Lenguaje no verbal: qué dijeron Alberto Fernández y Cristina Kirchner con sus gestos

El mandatario abrió las sesiones ordinarias del Congreso ante la Asamblea Legislativa. Infobae dialogó con expertos en comunicación verbal y no verbal para analizar las palabras y la gestualidad del Presidente y la vicepresidenta

El presidente de la Nación, Alberto Fernández, abrió hoy el período 139 de sesiones ordinarias en el Congreso

Fue una asamblea atípica. Alberto Fernández abrió este lunes el período 139 de sesiones ordinarias en el Congreso, con un discurso que había preparado en soledad en la Quinta de Olivos. Se presentó en el recinto de la Cámara baja sin invitados especiales y con la Corte Suprema conectada en forma virtual. Tampoco estuvo acompañado de todos sus ministros: Carla Vizzotti, por haber contraído COVID-19, y Santiago Cafiero, por haber sido contacto estrecho, siguieron la apertura de sesiones de forma remota.

Su segundo discurso frente a la Asamblea Legislativa se dio en medio del escándalo político que desataron los vacunados VIP por el que renunció su ministro de Salud, Ginés González García, polémica a la que aludió con sus palabras el lunes al mediodía.

“Dicen que el papel lo resiste todo. Los políticos lo saben. El discurso escrito puede establecer las fronteras allá donde quiera. Lo que no resiste el político ni su papel es el gesto”, afirmó en diálogo con Infobae Carlos Celaya, periodista y estratega de comunicación.

A las 11:38, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa iniciaron formalmente la Asamblea. Se izó la bandera y se entonaron las estrofas del himno nacional argentino. La vicepresidenta había arribado con el barbijo en la mano, y no se lo puso en ningún momento. Alberto Fernández arribó al Congreso a las 12 en su automóvil particular, escoltado por Granaderos, y al ingresar prosiguió a rubricar los libros, siempre con el tapabocas bien puesto.

Cristina Fernández de Kirchner caminando por delante del mandatario

“La previa del discurso, es decir, la llegada del Presidente al Congreso, como sucedió el año pasado, estuvo marcada desde la comunicación no verbal por el comportamiento de Cristina caminando siempre por delante, y realizando gestos de estar explicándole algo al Presidente”, explicó a Infobae Sergio Rulicki, doctor en Comunicación Social y experto en lenguaje no verbal. “Ambos son marcadores de dominancia”, resaltó.

Al entrar al recinto, Fernández se quitó la mascarilla, agradeció a Fernández de Kirchner y comenzó su discurso: “Llego con mis convicciones intactas y el corazón abierto de quien puede reconocer errores y con la certeza de que unidos pudimos dar pasos históricos”.

Nunca bajamos los brazos, ni ante la inclemencia del contagio ni ante la crítica injusta”, profirió antes de destacar la manera en la que su gobierno lidió con la pandemia: construimos 12 hospitales en tiempo récord. Nuestros trabajadores de la salud dieron un ejemplo. Nuestros empresarios se movilizaron junto al Estado, Iglesia y movimientos populares”.

Fernández hizo referencia al escándalo de la vacunación VIP: “En este plan hay prioridades muy claras. Las reglas se deben cumplir. Si se cometen errores, la voluntad de este Presidente es reconocerlos y corregirlos"

En un segundo tramo, Fernández hizo referencia al escándalo de la vacunación VIP: “En este plan hay prioridades muy claras. Las reglas se deben cumplir. Si se cometen errores, la voluntad de este Presidente es reconocerlos y corregirlos. Cuando dijeron que esas reglas fueron transgredidas, aun cuando en lo personal me causaba mucho dolor, tomé las decisiones que correspondían”.

“Alberto Fernández produce una risita extemporánea cuando dice ‘privilegio’ refiriéndose a las vacunas. Es una estrategia de minimización”, remarcó Rulicki.

“En el contexto de un discurso leído, largo, lleno de lugares comunes y argumentaciones que ya hemos escuchado muchas veces (excepto por la referencia a la industria del cannabis), no hay mucho que decir sobre el lenguaje de los gestos a partir de un análisis rápido, a simple vista”, analizó Rulicki. “Podrían estudiarse los errores de dicción, que fueron muchísimos, ya que suelen estar relacionados con pensamientos y emociones contradictorias con el sentido deliberado del discurso. Por ejemplo, cuando dijo ‘Intistuto para la Movilidad’. O cuando dijo: ‘hemos trabajado durante el 2020 con el Cansejo Agro-Industrial Argentino’”.

Rulicki aclaró: “No hubo ningún cambio notorio en la comunicación no verbal de Alberto Fernández con respecto a ningún tema. Se mantuvo siempre dentro del rango del mismo comportamiento basal. Estuvo muy concentrado en leer su discurso y no desviarse ni improvisar, ni mostrar reacciones emocionales intensas”.

“Como dato de color, puedo señalar que antes de hablar de crecimiento del comercio y recuperación de los empleos perdidos durante la pandemia, Alberto Fernández se rascó la frente, señal de duda, de falta de confianza sobre lo enunciado”, agregó.

“No hay que olvidar que los gestos no tienen un significado que se pueda buscar en el diccionario, en todo caso, la lectura es interpretativa”

Según Celaya, “Fernández mostró en su discurso que sus palabras pueden ser las que sean pero el gesto no le acompaña. Sencillamente se limitó a leer un informe como los que se leen en una reunión de consorcio. Apenas le vimos los ojos, su cuerpo casi no dejaba su postura de profesor leyendo ante alumnos con ritmo monótono, solo roto por los errores de lectura. Tampoco había alegría ni emociones contenidas, ni la empatía necesaria con una población agotada”.

Una de las elecciones de vocabulario que más llamaron la atención fue su referencia a líderes y “lideresas”. Según la doctora en Lingüística Silvia Ramírez Gelbes, “es correcto y está perfecto el femenino. Todo el tiempo habla con la duplicación –”argentinos y argentinas”, por ejemplo–, no hubo allí una marca distintiva”. Sin embargo, sí hubo un error al usar la palabra “sujetas”: “No está aceptado como femenino de ‘sujeto’, pero sí está registrado en distintos discursos”.

La vicepresidenta fue la que realizó los gestos clave de la jornada. Cuando el Presidente hizo referencia al uso del cannabis medicinal –“La industria mundial del cannabis medicinal triplicará su volumen en los próximos 5 años. El proyecto prevé la utilización del cultivo con fines de industrialización con fines medicinal e industrial”–, Cristina Fernández de Kirchner se mostró sorprendida, lo que fue evidenciado al hacer un gesto con sus cejas, según apuntó la doctora Ramírez Gelbes.

El gesto que más llamó la atención

También destacó el momento en el que hubo un cruce verbal entre el Presidente y Fernando Iglesias, y ella apoyó su brazo en el brazo del mandatario: “Con esa mano le dijo ‘No le hagas caso’, ‘quedate en el molde’, ‘no le respondas’”, analizó Ramírez Gelbes. “En algún sentido, quiere decir que ella es su ‘mentora’ y puede, al mismo tiempo, protegerlo y darle una orden. Pero no debe entenderse como deliberado. Es notorio que hoy Cristina se controla para no intervenir”.

Pero aclara: “No hay que olvidar que los gestos no tienen un significado que se pueda buscar en el diccionario; en todo caso, la lectura es interpretativa”.

A la experta le llamó la atención que no se pusiera el tapabocas: “Lo que no es claro es por qué ella llegó y siguió sin barbijo. Ya se sabe que está vacunada, pero ¿no sería positivo –en términos comunicacionales como mínimo– que tuviera un barbijo puesto?”.

Colaboración: Valeria Chavez y Macarena Sánchez

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