El 17 de mayo fue establecido por la UNESCO como el Día Mundial del Reciclaje. Esta efeméride pretende concientizar sobre los objetivos de reducir, reutilizar y reciclar para no contribuir al cambio climático y favorecer al medio ambiente.
Este 2020, la jornada se enmarca en un mundo luchando contra una pandemia, la enfermedad COVID-19 causada por el virus SARS-CoV-2. La cuarentena se presentó como una oportunidad única en la que se le dio un respiro al planeta, se registró una paulatina recuperación en algunos ecosistemas y una notable mejora en la calidad del aire como gratos reflejos de lo que puede lograr la disminución de las actividades industriales y sociales.
El valor del reciclado es la reutilización. Y este concepto altera totalmente la mirada sobre la basura. La basura no es sólo desechar, también es clasificar y reutilizar. Es importante internalizar este cambio de paradigma si realmente aspiramos a tener un mundo mejor.
Entendemos por reciclaje el proceso por el cual un producto ya utilizado, en principio destinado al deshecho, es procesado para que pueda ser reutilizado, disminuyendo así el impacto medioambiental de nuestros hábitos de consumo. El vidrio, el papel y el metal son, por el momento, los materiales que más habitualmente se reciclan.
En la Ciudad de Buenos Aires, existen los denominados Puntos Verdes. ¿De qué se trata? Lugares de recepción de materiales reciclables y residuos especiales, diseñados especialmente para que puedas disponer de los residuos domiciliarios porteños, ubicados en plazas de la ciudad, en las cuadras donde no pasan recuperadores urbanos ni hay campanas todavía.
Desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos precisaron a este medio que durante la pandemia, “en cuanto a los residuos reciclables, la recolección en los puntos físicos está garantizada (contenedores verdes, campanas verdes), ya que la recolección se hace de manera mecánica a través de camiones recolectores; el horario para sacar la basura es el mismo, se mantiene de 19 a 21 horas y los puntos verdes no tendrán personal, no habrá durante lo que dure la cuarentena por la pandemia recicladores urbanos en la calle para evitar contagios, pero para los vecinos que tengan alguno como su punto de disposición más cercano, podrán introducir el material en las bocas de ingreso que poseen”.
Según especificaron fuentes del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad de Buenos Aires, “20 inspectores recorren los diferentes puntos verdes ubicados en la Ciudad y, en caso de considerarlo necesario, éstos solicitan el vaciado de los mismos mediante vehículos gubernamentales”.
En este contexto, Infobae conoció la historia de Creando Conciencia, una cooperativa de reciclado que cree en el trabajo social como la única manera de construir una sociedad más justa y segura para todos a través del reciclaje.
Noelia Segovia, presidenta de Creando Conciencia, explicó a este medio: “La cooperativa nació en 2006, éramos un grupo de chicos muy golpeados por la crisis económica del 2001, y en el 2006 decidimos juntarnos para formar la cooperativa, viendo la necesidad con la gente que vivía en nuestro alrededor en Benavidez”.
En ese entonces este grupo de jóvenes veía como una problemática a todo lo que es el tratamiento dado a los residuos, era muy precario. “Se veían mucho a los mal llamados cartoneros en esa época, por lo cual decidimos juntarnos y armar Creando Conciencia, focalizada en el cuidado medioambiental, y también para formalizar el trabajo de los recolectores urbanos, comenzamos siendo 6 socios y actualmente somos 53 familias”, narró Noelia a Infobae.
“A través del reciclado comienzan a surgir los recolectores, todos los trabajadores que procesan el material y así se realiza la primera barrera en el cuidado medioambiental. De esa manera logramos evitar que una gran cantidad de kilos de basura llegue al río y contamine”, explicó la presidenta de la asociación.
Según agregó Noelia, “es importante que las personas separen los residuos en origen ya que no sólo los ayudan a ellos, sino que generan un cambio cultural, y para todo lo que se habla hoy del calentamiento global, el cuidado del medio ambiente, y también hay muchos más actores que se están sumando a esta iniciativa, por lo que se logra hablar de una economía circular, donde todos están vinculados, y para nosotros es muy importante que se aprenda lo que es la separación en origen, cómo hacerlo, porque actualmente muchos saben qué es lo que se puede reciclar pero no lo llevan a la práctica”.
Creando Conciencia tiene una planta de procesamiento que recibe varios materiales: la gama de papel, cartón, cajas, revistas, cuadernos, apuntes, libros; plásticos, tapitas, las botellas de PET -tereftalato de polietileno-, el telgopor, electrodomésticos, baldes; vidrios y metales. Dentro de lo que es el plástico las separan por color, dado a que se encuentran en un proceso de inversión en maquinarias para poder darle un proceso industrial a todo lo que es el plástico.
Respecto a cómo continúan sus labores con el coronavirus, Noelia afirmó: “Nosotros desde el primer momento fuimos una actividad exceptuada, lo que es recolección de residuos y tratamiento del reciclado, tenemos camiones que se abocan a los residuos húmedos y reciclables, y desde el primer momento estuvimos trabajando a pesar de las dudas respecto a cómo manejarnos”.
“Pudimos seguir adelante, tomando todas las precauciones indicadas por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS); por ejemplo nos adaptamos a que si llegan los residuos a la planta esperamos 24 horas para poder procesarlos, apenas llegan los desinfectamos con agua y lavandina, no los podemos tocar, cada una de las personas que trabaja en la planta extrema las medidas de seguridad e higiene como la distancia entre nosotros, doble guante, barbijo, etc”, agregó.
Desde la cooperativa insisten en la importancia de hacer concientización en la responsabilidad respecto a la separación en origen de todos los residuos, que no tan solo ayuda a esta organización, sino a los recolectores de todo el país.
“Fue muy lindo recibir las primeras semanas que comenzó la cuarentena recibir de vecinos residuos en triple bolsa, o con carteles que decían que ya estaba desinfectado, que nos mandaban mucha fuerza para seguir”, sintetizó Noelia a Infobae.
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