Carminne Dodero es reconocida en el mundo de la moda y en la organización de eventos por llevar a cabo el mítico encuentro que conjuga el té de la tarde y la solidaridad, al que llamó “Six o’Clock Tea”. Al menos dos veces al año, cambiando las locaciones y en el verano en Punta del Este, la empresaria, realiza un desfile a total beneficio para recaudar fondos.
Como todos los argentinos, Dodero está cumpliendo el aislamiento social preventivo y obligatorio decretado por Alberto Fernández desde el 20 de marzo junto a su hija Olympia, y juntas pasan los días descubriendo nuevas facetas que ambas desconocían. En diálogo con Infobae, la empresaria contó también cómo ve que esta cuarentena que está afectando al mundo de la moda, uno de los sectores con los que ella trabaja hace tantos años.
- ¿Cómo estás llevando la cuarentena?
- Mi cuarentena comenzó de manera autoimpuesta el 14 de marzo, ya que consumo noticias y medios de información del exterior y ya conocía la situación que estaban atravesando otros países del mundo. En primera instancia, a raíz del desconocimiento de cómo lo iba a atravesar Argentina, tuve días de mucho miedo, en los que estaba minuto a minuto al corriente del número de casos, de las medidas gubernamentales y todo tipo de información que brindaban en ese entonces los medios. Los primeros días de encierro me permitieron reencontrarme con actividades de la casa y momentos compartidos con mi hija, y todo eso me llevó a recapacitar sobre la forma en la que uno distribuye su tiempo, y me hizo feliz poder tener esos días para nosotras. A medida que transcurrían las semanas, los días se volvían cada vez más monótonos, comencé a sentirme más agotada frente a la situación y sobre todo a extrañar la rutina que llevaba mi vida previa a la pandemia.
- ¿Descubriste una Carminne que desconocías?
- La realidad es que sí, absolutamente. Creo que esta experiencia extrema en algún punto a todos nos tuvo que haber servido para aprender algo. Dentro de todo lo negativo que conlleva esta situación, puedo sacar como positivo el haberme podido redescubrir como ama de casa, como madre, incluso hasta como cocinera. Recuerdo que esa primera semana consulté a amigos cómo hacer una tortilla de papas. Pero con el paso de los meses me animé a probar muchas más recetas, y tras varias pruebas y errores, terminé sabiendo hacer desde un volcán de chocolate hasta diversos risottos, y realmente es algo a lo que no le hubiera dedicado tiempo en mi rutina habitual. También, comencé a revalorizar mucho más el rol de mujer como ama de casa. Yo nací rodeada de mujeres madres que impulsan el cambio, quienes se enfocaron en su carrera universitaria y profesional, y fue esa lucha la que siempre me transmitieron, por eso mismo, hoy en día, mi labor como mujer emprendedora también había despojado esas tareas domésticas. El hecho de tener que, por fuerza mayor, llevar adelante un hogar fue una tarea que no tenía honestamente en primer plano, pero es algo que también puesto en retrospectiva puedo sacar como un aprendizaje, y siento que me vuelve una mujer más integral.
- ¿Estás haciendo algún hobby?
- Sin dudarlo mi hobby fue incursionar en la cocina. Siempre fue un rubro por el que me sentí muy atraída, de hecho, al tener origen griego más de una vez he incursionado en recetas griegas, comidas que acá no se acostumbran. El tiempo me permitió recrearlas para mi hija y para mí, y la verdad es que ha sido uno de los grandes disfrutes de la cuarentena. Comencé a través de cada comida, a explorar en profundidad mi cocina, a todos mis utensilios y sobre todo a mí como cocinera. Descubrí que disfruto el hecho de cortar vegetales, pensar combinaciones para generar nuevas recetas y hasta logré sorprender a mi hija con nuevos sabores que le han encantado. Fue muy enriquecedor este tiempo desde este punto de vista, me hice de nuevas herramientas por lo que planeo continuar explorando en este rol.
- En estos días que ya pasaron de cuarentena, ¿pudiste reinventarte a nivel profesional?
