Ni las proyecciones más específicas hubieran podido dar con el panorama que atravesamos hoy en día. La escala de crecimiento de la pandemia originada por el COVID-19 ha puesto en jaque todos los protocolos a nivel global. Dentro de este contexto, las relaciones personales y contacto físico han cambiado sus costumbres para siempre pero dentro de la revolución social que esto generó solo una actividad persiste y, de hecho, se ha intensificado notablemente: el uso de Internet, celulares y dispositivos tecnológicos.
Increíblemente en este contexto adverso, las citas online se han mantenido vigentes durante este periodo de confinamiento. Es por eso que Second Love, el sitio de citas online exclusivo para infieles, realizó una encuesta anónima a sus usuarios de Argentina y reveló que el 50% de los usuarios utiliza el portal en igual medida que antes de la pandemia, el 88% de ellos ha tenido una sola cita durante la cuarentena y el 85% de ellos confirmó que ha tomado todas las medidas de distanciamiento social y no contacto físico por miedo al contagio al encontrarse. Sin embargo, más de la mitad declaró no tener miedo de contraer la enfermedad en una cita.
Paralelamente, los resultados revelan que sólo el 40% de los usuarios declaró haber utilizado las videollamadas para intimidar o tener una cita virtual, y que 8 de cada 10 confiesan que la cuarentena aumentó su deseo de conocer otras personas por fuera de sus relaciones estables.
“En la actual situación de confinamiento social, muchas parejas se enfrentan a una convivencia de tiempo completo -veinticuatro por siete-, no solo duermen juntos, sino que desayunan, almuerzan, meriendan, cenan, trabajan, cocinan, van de compras, limpian y hasta hacen actividad física juntos. Es posible, que para algunos esta escena algo atípica sea un pleno disfrute, una oportunidad única de compartirlo todo con el otro. Sin embargo, la lógica del todo, del full time, suele ser para muchos agotadora y complotar contra el deseo”, aseguró en diálogo con este medio la psicoanalista Agustina Fernández, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
Para la especialista, “el deseo se enciende con lo que no se tiene, con aquello que falta, incluso con lo prohibido”. “El encierro obligado por la pandemia es vivido por muchos sujetos como un atrapamiento que les resulta asfixiante y el impedimento de salir les es subjetivamente insoportable. Son diversas las formas subjetivas de vérselas con eso, para algunos la respuesta aparece por el lado de la transgresión. El ‘salir transgresivo’ se convierte en aire fresco que los vitaliza. Y claro, dependerá de cada quién, si saldrá a caminar por la calle, a tomar café con amigos, a una partida de póker o los brazos de un amante”, añadió Fernández.
A su vez, según los registros del sitio, el comportamiento de los usuarios de Latinoamérica, y específicamente en Argentina, es más o menos el mismo que en Europa. Al comienzo de la pandemia hubo una caída en el uso por parte de los usuarios frecuentes pero después de algunas semanas, el tráfico volvió a aumentar porque la gente se aburrió durante la primera etapa de la cuarentena y pasaron mucho más tiempo en línea de lo que normalmente estaban. Actualmente, la presencia online de los usuarios sigue siendo bastante alta y frecuente en el sitio: se incorporan mil usuarios por mes aproximadamente, esos son registros records para el portal desde sus inicios. En cuanto a los horarios y la permanencia en el sitio, estos también cambiaron: antes el que predominaba era el horario laboral, ahora la actividad comienza en el post-home office, desde las 18 horas en adelante.
“Cuando se declaró la primera etapa de la cuarentena hubo una baja aproximadamente del 20% del uso de la plataforma, luego a partir de los 4 o 5 días aproximadamente se regularizó. Los usuarios se hicieron la idea de que esto llevaría un tiempo largo y volvieron a visitar el portal pero hubo un cambio en el comportamiento: ahora lo utilizan de manera más frecuente pero tienen poca permanencia, esto puede ser asociado a la falta de espacio e intimidad ya que están con sus familias todo el día”, aseguró Anabella Santos, manager regional de la compañía. Y agregó: “A su vez, los usuarios declaran de forma anónima que también les gusta permanecer en el sitio para poder flirtear (coquetear), que eso los mantiene vivos y los levanta un poco el ánimo en este momento tan difícil”.
Si bien la cuarentena puede dificultar la conexión con una pareja extramarital, un aumento reciente en los nuevos usuarios de sitios de parejas sugiere que muchas personas están preparadas para el desafío. Según Paul Keable, director de estrategia de Ashley Madison, el sitio promedia más de 16.000 nuevas suscripciones por día, en comparación con las 15.000 en 2019, y esos números parecen aumentar a medida que avanza la cuarentena.
Keable compara el aumento de la cuarentena actual con un aumento en las suscripciones de usuarios que Ashley Madison suele ver en las primeras semanas de enero, después de que un período prolongado de tiempo en casa con la familia durante las vacaciones puede haber expuesto y profundizado las fracturas que a menudo provocan que las personas comiencen saliendo fuera de sus relaciones primarias. “Lo que está sucediendo aquí es ese mismo tipo de fenómeno”, asegura, y agrega que espera ver que el tráfico del sitio continúe aumentando “exponencialmente” mientras persistan los bloqueos.
Por su parte, el sitio web Licit Encounters ha visto un aumento del 18% en la actividad de los miembros masculinos, y un aumento del 12% de los miembros femeninos en las últimas semanas. Más de la mitad de estos hombres dijo que había iniciado nuevos affaires en las últimas cuatro semanas, y el 74% de ellos mencionó el “aburrimiento” como la razón para buscar nuevos amantes. El 46% de las mujeres se han puesto en contacto con una nueva pareja en ese momento, y la mayoría dijo que la crisis del coronavirus había expuesto la debilidad de su relación y les hizo darse cuenta de que necesitaban “un nuevo estímulo”.
De acuerdo la psicoanalista Fiorella Litvinoff, el tedio y el confinamiento producen la búsqueda de estímulos -muchas veces sexuales- que permitan trascender el encierro que si bien es necesario, genera opresión y una necesidad de liberación. “En estos casos, se suele buscar a un tercero para desplegar la sexualidad y las fantasías que se encuentran obturadas”, indicó la especialista en diálogo con este medio.
Las personas que están insatisfechas con su relación actual tienen más probabilidades de explorar opciones alternativas y el mayor estrés de la pandemia puede estar contribuyendo a percepciones más negativas para las personas tanto de su pareja como de su relación. El hecho de que las parejas no puedan escapar el uno del otro tampoco ayuda a disipar la situación, y los consejeros matrimoniales pueden ser de difícil acceso debido a contratiempos económicos o medidas de distanciamiento social.
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