En una lista publicada por la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS) de países con mayor demanda de procedimientos de cirugía cosmética alrededor del mundo, Argentina ocupa el puesto número dieciséis del ranking mundial.
En Argentina el implante de mamas sigue siendo la cirugía más demandada por las mujeres, seguido por el rejuvenecimiento facial, especialmente cirugía de párpados y la rinoplastía, y luego las cirugías de contorno corporal. A nivel mundial, las cirugías de aumento mamario y liposucción siguen siendo las cirugías más realizadas en mujeres, lo que implica un cuidado del cuerpo como prioridad. Dentro de las cinco cirugías más solicitadas, también se encuentran la abdominoplastia y el levantamiento de mamas; ambos procedimientos, avalan esta teoría del cuidado corporal.
El estudio Breast Size Satisfaction Survey (BSSS por sus siglas en inglés), que analizó a 18.541 mujeres de 40 naciones de todo el mundo, encontró que el 71% no está contento con el tamaño de su copa. El 47% quería senos más grandes y el 23% más pequeños y solo el 29% estaba satisfecho con el tamaño actual de sus senos, según los hallazgos revelados por la investigación.
Para obtener una imagen global de las relaciones de las mujeres con sus senos, Viren Swami, profesora de Psicología Social en la Universidad Anglia Ruskin en Inglaterra, colaboró con investigadores de todo el mundo para reclutar a 18.541 mujeres de 40 naciones diferentes, con una edad promedio de 34 años.
A las mujeres se les mostraron fotos de senos de diferentes tamaños, y se les pidió que identificaran qué tamaño se ajustaba más al suyo y qué tamaño preferirían tener. Los investigadores también preguntaron cómo se sentían acerca de su peso y su apariencia física general.
El tamaño ideal de los senos varía según la cultura. Investigaciones anteriores encontraron que las mujeres latinoamericanas sienten presión por tener senos grandes, mientras que en el este y sudeste de Asia, donde las mujeres tienden a tener senos más pequeños, los senos fueron menos valorados como un marcador de feminidad.
En Pakistán, que tiene el tamaño promedio de senos más grande de las 40 naciones encuestadas, la mayoría de las mujeres (49%) informaron querer senos más pequeños. De todos los países encuestados, las mujeres británicas estaban más insatisfechas con sus senos.
Pero en este estudio, los investigadores encontraron que los ideales de los senos eran similares en todas partes. La mayoría de las mujeres querían senos más grandes de lo que tenían.
“Los datos sugieren que ahora hay una preferencia homogeneizada por los senos más grandes”, explicó Swami. “Y las mujeres están experimentando insatisfacción como resultado de eso”.
No es sorprendente dado el aumento de décadas en las tasas de mujeres sometidas a cirugía para agrandar sus senos, ya sea con silicona o con implantes salinos. Solo en los EEUU, 313.735 mujeres se realizaron cirugías de aumento en 2018, un 48% más que en 2000.
Los tiempos han cambiado desde la década de 1990, cuando Baywatch era uno de los programas más vistos de la televisión, y los senos del tamaño DD de Pamela Anderson eran un ideal estadounidense. “Desde entonces, ha habido mucha variación en el tamaño de los senos en la televisión occidental”, dijo Swami.
Pero otras culturas aún ven más grande como mejor. “Si ves telenovelas latinoamericanas ahora, encontrarás que las mujeres de senos más grandes son vistas como más populares y más exitosas”, agregó la experta.
Si bien la presencia de la cultura pop de personas como las Kardashians y Cardi B muestra que la cultura estadounidense todavía adora los senos grandes en mujeres pequeñas, los senos demasiado grandes están asociados con hipersexualidad y enfermedades como el cáncer de mama.
Investigaciones anteriores muestran que las redes sociales pueden ser perjudiciales para la imagen corporal, especialmente para las mujeres jóvenes. En 2017, Instagram fue nombrada la peor aplicación para la salud mental de los jóvenes por el Brain Mapping Center de UCLA.
Además de tener serias implicaciones para la salud mental de las mujeres jóvenes, especialmente a la luz del aumento de las tasas de cirugías de aumento mamario y trastornos dismórficos corporales, las mujeres que se sienten inseguras acerca de sus senos pueden estar menos familiarizadas con sus cuerpos y, por lo tanto, es menos probable que revisen sus senos para detectar bultos, asegura la investigación.
“Las mujeres con mayor insatisfacción mamaria parecen tener menos conciencia mamaria en general”, aseguró la especialista. “No son tan conscientes de cómo cambia el seno con el tiempo, ni tienen la confianza para detectar esos cambios”.
Los resultados de este estudio reflejan las tasas crecientes de dismorfia corporal y los niveles de cirugía plástica entre las mujeres jóvenes, así como los problemas de salud mental que conlleva sentirse físicamente inadecuados. Para aquellas que sienten que sus cuerpos no son suficientes, pasar menos tiempo en las redes sociales es una estrategia inmediata clave.
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