- Si, totalmente. Llevo 17 años dedicada al rubro de organización y planificación de eventos, uno de ellos es el Six O´Clock Tea. De hecho, la próxima edición estaba siendo coordinada para la primera semana de mayo en la residencia de la Embajada de Francia, y lógicamente ante toda esta situación tuvimos que posponerlo y en simultáneo comenzar a pensar en formatos que se puedan llevar a cabo durante la cuarentena. Junto a Ana Pulido, que me acompaña en el Six desde hace años, a raíz de haber organizado el primer cumpleaños de Olympia, mi hija, nos propusimos fusionarnos para poder ofrecerles a todos nuestros clientes y amigos nuevos formatos de festejos desde casa. Nuestro proyecto se llama “In house party”, y trata de resolver la logística para diversos eventos desde casa. Nos ocupamos desde las invitaciones digitales, la distribución de paquetes previos al encuentro virtual hasta la coordinación del mismo.
Organizamos cumpleaños infantiles hasta cumpleaños o eventos de adultos. Uno de ellos fue el cumple de Oly que se les envió a cada una de sus invitadas una box con un set de make up, el cual usaron en la reunión pautada vía zoom. Para los adultos, por ejemplo, con temáticas como charlas astrológicas, encuentros de cocina, y noches de ópera, con mega personalidades invitadas.
El objetivo del proyecto es demostrarles a las personas que se puede seguir celebrando de una forma muy diferente y especial y de esta manera convertir momentos en experiencias únicas y realmente inolvidables.
- Tantos años en la industria de la moda llevando adelante el Six, ¿cómo ves que le afecta al sector la pandemia del coronavirus?
- El sector de la moda es una de las industrias más afectadas, ya que si bien la indumentaria es consumida por cada uno de nosotros por el hecho de tener que hacer uso de prendas, actualmente hay necesidades que se vuelven más indispensables que un “buen look”, por lo que esta situación de pandemia ha desplazado y perjudicado al rubro de la moda enormemente, dando lugar a la urgencia e inmediatez de otras necesidades.
En estos meses estuve en contacto con muchos diseñadores que nos han acompañado en alguna edición del Six o con los que he compartido otras actividades, y realmente muchos de ellos han podido reinventarse para poder seguir produciendo, pero en general todos se han visto enormemente afectados por las circunstancias. Sin embargo, la rama que considero que se ve más afectada es la alta costura, ya que depende de un trabajo más personalizado diseñador- cliente y el impedimento al encuentro, sumado a la falta de eventos a los cuales asistir ha reducido enormemente el nivel de producción artesanal.
- ¿Cómo te imaginas en un futuro la vuelta del Six O ‘Clock?
- Me imagino que va a cambiar trascendentalmente el formato del desfile de moda en sí mismo, va a dejar de ser conceptualmente como lo conocemos. De hecho, desde grandes firmas como Armani o Gucci ya han dejado ver iniciativas con una visión mucho más consciente, cómo reducir las cantidades de presentaciones de colecciones anuales. También el paradigma de la moda cambia desde el lugar del consumidor. Yo creo que las firmas van a tener que comenzar a ofrecer productos que reúnan características vinculadas a un consumo más consciente, que tengan algún gesto sostenible, que se muestre más respetuoso hacia el medio ambiente, que permitan una flexibilidad en su uso que los vuelva más atemporales.
Pienso que se van a revalorizar y poner en auge marcas que tengan un proceso de confección honesto, como por ejemplo lo son las cooperativas de mujeres del Norte, que al consumir este tipo de prendas no solo colaboramos con estas personas que están detrás sino que se revalorizan productos autóctonos como por ejemplo la alpaca, el diseño impreso sobre ellos, y la tradición de nuestro país.
Yo creo que el consumidor se pone en un rol más demandante, no solo compra un producto en sí mismo, como respuesta a una moda o a un logo, sino que busca un producto que lo represente en sus ideales, que le sea atemporal y que responda a un modo de producción consciente. El paradigma de la moda está en pleno proceso de transformación y me enorgullece que apunte tanto a productores y consumidores que puedan tener una visión más integral.
- ¿Te imaginas hacerlo virtual? ¿Cómo sería?
- Si, claramente la pandemia nos ha hecho contemplar esta posibilidad, pero no te voy a mentir, no es simple. Junto a Ana estamos evaluando formatos y diseños para que pueda llevarse adelante, de ser necesario, un Six O´Clock Tea online. Hemos llevado a cabo diversos eventos en formato virtual, pero ninguno de esta escala. Son diversos los factores a tener en cuenta para poder brindarle tanto a los diseñadores partícipes la posibilidad de lucir sus prendas, como a nuestras clientas e invitadas una experiencia que si bien, naturalmente será muy distinta, pueda ser igual de enriquecedora. Será una nueva manera de desafiarnos a nosotras mismas para continuar reinventándonos y algún día en retrospectiva poder ver esto como una experiencia memorable.
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