NUESTROS AMIGOS SON NUESTROS HERMANOS. PERO ELEGIDOS
En una antigua leyenda oriental, se leía que dos amigos arqueólogos viajaban por el desierto, en un determinado momento, comenzaron a discutir, uno de ellos, propinó al otro una bofetada. Dolido espiritual y físicamente, el agredido escribió en la arena, “hoy mi mejor amigo, me golpeó en el rostro”.
Buscando agua siguieron caminando, hasta que pudieron encontrar un oasis, feliz, el agredido se arrojó primero, ignorando la profundidad del oasis. Como no sabía nadar, comenzó a ahogarse. El agresor, mediocre nadador, arriesgando su vida, se arrojó prestamente, salvando la de su compañero.
Este, ya recuperado, tomó un estilete y escribió en una PIEDRA, “hoy mi mejor amigo, me salvó la vida”. Intrigado el otro le preguntó: ¿Porqué cuando te agredí escribiste en la arena, y ahora escribiste en una piedra?.
Y la cordial respuesta. Cuando un amigo verdadero nos ofende, debemos escribir en la arena, para que el viento del olvido se encargue de borrarlo.
Pero cuando ese amigo nos protege, debemos grabarlo en la piedra de nuestra memoria, donde ningún viento podrá borrarlo.
Expresaba el escritor español, Manuel Tamayo, que la amistad es la comunión de almas entre dos personas virtuosas. Y no se equivoca. Porque los delincuentes sólo tienen cómplices; los interesados, socios; los políticos, partidarios.
Los hombres honestos, en cambio, suelen tener amigos, lo que no significa igualdad de opiniones, sino, respeto por las diferencias.
Suele confundirse amistad con compañerismo. Pero esto, no siempre es amistad. En cambio amistad, siempre es compañerismo, por eso, jugarse por el amigo, no es un merito, es una obligación, porque no solo debemos ser abogados de ellos, sino también fiscales.
Esta conducta nos hará perder amistades. Pero ganar, amigos.
ALGUNOS AFORISMOS PARA SALUDAR EN EL DÍA DEL AMIGO
Al amigo no lo busques perfecto. Búscalo amigo.
No es amigo quien ríe mi risa. Sino, quien llora lágrimas.
Hay amigos tan valiosos que se transforman en necesidades.
Lloramos al amigo perdido ¡y cuantos amigos no ganados!.
La amistad es un valioso tesoro, que requiere dos guardianes permanentes.
No hay amigos desleales. Hay desleales.
Nuestros amigos son nuestros hermanos. Pero elegidos.
Tengo pocos amigos pero… cuánta amistad tengo.
La verdadera hermandad no requiere lazos de sangre.
(*) El autor, José Narosky es un escribano y escritor argentino, reconocido por sus célebres aforismos. Escribió más de 17 mil, de los cuales solo publicó 3 mil.
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