas, que no les falte ningún botón y que no esté percudido por el tiempo de los lavados.
Y agregan: “Chequeamos las prendas muchísimas veces para corroborar que esté en perfectas condiciones. Nosotras no compramos ropa, solo recibimos prendas de amigos y conocidos”.
Asimismo, Luli, Mica y Chari (como le dicen a Rosario), dijeron: “Todas las prendas que no califiquen para la venta son donadas todos los meses a diferentes fundaciones y comedores”.
Estas llamadas ferias, se adaptan al movimiento de “moda circular”, que está en pleno auge, es decir que esta tendencia de que una prenda circula constantemente para no desecharla rápidamente, y así apostar a una moda más sustentable y poder aprovechar al máximo los recursos.
“Lo que más nos gusta de este movimiento es ver cómo aportamos nuestro granito de arena para evitar que se dañe el medioambiente”, dicen las creadoras de The Vintage Hole. “Creemos que comprar ropa usada es darle una segunda vida útil a las prendas y valorar el producto en sí, consiguiéndolo en perfecto estado a un 50% menos de su valor”.
Luli, Mica y Chari, confían que más allá de que este proyecto comenzó como un hobby, fueron creciendo y comenzaron a investigar de qué se trataba todo este movimiento del cual están formando parte.
“A medida que iban pasando los años nos encontrábamos con cada vez más información sobre lo importante de comprar ropa usada y sus beneficios como el ahorro al reusar prendas y generar un consumo circular y responsable”.
Con la compra en ferias, estás dándole una segunda vida a una prenda, que alguien ya no usa más y vos la podes necesitar. De esta manera en vez de tirar una prenda a la basura, la reutilizas. Y así también se reducen los residuos textiles que contaminan a nuestro planeta. También ayuda a frenar la explotación humana y animal.
¿Qué se puede encontrar en The Vintage Hole? Prendas de marcas de lujo, pero a un precio accesible. También, por el precio de una prenda de shopping, en su feria se pueden adquirir un montón de otras por un valor inferior.
Hay prendas atemporales, prendas de otras temporadas de primeras marcas, que nunca pasan de moda y algunas otras que vuelven a ser tendencia, por que de eso se trata la moda también, ir y volver en el tiempo.
“Con solo tener en tu placard algunas prendas vintage ya va a lograr la diferencia al resto. La variedad de colores y la calidad de las prendas. Nos sentimos muy identificadas con esto ya que en nuestro local encontras este tipo de reliquias en donde genera este fanatismo a conseguir algo que no tiene réplica. Esto genera que al momento de vestirse tengas un un estilo único”, finalizan sus creadoras.
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