Visto desde aquí, Islandia se parece mucho a otro mundo y esto no solo tiene que ver con los maravillosas auroras boreales que se dibujan sobre el cielo en las noches gélidas de esta isla remota en el Atlántico Norte. Aquí, además, el coronavirus quiere ser una cuestión que ya es del pasado.
De acuerdo al sitio Covid.is hay 75 casos positivos actualmente, de los cuáles uno solo, se encuentra en el hospital y no es un caso de cuidados intensivos. En las últimas horas 24 horas, se detectaron 17 casos nuevos. Los números asombran: desde el inicio de la pandemia hasta ahora, este país sumó 6.144 casos totales de contagios. Los muertos ascienden a 29.
Hay una cuestión que se debe tener en cuenta antemano. Por su situación de isla en el Atlántico Norte, Islandia tiene una clara ventaja y solo puede compararse de forma limitada con otros grandes países europeos: posee 360.000 habitantes.
Desde hace varias semanas, se viene sintiendo un relajo en las calles, que se han poblado de gente. Los jóvenes acudieron en masa a las noches de karaoke en el centro de Reikiavik, la capital, donde varios fueron vistos dándose abrazos, casi como si ya nada sucediera. Las salidas nocturnas, los restaurantes, los conciertos, todo esta abierto en este país donde se decidió de forma inmediata, una vez comenzada la pandemia, realizar pruebas, rastrear contactos y aislar a todos los diagnosticados.
“La semana pasada, en la noche de San Patricio, hubo un karaoke en la calle ya que muchos bares estaban ocupados en su totalidad, entonces la gente improvisó festejos en la vereda, algunos sin tapabocas, ni distancia. El relajamiento en general se debía a que el virus casi no circulaba en la comunidad”, contó a Infobae Jimena Martínez, una argentina que vive en Islandia.
Y agregó: “La gente venía bastante relajada porque estuvimos casi todo febrero sin casos de covid. Los pocos que había se detectaban en el control fronterizo del aeropuerto y en el día a día estábamos casi en la normalidad, la gente que trabaja en el área del turismo y la gastronomía es la que metió más presión a las autoridades para que levanten las restricciones, porque muchos de ellos perdieron su empleo por la caída de la actividad”.
Los buenos números, razona la joven, se deben a que “la gente confía en las autoridades y en general es obediente a las recomendaciones. Además nunca hubo una restricción de movimiento, no había que sacar permisos de circulación ni nada por el estilo. Otra cuestión es que es un país con poca población y en general la gente no se aglomera ni tampoco es muy común el saludo con un beso como en Argentina”.
Florencia Bugallo Dukelsky es otra argentina que vive allí. Según cuenta, si uno va a un bar o a un restaurante, tiene que usar el barbijo. “En especial si vas a ordenar algo a la barra. La gente normalmente se saca el barbijo cuando están sentados en una mesa, pero igual se lo tienen que volver a poner si tienen que ir a pagar”. Y sigue Florencia: “En los colectivos también hay que usar barbijo, así como en las tiendas. Yo por ejemplo en mi trabajo tengo que seguir usándolo. Depende bastante, hay gente que sí se cuida y gente que no tanto. Al menos las personas con la que yo me relaciono están un poco cansados de que estén cerrando las cosas constantememte”.
Pero la novedad del día es que a partir del jueves 25 de marzo, vuelven a cerrar algunos locales como bares y restaurantes. El decreto fue anunciado hoy miércoles y empieza a hacer efecto a las 00 horas del jueves. “Acá veníamos haciendo vida normal, y cortaron todo de una”, se queja Jimena. “Los casos estaban bajando hasta hace dos semanas, estábamos con 7 contagiados. Y ahora volvieron a subir”, agrega Florencia.
Prevención
Islandia tuvo su primera ola bajo control rápidamente y, en mayo de 2020, la gente había comenzado a declarar al país libre de coronavirus. Las cosas siguieron así pero a fines de agosto, el país fue golpeado inesperadamente por una ola feroz, después de que dos turistas que dieron positivo cuando rompieron las reglas de su aislamiento.
“El problema con este caso es que fueron dos turistas quienes lo originaron. Los turistas no respetaron la cuarentena y fueron a bares, y de esa manera es que sucedieron tantos casos. En general la gente andaba muy enojada que tuviesen que andar cerrando negocios, los gimnasios, etc, porque la gente que vino a visitar no respetó las reglas impuestas para viajeros. El problema es que no hay manera de actuar con prudencia, porque si alguien decide no respetar la cuarentena, no lo va a hacer. En Islandia hay que hacer dos test y cuarentena de 5 días entre estos test. Mucha gente cuando el primer test da negativo se relaja, cuando en realidad tendrían que seguir cuidándose hasta que se hagan el segundo test. También se de gente que sabiendo que tenía que estar en cuarentena salió de todas maneras”, cuenta Florencia.
