Las campañas gráficas de las grandes marcas están cambiando. Las pasarelas de las semanas de la moda invitan a modelos que escapan de los estereotipos. Hoy, los protagonistas de la moda son otros; personas que no se ajustan a los parámetros hegemónicos que vienen acaparando la moda desde hace años. Tarde pero seguro, la industria fashionista se adapta a sus tiempos.
La firma italiana Gucci convocó a una joven llamada Ellie Goldstein, de 18 años, con síndrome de Down para ser una de las protagonistas de su nueva campaña de máscara de pestañas y así afirmar que la belleza es para todos.
La joven Goldstein creció en Ilford, Essex, Inglaterra y siempre soñó con ser famosa. Actualmente pertenece a Zebedee Management, una agencia de talentos que promueve la inclusión a través de nuevos cánones de belleza.
“Al talento y a la belleza no les importa cuántas piernas tienes o con qué síndrome naciste. Debemos redefinir la percepción de belleza, discapacidad y diversidad. Y con las oportunidades y el apoyo adecuados de quienes creen en nosotros, podemos hacer que cosas maravillosas sucedan a personas maravillosas”, dice el statement de la web de la agencia.
¿Por qué fue elegida por Gucci? El director creativo, Alessandro Michele, dijo: “Buscaba a una persona auténtica que usara el maquillaje para contar su historia de libertad a su manera y ello es Ellie Goldstein”.
Goldstein nunca ha permitido que la percepción de los demás se interpusiera en la manera en la que quería vivir su vida. “No he tenido ninguna mala experiencia con el síndrome de Down. Creo que se debe a mi personalidad. El único desafío que he afrontado es, quizás, el hecho de que la gente me haga señas o de que hablen con mi madre en lugar de conmigo hasta que se dan cuenta de que me puedo comunicar y de que soy igual que ellos, simplemente quizás un poco más lenta a la hora de aprender algunas cosas”, contó la joven a Vogue.
En el modelaje se inició a los 15 años y contó también a la misma revista que lo mejor de ser modelo es mostrarse a todo el mundo tal cual es. “Me encanta estar frente a las cámaras y demostrar lo profesional que soy. Dejar que el mundo vea que todas las personas con discapacidad pueden ser modelos y actuar”, declaró.
Sobre la campaña de Gucci, dijo: “Es realmente increíble y fabuloso formar parte de una campaña de Gucci Beauty. Me siento muy orgullosa de mí misma, en especial por haber sido elegida para hacer esto. Cuando miro las imágenes me siento feliz conmigo misma, y todos los likes y comentarios en las redes sociales de todo el mundo han sido abrumadores”.
No es la primera vez que una modelo con síndrome de Down es protagonista. La joven Marián Ávila, de 23 años y de nacionalidad española, que estudia para convertirse en modelo y actriz, desfiló en la icónica Semana de la Moda de Nueva York para la firma de vestidos de fiesta Talisha White.
“Quería mostrarle al mundo que no hay barreras”, aseguró la joven a la agencia de noticias Associated Press. Oriunda de la provincia española de Alicante, en el este de España, la muchacha de cabello oscuro y tez clara deslumbró en la pasarela en el salón de baile del Hotel Pennsylvania en el centro de la ciudad, en el espectáculo de la diseñadora que conoció a través de las redes sociales. La joven vistió una serie de delicados vestidos de noche en tonos rojos, rosas y turquesas, mientras sus padres y hermanos observaban desde la audiencia.
Una de las modelos más conocidas en la industria de la moda es Winnie Harlow, que se convirtió en la primera modelo en triunfar en las pasarelas a pesar de tener vitíligo, una enfermedad que le genera la aparición de manchas blancas en la piel debido a la ausencia de melanina.
Para la joven oriunda de Toronto, Canadá, que fue diagnosticada con la enfermedad a los cuatro años, el vitiligo de ninguna manera fue un obstáculo para cumplir sus sueños de triunfar en la moda. A pesar que no fue fácil, a los 19 años llegó a su meta. En el 2018, por primera vez fue convocada por Victoria’s Secret y abrió una de las pasadas del icónico desfile de lencería.
Harlow sufrió todo tipo de burlas de sus compañeros de colegio, que la insultaban y la comparaban con una vaca o cebra debido a sus grandes manchas blancas que contrastaban con su piel oscura.
Otra historia de inclusión en la moda es la de Luc Bruyère. Él es modelo, actor, bailarín y artista. Nació sin su brazo izquierdo pero eso nunca le impidió poder triunfar. Y así fue como Luc fue convocado por Kenzo y Nike para ser protagonista de sus campañas.
“Puede ser difícil encontrar tu lugar dentro de la industria de la moda. Hubo muchas agencias que no me quisieron representar porque pensaron que yo era distinto. La misión de la moda ahora debería ser promover la autoaceptación y abrazar nuestras diferencias”, dijo el modelo a Vogue. “Veo diversidad en editoriales y en campañas, no tanto sobre la pasarela, pero algunas marcas lo están haciendo bien y me encanta la selección de modelos en Vivienne Westwood y Gucci, por ejemplo”, agregó.
Una de las musas más recientes de las firmas de lujo es Adut Akech, una refugiada de origen sudanés de 20 años de 1,75 metros de altura que está triunfando en el universo de la moda.
Vivió en un campo de refugiados en Kenia, pero en el 2007 se mudó junto a su mamá y sus hermanos a Australia. Allí un cazatalentos la descubrió y vio que su destino estaba en las pasarelas. Y así llegó a Saint Laurent en la primavera-verano 2017. Y nunca más paró. Akech marcó historia en las pasarelas de Chanel, siendo la segunda modelo negra en cerrar un desfile en la semana de la moda de París.
Sin embargo, la maison francesa no es la única que quiere que la joven de 20 años protagonice los desfiles o luzca las prendas de las nuevas colecciones. También la convocaron Giambattista Valli, Moschino, Tom Ford, Saint Laurent, Miu Miu, Versace, Valentino y Max Mara. Brilla como nadie en las pasarelas de la semanas de la moda de París, Milán, Londres y Nueva York, encandilando al público con sus piernas largas y un rostro inigualable.
En una entrevista con Vogue Italia, le preguntaron si creía que había suficiente diversidad en el mundo de la moda: “Creo que podría haber más. Ver a una mujer no blanca que vende perfume, por ejemplo, todavía es demasiado raro”. Sobre su piel aseguró: “Es muy oscura, incluso por los parámetros de otras personas de color. Ahora que estoy viviendo en Nueva York, la gente me detiene en la calle, especialmente los afroamericanos, diciendo que desean que su piel sea como la mía. La veo rica, completa, como el chocolate más puro”.
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