1 de cada 6 mujeres sufre de pérdida de pelo. La pandemia del coronavirus hizo que en los últimos meses se incremente la consulta por la caída del cabello ya que nos puso frente a frente con el piso y la única vista era los cabellos en todos los ambientes de la casa.
Lucas Ponti, dermatólogo, miembro de la SAD comenta que la frase caída de pelo hace pensar muchas veces en los hombres, pero realmente esta patología no distingue sexo. “El 90% de las mujeres afirman experimentar la pérdida de cabello. El 40 % de han consultado o padecido una caída de cabello que les generó preocupación”.
En los últimos meses la consulta por caída de cabello se hizo recurrente en el consultorio. Muchas veces esto lleva a las mujeres a llegar desesperadas a la consulta porque se les cae el pelo, descubren que el cabello tiene menos densidad o volumen y otro grupo que se les cae, tienen pelo fino y se les empieza a visualizar el cuero cabelludo. Esto se trata de efluvios y alopecia.
Los efluvios, son muy frecuentes en distintas etapas de la vida, especialmente en la edad media de la vida entre los 30 y los 50 años. A los 20, 30, 40 años, es muy frecuente expresar una pérdida transitoria del cabello. Generalmente se pierde mucho pelo, pero en este caso no origina ninguna zona sin cabello. Sí se pierde volumen y densidad.
Entre las causas más comunes están los cosméticos (alopecia por cosmética capilar como las tinturas, alisados, calor permanente como el uso de secador, planchitas, que son traumatismos que hacen caer el pelo), también ciertos medicamentos pueden provocar aumento de caída al igual que estilos de vida como el veganismo o vegetariano, anorexia, dietas extremas o falta de hierro y vitamina B12.
En la mayoría de los casos, los efluvios son transitorios y se resuelven solos, como por ejemplo en el caso de embarazo, o situaciones de estrés. Es importante suspender todo lo que es traumático para el cabello, evitar exceso de peinado, evitar calor, y si ya lleva más de 3 o 4 meses se indican estudios.
“Ya cuando encontramos zonas donde la falta de cabello deja ver el cuero cabelludo, se trata de alopecía y en este caso es importante la consulta al dermatólogo. Para poder tratarlo en forma adecuada. El tipo de tratamiento va a depender de la edad de la mujer, si es pre menopáusica o post, en ambos casos el tratamiento es farmacológico y dan excelentes resultados”, indicó Ponti.
Alimentación: una potente arma
La nutricionista Laura Romano destaca que desde la alimentación podemos ayudar a darle batalla a este problema y buscar consumir alimentos que nos ayuden a fortalecer el cabello. Para la especialista “mucho podemos hacer desde nuestra alimentación, ya que la caída puede estar relacionada con la falta de algunos nutrientes fundamentales. Desde las proteínas y el zinc que forman parte de la estructura del cabello, hasta el hierro y otras vitaminas y minerales que son indispensables para el crecimiento y fuerza capilar”.
Asimismo Romano destaca que por ejemplo el ayuno prolongado, las dietas muy bajas en calorías como así también la alimentación vegetariana y/o vegana, si no son controladas por un especialista, pueden causar la pérdida del cabello debido al déficit de nutrientes esenciales.
¿Qué podemos comer para lucir nuestro cabello fuerte y hacer frente a la caída libre del pelo?
Los nutrientes más importantes para una buena salud capilar son: proteínas, hierro, zinc, biotina (vitamina B8), vitamina C y Omega 3.
Carnes: alto contenido de hierro y proteínas. En caso de no consumir carne se pueden cubrir los requerimientos con una complementación de legumbres, cereales, vegetales de hoja verde y frutos secos.
Nueces: contienen grasas omega 3 que contribuyen a mantener la estructura de la fibra capilar y estimular su crecimiento. Además, contienen zinc, selenio y vitaminas del grupo B al igual que otros frutos secos como almendras, castañas y avellanas, que también cumplen esa función anticaída.
Huevos: nada como sumar huevo todos los días para un pelo más sano y fuerte. La yema del huevo es una de las principales fuentes de biotina, una de las vitaminas clave para la salud del capilar. Además, contiene proteínas de alto valor biológico, vitamina B12, hierro, zinc y grasas poliinsaturadas todos esenciales para reducir y evitar la caída de cabello.
Pescados y mariscos: los pescados azules como el salmón y las sardinas son fuentes de Omega 3 y éstos junto al resto de las especies nos aportan proteínas de excelente calidad, magnesio, zinc y selenio.
Legumbres: los porotos, garbanzos, lentejas y arvejas son fuentes de proteínas, hierro, zinc, biotina y el resto de las vitaminas del grupo B que son esenciales para un buen pelo.
Avena y otros cereales integrales: los granos enteros contienen fundamentalmente vitaminas del complejo B como así también zinc y selenio. El refinamiento de los granos que se realiza para obtener harinas blancas, hace que se pierdan estos nutrientes esenciales.
Vegetales y frutas de colores variados: cada color representa a un grupo de vitaminas y minerales, por eso si consumimos habitualmente todos los colores nos aseguraremos una alimentación completa y balanceada a nivel micro nutricional.
Sabemos que una alimentación saludable debe ser variada y equilibrada sin excluir ningún grupo de alimentos, pero también es importante saber que es posible convivir comiendo la mayor parte del tiempo alimentos saludables y dejar un pequeño porcentaje para aquellos alimentos poco saludables que forman parte de nuestra cultura, nuestras costumbres y nuestra vida social y no por ello dejaremos de ser personas sanas.
“Si buscamos hacer saludable el cien por ciento del tiempo es muy probable que no logremos sostenerlo a largo plazo y así nos alejaremos del objetivo final que es sostener buenos hábitos para toda la vida”, finaliza Laura Romano.
Para el estilista Nacho López Fagalde, la caída del cabello es un tema que preocupa en cualquier época del año. En las mujeres se puede detectar, sobre todo, en los cabellos que quedan en el cepillo, en los que se dejan en la ducha, en los que quedan en la almohada y en los que se quedan en los hombros. Si bien es normal encontrar cabellos en el cepillo, cuando lo vemos en exceso ahí es cuando debemos prestar atención a que está sucediendo en nuestra rutina que pueda ocasionar.
Para el estilista lo ideal es diagnosticar que es lo que provoca esta caída, ya que pueden ser varios factores. Por eso es muy importante adquirir buenos hábitos en el cuidado del cabello.
“Es clave prestar atención en cada cosa que hagamos. Cuando lavamos el cabello es importante a la hora del secado con la toalla, que sean movimientos suaves, para evitar enredarlo y que al cepillarlo sea lo más delicado posible. Si estas acostumbrada a secarlo con secador es importante no exagerar el tiempo que uno lo usa. Ya que el exceso de calor a la largo lo daña. Al igual que las bucleadoras y planchita, con una sola pasada deberíamos lograrlo, para nuevamente evitar el exceso de calor”.
Por último el estilista subraya que además hoy hay una gama muy amplia de productos que incorporarlos a la rutina de belleza garantizan resultados extraordinarios, como es el caso de la líneas especialmente diseñadas para esta problemática que poseen componentes activos como el aminexil, células madre y raíz de jengibre, que en su combinación dan resultados extraordinarios. Esas líneas incluyen en el cuidado desde los bain, las máscaras hasta los serum, protectores térmicos entre otros. Me gusta porque no solo trata la problemática, sino que lo nutre y cuida en profundidad.
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