En el medio de un paraíso londinense de contracultura popular entre turistas, adolescentes y punks, se afinca un edén argentino. Adrián (50) y Liliana (49) Cocco, una pareja argentina que luego de la crisis del 2001 emigró a España y más tarde a Inglaterra, son la mente y manos detrás de La Patagonia, una parrilla argentina “de barrio” en la psicodélica y alternativa Camden Town.
“La Patagonia nació del deseo de recrear la calidad, el ambiente y el valor únicos de los populares restaurantes de barrio de Argentina. Lugares informales donde las personas hambrientas van a comer los mismos platos que se han disfrutado una y otra vez de generación en generación. En una ciudad como Londres, donde todos los gustos exóticos pueden satisfacerse, nuestro objetivo es ofrecer simplemente una buena comida y vino cocinados como millones de argentinos todos los días”, reza la página web del restaurante.
Él es chef y ella administradora hotelera. Se conocieron trabajando en un hotel en 1999, después de dos años se casaron y a los seis meses, tras encontrarse con “una Argentina muy complicada”, decidieron irse del país. “Vivir en Buenos Aires era un estrés. Nos escapamos de la inestabilidad social y económica. Nos dimos cuenta que era muy difícil planificar nuestro futuro y el de nuestros hijos en un lugar así. Partimos para España porque Adrián ya había trabajado como chef ahí. Pasamos de vivir en ‘la ciudad de la furia’ a vivir en una zona de playa donde las horas de trabajo parecían unas vacaciones. Nos fue muy bien por dos años, hasta que en el 2009 hubo crisis en España. Siempre que hubo crisis levantamos campamento y empezamos en otro lado. No nos asustaba”, expresó “Lili” en diálogo con Infobae.
Una vez en Londres, hicieron una especie de sondeo de la oferta gastronómica de trabajo y empezaron a mandar currículums a agencias específicas de profesiones. Para Adrián era muy difícil que lo contrataran porque no hablaba inglés, así que decidió buscar trabajo en restaurantes italianos o españoles. Los argentinos no eran una opción porque tener que lidiar con “su arrogancia” le molestaba.
“Consiguió trabajo en un restaurante argentino: La Patagonia. El lugar estaba fundido y con muchísima deuda. Los dueños lo iban a cerrar directamente porque no podían seguir perdiendo dinero. Se la jugó y les dijo: ‘No lo cierren. Déjenme cambiar la carta, ocuparme de todo y probamos un año. Si sale todo bien me convierto en socio del restaurante'. En un año los números repuntaron y se pagaron todas las deudas”, recordó.
Para Adrián, “la cocina es la pasión pero los negocios son la cabeza”. Y eso fue lo que hizo que La Patagonia saliera a flote. Tratar de que todo fuera auténticamente argentino sin tener miedo a si iba a ser aceptado o no, fue una de las grandes claves. El oriundo de la ciudad de Córdoba, se interesó por la comida aproximadamente a los 12 años y sus primeras influencias culinarias fueron de su madre, a quien le encantaba cocinar para su familia.
“Cocco -como le dice ella- es de la localidad de Noetinger. Su familia era muy pobre pero en su casa se cocinaba de todo. Eso es lo que hace a esa personalidad tan arriesgada y creativa. La pasión que lo motivó surgió de la necesidad de generar por no poder esperar nada de nadie”.
Hoy, la parrilla “de barrio” al mando de Cocco, ofrece carnes o verduras a la parrilla, pasta fresca hecha a mano, delicioso vino de Mendoza, así como una selección de postres tradicionales. Una vez al mes, ofrecen shows de tango en vivo. Algunos músicos los visitan de gira desde Argentina, mientras que otros forman parte de la pequeña pero próspera comunidad argentina londinense.
“Cocinamos nuestras carnes y verduras a la parrilla. Además, tenemos un menú completo con muchos platos clásicos que no son a la parrilla, como pasta, milanesas y nuestra propia receta de chorizos. Además de cortes argentinos de solomillo, costilla y filete (todos de ganado grass fed) también ofrecemos una costilla muy sabrosa que es nuestro ‘asado de tira', entraña, bondiola y bife de cordero. Tenemos una buena selección de algunos de los mejores vinos de Mendoza, los precios comienzan en solo £15 por botella para nuestra casa Malbec argentino y, por supuesto, ofrecemos una de las más famosas cervezas argentinas”, indicaron.
