Desde que Meghan Markle contrajo matrimonio con el príncipe Harry se convirtió en un ícono del mundo fashionista. Sus dos vestidos nupciales, uno firmado por Givenchy y el segundo por Stella McCartney revolucionaron la industria y todas las portadas de revista. Sus apariciones públicas y el cambio radical dejando atrás las mini faldas y los vestidos al cuerpo para adaptarse a la corona real fueron parte de un gran desafío al que Meghan se tuvo que adaptar.
En estos casi dos años como Duquesa de Sussex, Meghan, que no tuvo estilista para que la asesore en cuanto a sus looks, y ha tomado elecciones indumentarias en favor de la sostenibilidad y el empoderamiento femenino.
A su vez, Markle supo vestirse con las mejores casas de moda y diseñadores que le crearon piezas a medida para ocasiones especiales y también marcas fast fashion las cuales sus prendas estaban colgadas en las tiendas y quién veía esa prenda al instante ya estaba agotado.
Durante todo el 2019, Markle fue invitada a realizar algunas cápsulas de moda como por ejemplo en Smartworks, sin fines de lucro, creada junto a los diseñadores Marks and Spencer y John Lewis. También ese mismo año, ejerció como editora invitada de la revista Vogue en su versión británica.
Sin embargo, este 2020, la pareja de la realeza lo comenzó dando una noticia que tomó por sorpresa al mundo entero, su renuncia a la familia real británica y lo expresaron a través de un comunicado: “Después de muchos meses de reflexión y de discusiones internas, hemos escogido este año para comenzar una transición progresiva hacia nuestro nuevo papel en esta institución". “Tenemos la intención de dar un paso atrás como miembros de la familia real y trabajar para ser financieramente independientes, mientras continuamos apoyando plenamente a Su Majestad, la Reina. Es con su aliento, particularmente en los últimos años, que nos sentimos preparados para hacer este cambio. Ahora planeamos equilibrar nuestro tiempo entre el Reino Unido y América del Norte, continuando honrando nuestro deber hacia La Reina, la Commonwealth y nuestros patrocinios”.
Pero, el “efecto Meghan” en la moda se empezó a notar en la indumentaria tiempo antes ya que la duquesa de Sussex, poco a poco se alejó de las altas casas de moda reemplazando por las tiendas Zara o Massimo Dutti con propuestas más accesibles con prendas versátiles para volver a usarlas con mayor frecuencia.
Es por eso que dejar atrás la casa de Windsor para Meghan y Harry va a significar eso, en que uno de los primeros gastos que se verán recortados serán los destinados a la indumentaria, aunque para Markle no será un problema, ya que podrá lucir con mucho estilo las mejores marcas low cost. ¿Podrá volver a su estilo anterior y lucir sus atuendos sexies como lo hacía antes de asumir su puesto de duquesa?.
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