Se ha vuelto recurrente el debate sobre otros dilemas de salud que la población mundial viene sobrellevando producto de la enfermedad COVID-19. En múltiples estudios se han visto reflejados desamparos en la atención, recrudencimiento de patologías, interrupción de tratamientos y aparición de nuevas enfermedades.
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha explícitamente mencionado el peligro que se esconde detrás de los comportamientos alimentarios como una reacción de respuesta ante la depresión, ansiedad o estrés que se ha generado a partir del confinamiento. Ayushi Dixit, psicóloga clínica del centro de rehabilitación Kotdwara de India, lidera un equipo que ha dedicado un informe que releva el comportamiento de los sujetos en términos de atracones.
Uno de los primeros trabajos en este campo se llevó a cabo en Barcelona por un equipo del Hospital Universitario de Bellvitge‐IDIBELL, el CIBER Fisiopatología Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) y el Instituto Salud Carlos III (Madrid). Allí se expresa: “La pandemia tendrá importantes repercusiones clínicas para la salud mental y puede producir cambios sustanciales en las estrategias diagnósticas y terapéuticas habituales”.
Ingesta angustiosa
Durante la fase de bloqueo de COVID-19, las personas experimentan ansiedad y colapso emocional. A medida que las personas enfrentan días de aislamiento en casa, esto crea una condición ideal para participar en actividades en línea y ver televisión.
Dado que las fuentes de recreación son limitadas en el hogar, Internet y la televisión son de fácil acceso, disponibles y, por supuesto, asequibles; lo que puede derivar en atracones de observación. Las personas que son ávidos de ver videos de atracones en línea a menudo ven varios episodios de una sola vez. Teniendo en cuenta este hecho, la teleindustria está gastando en hacer series web que obligan a las personas al binging y a promover este comportamiento; a menudo todos los episodios de una temporada particular de series web se lanzan simultáneamente.
En la situación actual de la pandemia de COVID-19 con un estado de bloqueo global, ya que la gente tiene poco que hacer, parece haber un aumento en los atracones. Este estudio tuvo como objetivo determinar el patrón de atracones de televisión, recursos de Internet durante esta pandemia de COVID-19 en los países del sudeste asiático.
Durante el período de bloqueo, el 73,7% afirmó que tuvo un aumento considerable de exposición a episodios de atracones en un tiempo promedio de 3-5 horas (17,3%) y más de 5 horas (11,5%) de atracones. La principal plataforma utilizada para la visualización ha sido YouTube (52,7%). La frecuencia de los atracones ha sido diaria para el 27,6% de los participantes.
La interferencia causada por los atracones de observación indica que a veces el 39,1% de los participantes experimentó alteraciones del sueño, el 32,3% de los participantes a veces faltó al trabajo. Un total del 27,6% informó que ha intentado controlar sus atracones, pero no lo ha podido hacer. La evaluación de la percepción sobre los atracones de observación indica que el 30,3% de los participantes a veces sienten que se están volviendo adictos, así como el 43,2% de los participantes informa que intentan controlar su comportamiento de atracones y el 29% teme que los atracones interfieran en su trabajo futuro.
En cuanto a las consecuencias de ver atracones, el informe indicó que el 69,5% de los participantes califica la experiencia como perjudicial. El 7% de los participantes desconocía el concepto de atracones. La mayoría de los participantes (52,6%) informa que la principal motivación psicológica para ver atracones es pasar el tiempo y escapar del aburrimiento, el 25% lo usa para aliviar el estrés y el 15,7% lo usa para superar la soledad.
Los medios como medio
Durante el período de bloqueo, aunque se encontró que más de la mitad de los participantes (53,3%) trabajaba desde casa, la mayoría estuvo de acuerdo en que su uso de TV/Internet ha aumentado (73,7%) considerablemente a diario (27,6%). Esto podría indicar que la visualización de atracones se utiliza como un mecanismo de afrontamiento poco saludable, ya que las personas tienden a sustituir las experiencias inaceptables en vivo con la fantasía y la imaginación que generan series web y programas de televisión.
La motivación psicológica encontrada para los atracones ha sido pasar el tiempo y escapar del aburrimiento (52,6%), aliviar el estrés (25%), superar la soledad (15,7%). “Conduce -explican los especialistas- a la satisfacción inmediata de las necesidades. La disponibilidad constante de contenido para ver atracones ayuda en la satisfacción de las necesidades cuando y donde se quiera, lo que resulta en un desequilibrio entre los placeres a corto plazo y los costos potenciales de la exposición a los medios”.
Es demasiado pronto para decir si los atracones resultarán en una adicción conductual o no. Sin embargo, la evidencia existente respalda la asociación de la observación compulsiva con alteraciones del estado de ánimo, alteraciones del sueño, fatiga y deterioro de la autorregulación. Este estudio reveló que los atracones en ocasiones provocan una interferencia significativa en el sueño (39,1%), perturba la realización del trabajo (32,3%) y provoca conflictos con los demás (28,1%)
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