“Venimos entrenamos bastante y a un ritmo bastante intenso. Holanda es un rival duro, muy físico, así que va a ser un lindo partido”, asegura en diálogo con este medio la delantera Carla Rebecchi, mientras regresa a casa de un entrenamiento nocturno semanal para reunirse con su familia.
Esta temporada, Las Leonas y Los Leones participan de la segunda edición de la FIH Hockey Pro League, liga oficial de la Federación Internacional de Hockey, que reúne a los mejores seleccionados del mundo. Argentina tendrá dos sedes a lo largo del primer semestre en la antesala a los Juegos Olímpicos de Tokio: el CeNARD en Buenos Aires y el Estadio Natación y Gimnasia de Tucumán. Este sábado 15 y domingo 16 de febrero se medirán ante Holanda a las 20.30 hs en el CENARD.
Las Leonas jugarán contra las holandesas, número uno del ranking internacional y quienes lideran la Liga de la FIH, primer torneo oficial de una temporada donde la mira está puesta en los Juegos Olímpicos de Tokio, entre el 24 de julio y el 9 de agosto. El equipo femenino, dirigido por Carlos “Chapa” Retegui y que figura tercero en el ranking mundial, debutó el último fin de semana en la Pro League con dos goleadas sobre los Estados Unidos, por 6-2 y 6-1, en el CENARD.
Tenía 20 años cuando Sergio Vigil la convocó para jugar su primer Trofeo de Campeones y en Rosario fue protagonista de aquella medalla de bronce, la primera de tantas que la delantera sumó con la camiseta celeste y blanca. En total, Carla Rebecchi participó de diez Trofeos de Campeones, con seis medallas de oro y dos de plata y dos veces goleadora en los torneos de 2014 y 2016; tres Mundiales con un oro, dos bronces y el premio a la mejor Jugadora junior en Madrid 2006; y tres Juegos Olímpicos con un bronce en Beijing 2008 y una plata en Londres 2012.
Los Juegos de Río de 2016, aunque con un sabor amargo en el resultado, fue su último gran torneo antes de la despedida. Un año antes, como capitana, había levantado el título de la Liga Mundial jugada en Rosario. Hoy, ese amor por la camiseta argentina, parece darle revancha. A principios de 2017, la delantera argentina había anunciado su retiro del seleccionado nacional luego de 14 temporadas. Lo hizo con proyecto claro que caló desde lo más profundo de su corazón: formar una familia.
En febrero de 2018, Rebecchi dio a luz a Vera, fruto del amor con Jorge Lombi, goleador histórico del seleccionado de hockey masculino. Sin embargo, a poco más de cinco meses de convertirse en mamá, aceptó el desafío propuesto por Agustín Corradini -entrenador de Las Leonas- y se sumó a los entrenamientos con el seleccionado mayor con el objetivo de jugar su cuarto Juego Olímpico en Tokio 2020.
Sobre cómo vivió su vuelta explicó: “Vera tenía cinco meses y medio cuando Agustín me llamó y me dijo que quería convocarme. Le dije que quería pensarlo y analizarlo en familia, y así lo hice. Era un año que no quedaba nada, no pensaba viajar, y de un día para el otro volví. Empecé a entrenar todos los días como una más, a la par del grupo, como todas. Al principio me costaba, era raro, todavía estaba amamantando y Vera tuvo que empezar a tomar menos. Las dos nos tuvimos que acomodar a todo este proceso. No dormía toda la noche de corrido y llegué a pensar que no iba a poder. Dije ‘no sé si puedo aguantar el ritmo de entrenamiento’”.
- Muchas deportistas postergan la maternidad hasta el momento del retiro, y cuando deciden ser madres y volver son cuestionadas. ¿Cómo fue tu experiencia?
- Yo no sentí que me juzgaran. Para mí había sido mucho, llevaba 14 años de Selección. En cualquier momento iba a pasar, era algo lógico. Me parece que hoy en día se ve mucho más que las mujeres del deporte de alto rendimiento sean madres y vuelvan a jugar. Creo que cambió un montón, hoy en día se sabe que se pueden hacer las dos cosas.
- ¿Cuánto te costó tomar la decisión de retirarte del seleccionado?
- El hockey es mi pasión pero ser madre era un sueño más grande que tenía y no quise extenderlo más. Fue algo que venía posponiendo, la maternidad. Años antes del retiro lo venía pensando hasta que un día del verano de 2017 me desperté y pensé: “Es el momento, ya fueron muchos años”. Lo sentí muy fuerte, me di tiempo para pensarlo un mes y tomé la decisión.
En el momento estaba muy segura, porque nunca me había pasado de despertarme así. La verdad es que hoy no me arrepiento de nada. En su momento me retiré segura, dije “listo, ya está”. Si bien no había cerrado las puertas, sabía que iba a ser una posibilidad pero que dependía de un montón de cosas; de mis ganas, de dejarla a Vera y del esfuerzo que iba a requerir.
- En algún momento te escuché decir: “Nadie te prepara para dejar de ser atleta”. ¿Fue tan así para vos cuando te retiraste?
- Es real. En mi caso yo estaba convencida de la decisión y me ayudó mucho que a los cinco o seis meses de retirarme ya estaba embarazada. No tuve tiempo de pensar mucho, de darme cuenta de que ya no estaba más, o que de que ya no era una atleta de alto rendimiento. Después del embarazo, que fue muy tranquilo, mi vida cambió. Todo era nuevo y fuerte, y me tuve que ir adaptando. No fue fácil. Un bebé chico demanda mucho tiempo. Por suerte, los dos (Jorge y yo) fuimos muy relajados. Yo iba con Vera a todos lados y ella se fue adaptando a nuestro ritmo de vida.
