El Día Mundial del Whisky fue fundado en 2012 por Blair Bowman mientras estudiaba en la universidad de Edimburgo, Escocia. Bowman es un consultor de whisky muy solicitado, autor de la Guía de Bolsillo del Whisky, y organizador de experiencias de cata de whisky multisensoriales alrededor del mundo.
Y si bien queda claro que esta vez no habrá festejos masivos en las calles, ni en bares ni en pubs, la idea es alentar a los consumidores a beber whisky en su día, y participar de los eventos registrados oficialmente en el sitio web del Día Mundial del Whisky, a través de las redes sociales, utilizando el hashtag #worldwhiskyday.
Los organizadores estimaron que aproximadamente 250,000 personas participaron en los eventos de 2014, mientras que en 2015 se hicieron eventos del Día Mundial del Whisky en los siete continentes.
La Argentina se sumó de manera oficial en 2018, de la mano de una de las primeras destilerías de Escocia con licencia legal, fundada en 1824, y muy presente en las barras porteñas. Pero la situación que imponen el COVID-19 y la cuarentena obligatoria, hicieron que este año todas las compañías de whiskies del país se unan para una celebración conjunta y diferente, ya que será virtual.
El moderador del gran evento será Miguel Ángel Reigosa, quizás el mayor experto en whiskies que tiene el país. Conductor del programa Mundo Whisky, creador de la asociación Whisky Malt Argentina, y fundador del Museo del Whisky -un santuario en el barrio de Coghlan dedicada a la noble bebida espirituosa, y que alberga una de las colecciones de whisky privadas más grande del mundo-.
Con el fin de reunir a consumidores de Argentina y también de la región, a partir de las 18hs, y finalizando alrededor de las 21hs, se llevarán a cabo una serie de actividades virtuales a través de Facebook y YouTube. Será un ciclo de entrevistas a los referentes de la industria, abarcando diversos temas relacionados al whisky como, procesos de elaboración, novedades internacionales, ocasiones de consumo, diferentes estilos de whiskies, y la importancia de las barricas en el whisky, entre otras temáticas. Cada embajador de marca o referente de las distintas destilerías, brindará con el whisky más relevante para la ocasión.
Las ventajas del whisky
Sin dudas, en este contexto en el que es necesario generar nuevas formas de encuentro y entretenimiento para hacerle frente a la imposibilidad de salir, este tipo de reuniones virtuales y son ideales para disfrutar desde casa.
Los amantes del whisky saben de disfrutar momentos en casa, ya que es una bebida que tiene una gran ventaja sobre las demás, y es que se puede beber en soledad, sin necesidad de estar en compañía. Tampoco hace falta terminarse la botella cuando se abre, justamente porque se trata de una bebida espirituosa, y su alto contenido alcohólico (alrededor de 40 grados) la protege de la oxidación. Así, una botella de whisky, parada y bien tapada, sin que le de el sol de lleno, puede mantener sus atributos por décadas.
El whisky se puede servir en cualquier momento del día. Unos lo eligen al finalizar su jornada laboral, para bajar los decibeles de a poco antes de la cena; el famoso “after six”. Mientras que otros lo disfrutan más como bajativo luego de la cena, ya sea en la sobremesa o en el living acompañando una película o una serie.
Otra de las ventajas del whisky es que está concebido mayormente para disfrutarlo solo, sin necesidad de que participe en un trago como lo pueden ser el vodka, el gin o el tequila. Y esto se debe no solo a su gran diversidad, sino al añejamiento en barricas de roble por largos períodos.
Se puede servir en vaso solo, siempre a temperatura ambiente y no sacado del freezer, o con un chorrito de agua para liberar sus ésteres aromáticos y hacerlo más fresco y fácil de tomar. También con soda o con hielo. Hasta hay piedras o hielos de plástico que enfrían la bebida sin aguarla. Y para disfrutar los whiskies más añejos, algunos beben un sorbo de agua helada para bajar la temperatura del paladar y reavivar las papilas gustativas, y así poder sentir plenamente las texturas sedosas y los sabores complejos del tiempo más exacerbados.
No hay una manera estipulada ni obligada, cada cual elije la suya, aunque es cierto que algunos whiskies se lucen más en copa de degustación o de coñac que en el típico vaso de boca ancha y base pesada.
El escocés es el más famoso, el más producido y el de más larga trayectoria, más allá que también se produce en los Estados Unidos, Canadá y Japón, principalmente.