La Patagonia, en Camden High Street, viste los colores celeste y blanco y lleva el número 10 estampado en su exterior en honor a dos íconos del fútbol argentino Lionel Messi y Diego Maradona. Los propietarios aseguran que los transeúntes no pueden salirse del asombro cada vez que pasan por la puerta del local. “A la gente le encanta la idea, pasan y se sacan fotos. Es arriesgado con el incidente de la ‘mano de Dios’ de Maradona que puede haber molestado a algunos fanáticos ingleses, pero no ha habido quejas“, dice Cocco.
En el restaurante abundan los recuerdos de fútbol, incluida una pintura de parodia de La creación de Adán de Miguel Ángel, con Messi y Maradona y ha sido visitado por varios futbolistas argentinos, incluido el ex delantero del Manchester City Carlos Tevez.
-¿Cómo es el comensal inglés? ¿Con qué aspectos de la gastronomía argentina se sorprende?
-Esencialmente el inglés no es demasiado complicado para comer, siempre y cuando lo que pruebe y coma esté rico. La carne es algo que les gusta y mucho, y no están muy acostumbrados a comerla. En comparación con Argentina, acá hay más puntos de cocción de la carne y eso lo respetamos.
Cada vez que servimos la “parrillada” quedan anonadados. Las servimos en las parrillas, llevan chorizo, morcilla, asado de tira y entraña. Una de las cosas que el inglés que nos visita sabe apreciar es la cocina casera, hecha casi de forma artesanal. No todo el mundo que lleva un restaurante tiene esa dedicación de preparar todo. Por lo cual, a nosotros que nos gusta comer afuera cuando no trabajamos, nos gusta distinguir todos los sabores, las cosas compradas de las hechas a mano, de las que hacen al gusto y cambian un plato.
-¿Cómo los agarró la pandemia del coronavirus? ¿Cómo los deja?
-Fue terrible porque en un principio veíamos que toda la situación de la pandemia atacaba a Italia y a España. En Inglaterra esperábamos que la situación fuera devastadora. El gobierno se tomó un tiempo para empezar a tomar medidas y recién el 20 de marzo nos mandaron a cerrar. Recuerdo esos últimos diez o quince días antes del bloqueo que el subte venía repleto de gente y yo era una de las pocas personas que usaba mascarilla. Y así nos fue, hoy llevamos casi 45 mil muertos.
A nivel laboral, tuvimos muchísima incertidumbre hasta que el gobierno anunció cómo iba a ser el plan de ayuda a los comercios. A todos los empleados se les paga el 80% de su sueldo desde el 20 de marzo, se tomó como referencia el sueldo completo de febrero. Los empleadores presentamos todos los recibos de sueldo y el gobierno nos dio el dinero de los sueldos para todo el staff. La realidad es que acá se pagan muchísimos impuestos y muy altos pero cuando las cosas se ponen feas los organismos funcionan, no solo a nivel económico sino de salud.
Hoy, justamente, el ministro de economía anunció que para prevenir el desempleo masivo iba a dar inclusive ayuda para los empleadores que retengan a los empleados y los saquen de furlough, es decir de este 80% que el gobierno paga. Estiman que los restaurantes, pubs y muchas otras empresas no van a volver a trabajar al 100% pronto, por lo cual el furlough va a seguir funcionando hasta octubre.
El restaurante siempre trabajó tan bien que no hicimos take away ni antes ni durante la pandemia. Abrimos el sábado pasado, el día que el gobierno nos lo permitió, respetando el protocolo y las pautas de desinfección. Acá, todo funciona de la siguiente manera; si el gobierno te dice que tenés que hacer algo, lo hacés porque al final contás con su respaldo. Y eso para nosotros es un derecho: cuando vos pagás tus impuestos y hacés las cosas bien tenés que tener un respaldo. Si estuviésemos en Argentina, hoy estaríamos cerrados.
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