- ¿Cuáles fueron los momentos más duros que te tocaron vivir en tu vuelta?
- La primera vez que me tuve que subir a un avión y dejar a Vera. Fue en 2019 en la primera gira a la que me sumaba. Viajamos a Australia y Nueva Zelanda por 15 días. Me acuerdo de estar en Ezeiza y en el avión con un nudo en el estómago. Nunca tuve miedo de los aviones y desde que tuve a Vera me pasa.
No fue el caso de Carla, pero muchas atletas que elegían ser madres en el mejor momento de sus carreras eran criticadas por su entorno. Eso fue precisamente lo que le pasó a Belén Succi, emblema de Las Leonas y una muralla en el arco. Succi llegó a Las Leonas con 21 años de edad luego de completar su proceso junior, participando del Mundial de Chile en 2005. En su inicio con el seleccionado mayor, cuidó las epaldas de Paola Vukojicic, a quien sucedió en el arco tras su retiro luego de Beijing 2008.
Justamente aquellos Juegos Olímpicos le sirvieron a Succi como parte de su formación aunque tan sólo atajó en uno de los siete partidos: fue ante Nueva Zelanda. A partir del 2009 ganó protagonismo hasta llegar a ser una indiscutida bajo los tres palos del conjunto albiceleste. Sólo durante el período en el que se alejó para ser madre y cuidar de su hijo, Juan Bautista, en sus primeros meses de vida, la tuvo fuera de las canchas; después continuó imparable.
Con su experiencia y madurez, la arquera fue parte de la reconstrucción y el recambio de un equipo que sueña con seguir escribiendo la historia grande de la Argentina. “Nos merecemos ser felices disfrutando de la Selección; nos merecemos disfrutar dentro y fuera de la cancha como grupo. No quiero ver más lágrimas, sino felicidad. Si las veo disfrutar a mis compañeras, ya está hecho mi trabajo”, había dicho desde la capital británica.
Hoy, con 34 años, su presente la encuentra al frente de un conjunto que debió afrontar un recambio tras el fracaso de Río 2016. “Logramos formar un gran equipo en la etapa final de la Liga Mundial en Nueva Zelanda para poder arrancar este año (2018) de la mejor manera. Lo de Brasil fue un golpe muy duro. Intentamos llevar a la Argentina lo más alto posible de acuerdo a las capacidades que teníamos en ese momento. Una vez que se terminó el Juego Olímpico había que reponerse de la mejor manera para tratar de no tomar todo lo negativo y saber que era una etapa y un proceso en el que Las Leonas tenían que volver a resurgir y volver a empezar”, aseguraba.
La jugadora del CASI recalcó la importancia de la organización en su día a día, en la rutina de su hijo y en el deporte. “En año olímpico uno pone el foco en jugar y eso es para mí es fundamental. Para lograr un balance soy muy organizada y estricta. Tengo todo digitalizado y Bauti está acostumbrado a eso”, explicó la arquera en diálogo con Infobae.
“El cansancio es mayor ya que muchas veces el cuerpo no se recupera, no dormís bien y en el día la agenda se te llena de actividades. Pero creo que si uno sabe ser profesional y mantiene ese orden se puede lograr. Eso no quita que muchas veces el cansancio me juegue una mala pasada, pero creo que la pasión y el amor que siento por lo que hago tapa todo eso. Sin dudas después de la maternidad mi vida cambió. Empecé a comprometerme de una manera distinta a todo", sostiene.
- ¿Cómo es la Belén Succi madre?
- Creo que soy bastante tranquila, trato de apoyar a mi hijo siempre y en todo. Mi familia me banca y contiene a Bauti cuando viajo. Siempre que tengo una hora libre estoy ahí para pasar tiempo con él. Soy ordenada y estricta. Bauti sabe que sus actividades están organizadas y que siempre hay un horario para todo.
- Y en los momentos más difíciles...
- Lo más duro es verlo llorar en las despedidas. Pero lo cierto es que si bien a lo largo de mi carrera tuve altibajos, Las Leonas para mí es un estilo de vida. Me acostumbré a eso.
- ¿Pensás en retirarte?
- La verdad es que no me planteo dejar de jugar. Es una decisión que viene sola o que es del técnico de turno. Yo me levanto todas las mañanas para dar mi mejor versión y todo por el seleccionado. El día que no este al nivel del rendimiento que requiere el seleccionado será.
Aymar contra su embarazo
Cuando anunció su embarazo, las críticas del mundo del hockey sobre césped -que incluso reflejó Luciana Aymar, la mejor jugadora del mundo de hockey, al decir ante la prensa que Succi “podría haber esperado 3 meses más”- la golpearon. “Lucha” se quejó de la situación de la arquera de Las Leonas que no pudo participar de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
“Fue un trago difícil de pasar. Le deseo lo mejor como futura madre, pero para nosotros como equipo fue duro. Como arquera es una bestia, y la verdad es que nos dejó en un brete complicado”, señaló la capitana y referente del seleccionado femenino de hockey.
En declaraciones al diario Olé, Aymar, que se quedó en Buenos Aires mientras el seleccionado argentino de hockey femenino participaba del torneo Cuatro Naciones en Londres, sostuvo: “Entiendo que todas queremos ser madres, pero esto se planea”. Y agregó que “los deportistas se van cuidando para jugar los torneos más importantes. Si ella lo buscó, bienvenido. Pero yo, como compañera, le hubiese pedido que aguantara un poco, porque estamos hablando de sólo tres meses más”.
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