La industria textil fue una de las más afectadas durante la pandemia. Grandes marcas como Zara, H&M o Primark debieron cerrar sus tiendas a causa del coronavirus por no poder sobrevivir con el e-commerce.
En Argentina, los comercios de indumentaria y calzado debieron cerrar sus puertas de forma obligatoria el 20 de marzo, y paulatinamente, luego de una larga cuarentena y el plan presentado por el Gobierno, si estos comercios no se encontraban situados en avenidas de alta circulación podían abrir, de lo contrario debían permanecer cerrados.
Pero sin dudas, las figuras de esta industria tuvieron que reinventarse para poder pagar los alquileres, sueldos de los empleados y para no cerrar despedirse de sus marcas, que llevan años y años de historias en la industria de la moda argentina.
“Las redes sociales se volvieron una interacción constante con el cliente y eso nos permitió leer lo que el mercado estaba dispuesto a consumir en este difícil periodo. Nuestras clientas nos transmitieron sus necesidades y allí surgió el desafío de redireccionar y ofrecer nuevos productos, salir del target principal de la firma y adicionar artículos acordes a la nueva normalidad”, dijo en diálogo con Infobae, Bruno Sánchez, creador de la firma de calzados Nina Charme.
Es por eso que la marca de calzados creó una línea homewear para todas sus clientas pero siempre sin perder el glamour que los caracteriza. “El home office se volvió una necesidad que salimos a atender con productos específicos, como pantuflas de tendencia, pantubotas confortables y abrigadas, botitas texanas bordadas y zapatillas con un estilo casual, cool y deportivo”.
¿Cómo los encontró a ellos la pandemia Produciendo, entregando productos que se habían vendido en el período de diciembre y febrero y se tuvieron que reinventar asumiendo pérdidas que impactaron como al resto del sector textil. “Nuestro mayor desafío sigue siendo preservar el equipo de trabajo y la calidad de los productos”.
Por su parte, Edith Nicotera, la dueña de Fixo Indumentaria, una marca de ropa sin género, dedicada a la fabricación de camisas y sweaters, debió cambiar el rumbo. “Hicimos un cambio radical, en la primera etapa se fabricaron barbijos descartables con friselina y luego llegaron los tapabocas que ahora se convirtieron en un elemento de moda sustentable”.
Pero a medida que fueron pasando las semanas tuvo que ampliar su producción y pensó en algo más que solo los tapabocas y barbijos descartables. Así fue como llegó la colección de la tendencia del homewear y los pijamas, que son los artículos estrella del invierno 2020.
“Casi sin querer estamos llegando a la nueva temporada de primavera/verano 2021 con la modalidad de ‘quédate en casa’ y ‘cuidate’ y eso conlleva a seguir fabricando ropa linda y cómoda”.
Beatriz Volosin lleva a su cargo la firma Medias Mora y hace varios años ya tienen incorporada su línea homewear. Sin embargo nunca se imaginaron que una pandemia fuera la opción perfecta para poder ser todo un éxito de ventas. “Decidimos cambiarle el nombre y llamarlo ropa de casa y no ropa para dormir”.
“Estas prendas te permiten trabajar cómodamente desde la casa, bajar a pasear al perro y también poder ir al supermercado sin tener que cambiarse, hoy las videollamadas son frecuentes y las realizamos desde el living pero nos exige tener un atuendo acorde sin las estampas y los colores típicos de lo que conocemos como pijamas”, explica Beatriz a Infobae.
La dueña admite que el mundo está cambiando y la pandemia del coronavirus sin dudas dejará instalado el concepto del trabajo en casa y por eso con su marca seguirán buscando ofrecer prendas que se adapten cómodamente a las necesidades y a todos los cuerpos de las mujeres con telas nobles que resistan al uso cotidiano.
Paula Pellegrini es diseñadora de indumentaria y se dedica a realizar vestidos de pret-a-couture como vestidos de novias, 15 años y madrinas pero también tiene ropa urbana para madres e hijas. Sin embargo, con la pandemia, la moda se le presentó de una manera muy diferente.
“Sabemos que la moda y las tendencias responden a las necesidades sociales; aquí es donde las marcas se reinventan. Ante estos cambios de hábitos, los diseñadores comenzamos a crear en base a estas necesidades”, dijo Paula a este medio.
Como muchos otros, también decidió crear tapabocas. “Nos permitió adaptarlos a nuestro estilo, incorporando diferentes géneros, texturas, colores, estampados y modelos”. Luego, la diseñadora sumó una línea más confort, optando por prendas más cómodas, relajadas y de rápido lavado.
La diseñadora comenta que hoy la venta online pasó a ser su principal medio de ventas.
Otra historia es el caso de Vanlon Tejidos, que con sus más de 34 años de trayectoria tuvieron que cerrar la fábrica, pero encontraron la manera para reinventarse y también brindar de su parte solidaridad para la sociedad.
“Con la fábrica cerrada pedimos autorización para la producción de tapabocas y donamos a entidades y regalamos a los clientes. También colaboramos con la casa Garrahan a través de su directora Beatriz Resnik, quien se ocupó personalmente de entregar sweaters a todas las madres de los niños que allí se alojan diariamente”, compartió con Infobae, su director Marcelo Katz.
Para las ventas, Katz explicó cómo lo están llevando a cabo en su marca y dijo: “En estos momentos de pandemia, decidimos conectarnos con los clientes de manera directa asignando líneas telefónicas especiales para ello. Cada cliente tiene un asesoramiento personal para que su compra minorista sea de su total agrado y su compra mayorista le resulte beneficiosa a la hora de comercializar los productos a terceros”.
Estas son algunas de las historias que están atravesando los diseñadores y marcas del sector textil e indumentaria por la pandemia del coronavirus. Muchos pudieron reinventarse y llevar adelante su marca, otros lamentablemente tuvieron que cerrar su emprendimiento o su local de años y años de trayectoria.
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