Lo cierto es que en Islandia, después de erradicar el virus, se cerraron las fronteras: desde junio del año pasado, todos los pasajeros que llegan han sido puestos en cuarentena y hay pruebas obligatorias en el aeropuerto. Algo que algunos países tardaron casi un año en descifrar, Islandia lo descubrió en unos meses.
Thorolfur Gudnason, es el epidemiólogo más importante de Islandia. En cada paso que le ha tocado dar, Islandia ha seguido la ciencia, liderada por el profesor Gudnason y su equipo, sin que los políticos participen en las reuniones informativas diarias. Para la primera ministra de Islandia, Katrin Jakobsdottir, pandemia y política son dos palabras que no van de la mano.
Sin embargo, estar en ese segundo plano no significó que no estuviera involucrada. “Esta pandemia me ha mantenido despierta durante todo un año. Solo desearía que todo terminara y pudiera volver a hablar de política de nuevo”, señaló esta mujer que siguió de cerca las rigurosas pruebas de rastreo de casos y aislando a los posibles contagiados con el fin de evitar que el país sufriera bloqueos drásticos.
Durante meses, Islandia había logrado evitar otro de los males de esta pandemia: que la variante británica ingrese al país. Pero hubo un primer caso se filtró y contagió a otra persona. Esa persona había ido a trabajar a un hospital y, luego, a un concierto con otras 800 personas en el que habían socializado en el bar durante el intermedio.
En cuestión de horas, todos habían sido contactados y en unos días más de 1.000 personas habían sido evaluadas. Se identificaron dos casos más y todos los infectados fueron trasladados al hotel de aislamiento. La variante estaba contenida
Es difícil ignorar el papel que la geografía única de Islandia ha jugado en su éxito. Esta isla volcánica, está acostumbrada a lidiar con desastres, ya sea con todas sus erupciones y avalanchas. Durante semanas, Islandia ha experimentado un serie de miles de terremotos al día y existe cierto imaginario de que la pandemia es solo otra catástrofe que manejar. La primera ministra incluso admitió que tenía los mismos equipos trabajando en ambos temas.
Con 6,59 infecciones nuevas por cada 100.000 habitantes, Islandia no tiene con quién compararse en las cifras que maneja el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). Incluso los otros países del norte de Europa -Noruega, Finlandia y Dinamarca-, que detrás de Islandia son actualmente los países con las cifras más bajas de contagios en el Espacio Económico Europeo, están muy por encima.
La cuarentena es sin duda un elemento crucial de la estrategia islandesa: toda personas que tuvo contacto con un infectado debe realizarla sin excepción. Así es como hasta ahora fueron unas 6.144 las personas que dieron positivo en Islandia, pero ya son casi 46.000 las que hicieron cuarentena.
El epidemiólogo Gudnason subrayó que a pesar de la buena situación la relajación de las restricciones, por lo menos las que se estaban dando hasta hoy, debe producirse lenta y cautelosamente. “No creo que el virus haya desaparecido de Islandia. Me preocupa que se haya podido esconder en algún lado”, dijo en una conferencia de prensa.
Con respecto a la vacunación, viene bastante lenta. Se están respetando los órdenes de prioridad que rigen en la mayoría de los países: personal de salud y policial y la gente mayor. Por ahora se llegó al 10% de la población y no se terminó de inocular a la gente mayor de 60. Hay hasta el momento 38.142 personas que recibieron al menos una de las dosis. Y son 19.887 las personas que ya tienen las dos dosis.
La campaña de vacunación se ha visto un poco demorada por los retrasos en la entrega de vacunas de AstraZeneca por lo que los plazos para vacunar a un 50 por ciento de la población se han extendido un mes hasta julio.
A partir del 1 de mayo está previsto un nuevo sistema de ingreso al país, que también podría liberar de la cuarentena a los viajeros que provengan de países con bajo riesgo de infección. Por otro lado el Gobierno de Islandia ha anunciado que permitirá la entrada al país de turistas que estén vacunados de cualquier parte del mundo y de personas procedentes de países europeos considerados de “bajo riesgo”.
SEGUIR LEYENDO: