La industria textil durante el 2020 fue una de las más golpeadas por la pandemia del coronavirus. Esta llevó a tener las puertas de fábricas y sus locales cerrados y por lo tanto no poder continuar con las ventas y mucho menos los diseñadores presentar sus nuevas colecciones en las pasarelas más importentes del mundo.
Sin embargo, tiempo después apareció la llamada “moda pandémica”, que incluyó a los tapabocas fashionistas y otras prendas anti COVID-19 diseñados por los expertos en moda, quienes tuvieron que salir a reinventarse ante la crisis sanitaria que impactó a nivel global.
En Argentina, los diseñadores y fábricas textiles tampoco se quedaron atrás ni bajaron los brazos. El año pasado tres proyectos, con tres historias diferentes apostaron a seguir de pie e innovaron en su historia en la industria de la moda con nuevos caminos para enfrentar la pandemia del COVID-19 y ofrecerles a sus clientes un nuevo producto que cuide ante este nuevo virus.
Uno de los proyectos es de Sebastián Prado y de Joile Álvarez Castro, odontólogo. Amigos de la infancia que en 2009 se juntaron en un café y se propusieron hacer algo distinto para la vestimenta de los médicos. Aquel día se gestó el nacimiento oh! wear, una empresa que ya tiene más de 11 años y continúa marcando tendencia en el rubro de uniformes para los profesionales de la salud.
Estos amigos buscaron tener con su proyecto,algo diferente, que sea fusionar la moda y el ámbito de la salud y con ello lograron como resultado, uniformes llamativos, telas más cómodas, diferentes estampados y una nueva paleta de colores. Además de los ambos, en los últimos años la marca incorporó accesorios como calzado, cofias, bolsos, anteojos de protección y carteras con el objetivo de continuar ampliando su línea de productos y ofreciendo nuevas experiencias.
Como el 2020 estuvo marcado por la pandemia del COVID-19, a ellos también les afectó, y el desafío desde sus inicios y más aún en crisis siempre fue encontrar telas alternativas a las tradicionales, y crearon un ambo anti coronavirus: “De todo se aprende, el COVID-19 nos sirvió para redefinir prácticas, rever procesos y actualizar formas de trabajo”, comenta Prado.
Así fue como crearon el ambo con la tela “Biotec”, un género con un textil argentino que es antibacterial, diseñado para inhibir al virus SARS-Cov 2 con un 99,83% de eficiencia en tres minutos. Este fue creado especialmente para el COVID-19. “El método de aplicación de nano partículas y los iones de plata, permite garantizar la durabilidad por 30 lavados y ser hipoalergénico para el ser humano. Esta nueva tecnología inhibe además la proliferación de hongos y bacterias, causa habitual de infecciones hospitalarias como neumonía, infecciones urinarias, candidiasis, meningitis, endocarditis, entre otras. Luego de los 30 lavados, se sigue utilizando como un ambo normal, ya que la tela no cambia, solo pierde efectividad el componente”, explican sus creadores.
El segundo proyecto, tiene como protagonista, un accesorio que se hizo vital para el uso cotidiano para proteger a todo el mundo de la pandemia del coronavirus y así evitar los contagios masivos: los tapabocas.
Diseñadores, marcas y empresas textiles pusieron a disposición sus telas para confeccionar barbijos en tiempo récord y tener producción. Fue así como la textil Santista, líder en América latina, creó un nuevo patrón de tejidos con protección antiviral, inclusive contra el COVID-19, para aplicar en la confección de prendas convencionales e indumentaria específica para segmentos como Sanidad, Alimenticio, Frigoríficos e Industria en general.
Este textil fue testeado por el Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de San Pablo, referente internacional en investigación y se mostraron eficientes para desactivar al nuevo coronavirus en tan solo 3 minutos, con una efectividad del 99.8%.
Esta nueva tecnología inhibe además la proliferación de hongos y bacterias, causa habitual de infecciones hospitalarias como neumonía, infecciones urinarias, candidiasis, meningitis, endocarditis, entre otras.
Una de las características más importante de este nuevo producto es que fue verificada su efectividad incluso después de 30 lavados (lavados caseros), proporcionado así la posibilidad de reutilización de la indumentaria luego de ser lavada. La línea también puede ser aplicada en la producción de tapabocas de uso no profesional, colaborando en la lucha contra la propagación del coronavirus.
La tercera historia es de Eliho Textil, una empresa familiar que tiene más de 35 años en el rubro textil y son una fábrica de medias, que hace ya 10 años sintieron la necesidad de darle un giro a su proyecto para buscar nuevos nichos y mercado.
Así fue entonces como empezaron a buscar nuevos hilados y tecnologías para poder aplicarlas a sus productos, y encontraron en Estados Unidos una fibra de plata textil llamada X-STATIC que cambió rotundamente sus textiles. Según cuentan a Infobae, esa fibra les permite fabricar todo tipo de textiles con características y beneficios únicos, pero también innovar y desarrollar productos que nunca existieron en el mercado Latinoamericano.
La fibra de hilo de plata se encarga de eliminar las bacterias, los hongos y el mal olor de las prendas textiles logrando que éstas sean lavadas con menor regularidad. Este tipo de productos generan beneficios en la higiene y la salud de los pies sin necesidad de lavarse o cambiarse las medias todos los días. “Esta es una de las innovaciones a la que apostamos como futuro de los tejidos. Prendas textiles sustentables con un plus de beneficios con el máximo confort y cuidado”, concluyó Damián Duek, su dueño.
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