La bisexualidad -la B en LGBTQ+- es una identidad sexual con muchos conceptos erróneos a su alrededor. No todo el mundo cree que sea una verdadera orientación; se ha descrito como una fase temporal antes de que una persona se declare lesbiana o gay, por ejemplo. Pero la bisexualidad es una identidad real, y aquellos que se identifican como bi están un poco cansados de ser malinterpretados.
En pocas palabras, “bisexual” y “bi” son términos generales para las personas que “reconocen y honran su potencial de atracción sexual y emocional hacia más de un género”, según el Bisexual Resource Center (BRC) sin fines de lucro, la organización bisexual nacional más antigua de los Estados Unidos.
Las personas pueden experimentar estas atracciones de diferentes maneras y grados durante su vida, y las personas bisexuales no necesitan haber tenido experiencias sexuales específicas (o, para el caso, ninguna experiencia sexual) para identificarse como bisexuales, según la organización LGBTQ+ Alianza de Gays y Lesbianas contra la difamación o GLAAD por sus siglas en inglés.
Existe la idea errónea de que las personas bisexuales tienen que tener una pareja de cada género para estar satisfechas, lo que implica que es más probable que sean sexualmente activas o infieles, aunque muchas personas bisexuales son felices y fielmente monógamas. Otro concepto erróneo sobre la bisexualidad es que una persona no puede saber realmente que es bisexual a menos que haya tenido intimidad con un hombre y una mujer.
“La bisexualidad no es una orientación flexible y cambiante como se cree, no pasa de un lado a otro según cómo nos levantemos a la mañana. Tienen sus razones asociadas a la atracción, al amor y al sexo, pero no discurre entre una y otra cosa. Será revelada en la medida que se den ciertas condiciones para sentirse atraído por otra persona. No supone que si un hombre está enamorado y tiene un proyecto de pareja con una mujer andará buscando con el rabillo del ojo la presencia de un hombre (o viceversa) para satisfacer la otra parte en carencia. En realidad, existe la condición previa, amorosa y sexual para estar con uno u otro sexo sin desesperaciones para satisfacer la parte faltante”, aseguró en diálogo con este medio Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo.
La bisexualidad no se limita a los géneros binarios de hombre y mujer. Las personas bisexuales se sienten atraídas por personas del mismo género y de otro u otros géneros, incluidas las personas transgénero.
“La bisexualidad no es una orientación nueva, nace con la humanidad, con más libertad en los griegos y luego la opresión de la Edad Media y las religiones monoteístas. Sin embargo, el ocultamiento ha sido una constante. Si la homosexualidad estaba tras la puerta del closet, la bisexualidad ocupaba el lugar más atrás. La idea de que la bisexualidad encubre la imposibilidad de definir la homosexualidad, o bien que los bisexuales son una especie de híbrido que no termina de asegurar su orientación, sigue tan vigente como antes”, añadió el especialista.
¿Qué desafíos enfrentan las personas bisexuales?
Dejando de lado los conceptos erróneos, las personas que se identifican como bisexuales pueden experimentar lo que se conoce como “borrado bisexual”. Se les lee como heterosexuales con una pareja de otro género, y se les lee como gay o lesbiana cuando están con una pareja del mismo sexo.
Algunas personas que no se identifican como bisexuales asumen que la bisexualidad es “solo una fase”. Los bisexuales identificados como hombres, en particular, pueden experimentar la incómoda intersección de la homofobia de posibles parejas identificadas como mujeres, mientras que los bisexuales identificados como mujeres pueden tender a ser hipersexualizados debido a las fuerzas culturales del sexismo y la misoginia.
Además, las personas bisexuales pueden no sentirse completamente aceptadas en la comunidad LGBTQ+ más grande, lo que puede llevar al aislamiento y la falta de apoyo. Las conversaciones sobre los derechos LGBTQ+ a veces pasan por alto la letra B, sin mencionar las necesidades de la comunidad bisexual. Las personas bisexuales que están en relaciones monógamas con alguien de otro género, como una mujer casada con un hombre, a veces son vistas como no bisexuales.
Para Ghedin, “la dificultad que tienen los individuos bisexuales para salir del closet tiene una repercusión sobre su vida psíquica, siendo más frecuentes los cuadros de ansiedad y depresión. Los bisexuales ambivalentes (centrados en el dilema de salir o no salir del closet) y los vigilantes (en estado de alerta para no ser descubiertos) son los que más sufren. Los bisexuales autoafirmados (son los que han conseguido salir del armario y afirmar su identidad sexual) están más preservados del sufrimiento psíquico. Este último grupo es el que puede afrontar su situación sentimental y sexual sin vueltas y sincerarse con el otro”.
¿Por qué es importante comprender la bisexualidad?
Para aceptar y comprender la sexualidad como un espectro y no como un binario, es imperativo que la sociedad comprenda y afirme la bisexualidad. Cuanto más se validen identidades como la bisexualidad, más seguras se sentirán las personas identificadas con estos términos y más espacio tendremos como individuos en una cultura donde se mantienen visiones más matizadas de la sexualidad y la orientación sexual y romántica.
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