Parece una eternidad, pero solo pasaron 53 días. El sábado 3 de marzo el Sanatorio Agote recibió al primer paciente con coronavirus de la Argentina, desde ese momento se transformó en una clínica 100% abocada al tratamiento de esta enfermedad. Cuatro profesionales del centro de salud hablaron con Infobae y relataron sus experiencias sobre cómo están viviendo el avance del coronavirus en el país.
Alejada de su familia, que se encuentra en la provincia de Salta, la supervisora de enfermería del turno noche, Mabel Yapura, es uno de los personajes principales dentro del sanatorio. Su trabajo es controlar y acompañar al equipo de enfermería, que por las características de esta enfermedad cumple un rol importantísimo dado que los pacientes están completamente aislados y no pueden recibir ningún tipo de visitas. Los enfermeros, a pesar del miedo de contagiarse, son quienes ingresan a la habitación durante todo el día para asistir a los enfermos y muchas veces tienen que contenerlos emocionalmente por la dificultad de llevar la internación en soledad.
“Este caso es muy especial porque son pacientes que están totalmente solos. A mí me ha tocado tener que salir a la puerta a decirle a familiares que estamos en cuarentena y no van a poder entrar, no se reciben visitas. Hace poco se dio de un paciente que cumplió años y una enfermera se encargó de hacerle un cartel, llevárselo y llamamos a la familia para que lo puedan saludar”, dijo Mabel Yapura.
Los profesionales viven la pandemia como una situación atípica, en la que el denominador común entre todos los profesionales que se encuentran en la primera línea de esta lucha contra un enemigo invisible, es la vocación. Si bien la mayoría de quienes trabajan dentro de clínicas y hospitales tienen miedo por la exposición que requiere su trabajo, lo que prepondera son las ganas de participar y de poder ayudar en este momento caótico que golpea al mundo entero. Para Andrea Cuña Elías, médica de internación general en el turno mañana, el COVID-19 es la segunda situación extrema que le toca vivir, dado que en el año 2009 estuvo presente como profesional durante la gripe A. Elías se encarga de realizar un seguimiento diario a los pacientes y realizar diagnósticos, que en base a la evolución del tratamiento decide si elevarlos a terapia intensiva o no.
- ¿Cómo es trabajar en una pandemia?
- Son situaciones que te cambian la rutina diaria, uno se tiene que adaptar, tiene que estar en consideración de la situación social que se genera y se vive. Es una situación totalmente distinta de la cual se aprenden muchas cosas pero a los que ya nos tocó estar en la pandemia anterior, partes nos acordamos y sirvió. Pero esta tiene muchas cosas nuevas.
- Un soldado entrena toda la vida para ir a la guerra pero no es lo que desea, ¿Se puede decir que con un médico pasa lo mismo?
- Es una situación que sabemos que nos puede llegar a pasar y obviamente por mas que uno lo piense como algo que puede ocurrir, una cosa es imaginarse y otra es la situación real. Nadie está preparado pero es una situación nueva de la que estás aprendiendo día a día. Entonces, uno también tiene que adaptarse e improvisar dentro de lo qué sucede día a día. Puede haber gente que cuando le toque esto no le guste, pero en mi caso particular no me molesta, me parece una experiencia enriquecedora.
Gabriela Vidella, coordinadora médica de infecciones del sanatorio Agote, fue una de las primeras personas en enterarse del primer caso positivo del país. Fue el 3 de marzo cuando recibió la confirmación del Instituto Malbrán sobre el caso sospechoso ingresado el 1° de marzo a la clínica Swiss Medical Center, ubicada en la Av. Pueyrredón 1443. Con el resultado positivo en mano avisó a los directores médicos y coordinaron su traslado al Sanatorio Agote.
- ¿Cómo fue el momento que se enteró del primer caso positivo del país?
- Cuando le comunique a la directora medica del sanatorio, me pidió que acompañase, digamos en el proceso de recibimiento de este paciente, el sanatorio estaba preparado para esta situación, simplemente lo que yo hice es acompañar la recepción para que si el personal tuviera alguna duda, en cuanto a la protección, los equipos de protección estuviera seguro en ese momento que era un momento bisagra para el sanatorio.
- ¿Cuáles son los recaudos que toman dentro de la clínica para el día a día?
- Nosotros, como te decía, tenemos protocolizada toda la atención de estos pacientes, en cuanto a los equipos que tenemos que usar, como los colocamos, como los retiramos, tenemos todos los insumos necesarios, tenemos protocolos de limpieza adecuada a superficies, al alta de estos pacientes y circuito seguro, que es lo que nos permite garantizar que no haya contaminación de superficie entre lo que es la atención de un paciente, que es lo que se considera área sucia, y el área limpia. Y también lo que tenemos, es determinadas las áreas de circulación común, lugares espaciosos para que nosotros podamos estar, como por ejemplo en el momento del almuerzo, en el comedor y hace un tiempo todo el personal empezó a usar barbijo para la circulación dentro del sanatorio, esto es para garantizar que no haya contagios, no solo del paciente hacia el personal de salud, sino también entre nosotros mismos que circulamos por la comunidad y tenemos contacto entre nosotros, entonces para evitar ese contagio usamos el barbijo dentro del sanatorio.
Como antes dije, la vocación es un denominador común entre los profesionales de la salud. Quién explica con claridad esto es Aldo Omar Pi, jefe de servicio clínica médica. Pi es quien se encarga de supervisar el cuerpo de médicos y para el la pandemia es un caso excepcional que en vez de replantearse su decisión de dedicarse a la medicina hace que las ganas de ejercer su profesión sean aun mayores. “Yo me preparé para ser médico y esta situación no cambia mis convicciones personales”.
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