Cada 28 de septiembre se celebra el Día Mundial contra la Rabia (DMR) para promover la lucha contra esta enfermedad, aumentar la concientización sobre su prevención y conmemorar los logros alcanzados.
La rabia está presente en todos los continentes y afecta a más de 150 países. En el mundo, la enfermedad es responsable por cerca de 60.000 muertes humanas anualmente y en la gran mayoría de los casos humanos, el perro es la fuente de infección.
Por ejemplo, en la región de las Américas, la OPS/OMS a través de PANAFTOSA/SPV-OPS/OMS es responsable de la coordinación del Programa Regional de Eliminación de la Rabia Humana Transmitida por el Perro, proporcionando cooperación técnica a todos los países de esta región desde el año 1983.
Las Américas han logrado reducir drásticamente la incidencia de la rabia humana transmitida por perros en cerca de 98%, con 300 casos en 1983 a 3 casos en 2019. Esta situación y las perspectivas de eliminación de la rabia humana por perro en la región de las Américas ha sido posible gracias a la solidaridad entre los países, el intercambio de lecciones aprendidas, la identificación y priorización de riesgos, así como las acciones de monitoreo y vigilancia epidemiológica en personas y reservorios.
Actualmente, sólo en la región de las Américas, un millón de personas expuestas al riesgo de rabia recibe, cada año, profilaxis post-exposición, entregado de forma gratuita por los servicios de salud de los países. Además, cerca de 100 millones de perros son vacunados al año en campañas de vacunación contra la rabia.
En el mes de abril, Argentina, en plena emergencia por el COVID-19, una vecina de la localidad de Ezeiza consultó con la única veterinaria que se encontraba abierta en la zona derivada por la Dirección de Zoonosis de ese municipio debido a que había encontrado a sus gatos jugando con un murciélago que había caído en el patio de su vivienda.
“Le explicamos que el protocolo indicaba que debían aplicarle a sus gatos tres dosis de vacuna antirrábica a pesar de que estaban vacunados recientemente”, dijo a este medio la médica veterinaria Carolina Chavez (MP 10808), una de las propietarias del establecimiento.
Cuando de Zoonosis Urbanas informaron al municipio que el murciélago “había dado positivo a rabia”, activaron lo que se llama “control de foco”, que consiste en “vacunar casa por casa a todos los perros y gatos a 200 metros a la redonda de donde se encontró el murciélago”, puntualizó Valeria Scarone (MP 10066) médica veterinaria y la directora de Zoonosis de la Secretaría de Salud quien explicó que “si hubiese sido un caso de rabia canina o felina tendrían que haberse vacunado en 500 metros a la redonda”.
Las zoonosis son las enfermedades infecciosas que se transmiten de los animales a las personas. El coronavirus es la cuarta pandemia de origen zoonótico del Siglo XXI. El SARS, la gripe Aviar (H5N1), la gripe porcina (H1N1) y ahora el Covid-19.
Las investigaciones más avanzadas hasta el momento en la búsqueda del animal que originó el Covid-19 apuntan a los pangolines. Estos habrían adquirido el virus, que luego mutó, de los murciélagos.
El pangolín es un animal en peligro de extinción porque es muy solicitado en Oriente. Se lo utiliza en la medicina china, se lo consume como alimento y además su piel y sus escamas son valoradas y solicitadas.
Al principio, los investigadores creyeron que los murciélagos habían sido los que directamente contagiaron el virus a los humanos. Los estudios más recientes (en realidad todos lo son) afirman que el pangolín fue el segundo huésped y que de allí el virus se transmitió a las personas.
Los científicos todavía no pudieron probar de forma definitiva que ese animal transmisor fue el pangolín aunque todo parece indicarlo. Lo que sí demostraron es que el coronavirus tiene origen animal.
Sin embargo, la primera alarma ocurrió en el año 2002 con la irrupción del SARS, un coronavirus bastante parecido al actual. Tuvo su origen en otro de esos animales salvajes que circulan por los mercados chinos, la civeta. Los contagios fueron poco más de 8400 pero lo que sorprendió fue su alto poder letal. Más del 10 % de los contagiados murieron. Hubo casos en 29 países diferentes.
En 2005 apareció la Gripe Aviar (H5N1). Se originó en la provincia de Cantón, también en China. Era un tipo de gripe que afectaba a las aves y traspasó a los hombres. Los casos no fueron demasiado: un par de centenares de pacientes. Aunque el índice de mortalidad fue altísimo. El 59% murió luego del contagio. Se diseminó por al menos 13 países.
Y en el 2009 se declaró otra pandemia. La de la Gripe Porcina (H1N1). O la Pandemia de la Gripe A. La gripe que concientizó a las poblaciones de todo el mundo de lavarse las manos y que puso en primer plano al alcohol en gel. La infección no se daba a través del consumo de carne de cerdo. El origen estuvo en México y en el Sur de Estados Unidos. Allí se conocieron los primeros casos. De allí se esparció hacia el resto del mundo. Los contagiados fueron millones por lo que no tuvo tanto poder letal. Las estimaciones hablan de que entre el 10 y el 20 % de la población mundial contrajo esta gripe.
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