Desde el 15 de abril en la Ciudad de Buenos Aires se hizo obligatorio el uso de barbijo para quienes se desplacen en transporte público o ingresen a locales comerciales y dependencias del Estado, como medida de protección contra el coronavirus. Son diversos e ingeniosos los diseños hechos por la gente y que se ven desde el primer día en las calles.
Pero también están los realizados por profesionales. Éste fue el caso del diseñador argentino Benito Fernández, que ante la pandemia, como sucedió con todos los locales de indumentaria, debió cerrar todos sus locales. Pero, recluido en su casa, se dio cuenta de que podía aportar algo de su costado creativo para esta emergencia sanitaria: diseñar barbijos de alta costura.
“La idea de los barbijos surgió cuando empezaron a decir que la cuarentena se iba a extender y el uso iba a ser obligatorio”, contó el diseñador en diálogo con Infobae. “Yo tenía dos modistas que hacen vestidos de fiestas y tienen sus máquinas de coser en las casas. Las contacté, ya que nuestros talleres están cerrados, y conté con ellas para comenzar a hacer estos barbijos con los géneros de vestidos de fiesta, para que sean unos barbijos más exclusivos. Quienes lo realizan son Emilia y Juani, que trabajan conmigo hace años”.
Con un lápiz y papel, en los bocetos donde el diseñador crea cada uno de los vestidos de su colección, bocetó dos barbijos exclusivos para hacerle frente al coronavirus. Benito dijo que son simples, lavables y están confeccionados de seda estampada en su exterior y con algodón en su interior. “Son dos modelos, uno tiene dos presillas grandes para agarrar las orejas, y el otro dos cintas grandes para atarlas por detrás de la cabeza. La idea fue siempre que sean simples”.
¿Cuánto tiempo lleva su armado? “Son rápidos de confeccionar, pero el problema son los géneros, que por lo general los barbijos normales son realizados de materiales como friselina o de géneros que no se patinan, y los que yo elegí para hacerlos son de gasa y satén combinados con algodón. Estos son muy delicados y se patinan mucho más a la hora de su confección”, puntualizó Benito.
“Estos barbijos todavía no están a la venta”, dijo el creativo. “Cuando los comencé a realizar, los barbijos los doné al Hospital General de Niños Pedro de Elizalde pero la idea es poco a empezar a comercializarlos para sacar ingresos y ayudar al hospital”.
Al comienzo de la cuarentena obligatoria, el diseñador presentó su colección “Botánica”. Esta alude a la flora y fauna desde la paleta hasta la temática. Fiel al estilo de la marca no falta el color. “La definen tonalidades vibrantes con estampados que hacen referencia a la naturaleza y a los animales”. En cuanto al los géneros “son prendas para el invierno con texturas variadas como jean, jersey con lurex, tejidos, chiffon”, detalló el diseñador sobre su nueva línea.
Las piezas que presentó, sigue el ADN de Benito: son lánguidas y cómodas. A las prendas se les suma una línea de accesorios. Toda la colección ya esta disponible online y desde las redes sociales.
-¿Cómo estás pasando la cuarentena?
-Trato de hacer muchas cosas. Arranqué haciendo un desfile virtual, con maniquíes en mi casa, presentando la nueva colección de invierno, ya que no iba a haber desfile esta temporada y me impedía presentar todos los diseños. Junto a Pablo Adelman y la música de mi hijo Lucas Fernández lo ideamos y lo proyectamos. Después también hice unas mandalas con estampas de mis colecciones que las hizo mi hija Marina, que es la encargada de hacer todos esos trabajos, que se pueden descargar para pintar desde mis historias de Instagram.
Fotos: Lihue Althabe
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