Y si bien hay una gran diversidad dentro de los afamados “scotch”, hasta los 5 años, el whisky se ve más amarillo que ámbar, y su paso por boca es ágil. Es por ello que este tipo se promueve más para mezclas, como así también los de 8 años. Pero a partir de los 10 y 12 años de añejamiento, la crianza empieza a hacer de las suyas. Vuelve a los whiskies más amables en boca, aportándoles mayor profundidad y notas maderizadas marcadas. En los 15, 18, y 21, hay más complejidad y capas de aromas y sabores, con un trago untuoso y casi meloso, a pesar que se trate de una bebida seca, sin nada de azúcar residual. Pero hay whiskies con más años de añejamiento todavía; especialidades dignas de los fanáticos.
Es cierto que whisky no ostenta tanta diversidad como el vino, y que la cebada no presenta variedades como la uva, ni tampoco transmite mucho carácter de lugar, pero el whisky se es la segunda bebida más diversa del mundo. Porque cada destilería elabora sus propios blends (de diferentes maltas) o single malts, criados en distintos tipos de barrica y por diferentes períodos.
En Escocia hay cuatro zonas bien delimitadas, y cada le ofrece características diferentes. En las Lowlands -la región más densamente poblada del país, y que alberga a las ciudades de Edimburgo y Glasgow- predomina la producción de whiskies de grano. El estilo es ideal para iniciarse en los placeres de la bebida, con notas herbáceas y cítricas. Para muchos, el aperitivo ideal. Al norte de allí están las Highlands, la región mas extensa y de mayor tradición. Al ser tan grande su diversidad de estilos es imposible definirlos, pero en general son whiskies equilibrados y profundos, de trago firme. Más al norte aún se encuentra Speyside, la región más prolífica, ya que concentra más de la mitad de las destilerías de Escocia. Sus whiskies son elegantes y aristocráticos. Por último, está Islay, una pequeña isla en el sudoeste de Escocia de apenas 40 km2. En “la isla del whisky” predomina la bruma constante del mar, los fuertes vientos, y los suelos turbosos con yodo y sal, que explican la potencia y personalidad de sus whiskies.
Tres tragos con whiskies para hacer en casa
En tiempos en el que quedarse guardados en casa es una prioridad, preparar tragos puede ser una alternativa divertida para combatir la cuarentena, solo hay que animarse a ser bartender por un rato. Siempre las medidas tienen que ver con el gusto personal, es por ello que se suelen expresar en partes, y cada parte equivale a unos 30 cc, que además es similar a una onza (29,5cc), la medida universal utilizada en coctelería. Los que eligen disfrutar su whisky puro, más allá que en casa se sirvan a ojo, suelen manejarse en medidas; cada una equivale a 50cc.
Tres reconocidos bartenders proponen tragos a base de diferentes whiskies para disfrutar durante la cuarentena y celebrar el Día Mundial del Whisky este sábado 16 de mayo.
Santiago Michelis recomienda para hacer en casa el Whisky Collins Highball, que se prepara en un vaso alto, al que se le agregan dos partes de whisky, media de jugo de limón, media de almíbar, y se mezcla bien. Luego se agrega mucho hielo y se rellena el vaso con soda, y se puede decorar con un gajito de limón o naranja.
Por su parte, Agustin Giuliani propone una alternativa diferente y refrescante para disfrutar el whisky también en vaso alto; como primer paso hay que llenar un vaso de trago largo con hielo y luego verter una parte de scotch blend 12 años. Agregar dos partes de soda y completar con la decoración, puede una rodaja de naranja, o algunas de manzana verde o con alguna hierba fresca como menta o romero. El hielo es clave para mantener el highball frío de principio a fin, y es ideal para disfrutar en cualquier momento del día.
Por su parte, Flynn Oisín se la juega y va un paso más allá proponiendo una combinación de whiskey irlandés con café, ideal para la sobremesa. Para preparar en casa un Whiskey Irish Coffee, hay que disolver tres partes de azúcar en tres partes de agua hirviendo para preparar el jarabe. Luego mezclar el mismo con una parte de irish whiskey en un vaso tibio. Preparar, dos pocillos de café de máquina espresso y verterlos en el vaso con whiskey. Luego batir una parte de crema ligeramente fría hasta que comience a tomar cuerpo y colocarla junto al resto de los ingredientes sobre la parte posterior de la cuchara para que flote. Decorar el vaso con una vaina de vainilla o canela y espolvorearlo con ralladura de nuez moscada fresca.
Fabricio Portelli es sommelier argentino y experto en vinos
Twitter: @FabriPortelli
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