Ni 10 días ni 15: cuánto duran las vacaciones ideales

Los grandes debates que se plantean al planificar el descanso tienen una respuesta científica: existe evidencia empírica acerca de cómo debería ser el receso para prolongar sus efectos positivos en la salud. Cómo combatir la depresión de la vuelta

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La investigación consistió en un experimento en el que formaron parte 54 participantes. Todos ellos se encontraban laboralmente activos y la media de edad se situó en 42,5 años (Shutterstock)
La investigación consistió en un experimento en el que formaron parte 54 participantes. Todos ellos se encontraban laboralmente activos y la media de edad se situó en 42,5 años (Shutterstock)

Organizar un viaje con amigos, pareja o familia, con el motivo de descansar y desconectarse de las obligaciones diarias, implica la elección de destino, alojamiento y actividades. Son las decisiones felices de todas las vacaciones. La idea de conocer un lugar nuevo o el simple hecho de ir a una playa a descansar de todas las presiones laborales son parte de un plan perfecto. Sin embargo, probablemente la elección más importante es la de la duración del viaje. ¿Cuántos días son ideales para unas vacaciones perfectas?

En esto se centró una investigación realizada por la Universidad Tampere de Finlandia. Los investigadores se concentraron en encontrar la cantidad perfecta de días que deben durar las vacaciones para que la persona no vuelva con la sensación de cansancio o que nunca se desconectó de sus obligaciones.

La investigación consistió en un experimento en el que formaron parte 54 participantes. Todos ellos se encontraban laboralmente activos y la media de edad se situó en 42,5 años.

El experimento reveló que la salud y el bienestar de los participantes fueron creciendo durante las vacaciones hasta llegar al octavo día, pero una semana después de la vuelta al trabajo tanto la salud como el bienestar volvieron al punto de referencia (Shutterstock)
El experimento reveló que la salud y el bienestar de los participantes fueron creciendo durante las vacaciones hasta llegar al octavo día, pero una semana después de la vuelta al trabajo tanto la salud como el bienestar volvieron al punto de referencia (Shutterstock)

El objetivo del estudio estaba centrado en vacaciones largas- desde los 15 hasta los 34 días, con una media de 23-. Para obtener el resultado, un equipo de científicos investigó los procesos psicológicos asociados a una estancia vacacional larga, alejados del trabajo, para ver cómo se desarrollaban tanto la salud como el bienestar de las personas durante y después de las vacaciones.

Los voluntarios informaron sobre su salud y bienestar antes de empezar, tres o cuatro veces durante las vacaciones y cinco veces después, centrándose en factores como el estado de salud, la fatiga, la satisfacción, el humor, la tensión y los niveles de energía.

Los resultados

El experimento reveló que la salud y el bienestar de los participantes fueron creciendo durante las vacaciones hasta llegar al octavo día, pero una semana después de la vuelta al trabajo tanto la salud como el bienestar volvieron al punto de referencia.

"Existen evidencias empíricas de que las vacaciones favorecen la salud y de que, tras un tiempo prolongado sin darnos un respiro, somos más vulnerables a las enfermedades cardiovasculares y aumenta el riesgo de muerte prematura", explicó la investigadora Jessica de Bloom, quien, junto con su equipo de la Universidad de Tampere, demostró que, a partir del segundo día de descanso, la salud mejora y aumentan los niveles de energía.

Mirar las fotos del viaje, por ejemplo, puede ser de gran ayuda para mejorar el estado de ánimo (Shutterstock)
Mirar las fotos del viaje, por ejemplo, puede ser de gran ayuda para mejorar el estado de ánimo (Shutterstock)

En definitiva, ¿cuántos días duran las vacaciones perfectas?

Según el estudio, se podría establecer que la cantidad ideal es la de 8 días. Si bien es cierto que los beneficios positivos se pueden experimentar desde el día uno, es a partir del octavo día cuando la persona comienza a olvidarse de las responsabilidades del trabajo y desaparece el estrés. A los 8 días es cuando se alcanza el pico máximo de bienestar, y luego vuelve a decrecer.

"Las pruebas reunidas hasta ahora indican que el efecto saludable de las vacaciones es idéntico si duran ocho días que si duran quince", aclaró De Bloom, cuyas investigaciones indican que es más lógico acortar las vacaciones y optar por varios períodos cortos a lo largo del año. Una vez elegidas las fechas y la duración, planificar el descanso también será importante para alcanzar un bienestar.

Los autores del estudio recomiendan, en caso de no poder irse durante 8 días, un turismo de escapadas más frecuentes antes que realizar unas vacaciones de una duración muy prolongada, y de esa manera lograr desconectarse, reducir el estrés y encarar las obligaciones de buena manera.

Según un estudio, las vacaciones deberían durar 8 días (Shutterstock)
Según un estudio, las vacaciones deberían durar 8 días (Shutterstock)

La elección del destino

Sobre gustos y preferencias acerca de destinos no hay nada escrito, pero sobre cómo afectan estas opciones a la salud sí. De acuerdo con una investigación de la Universidad de Edimburgo, las vacaciones al sol aumentan los niveles de vitamina D, una molécula que reduce la presión arterial, disminuye las cardiopatías y aumenta las posibilidades de sobrevivir en caso de padecer cáncer. Aunque cada vez hay más pruebas que vinculan un tiempo en las montañas con pérdida de peso y tener el corazón más sano.

De lo que no hay dudas es de los beneficios del descanso en la salud. Investigadores de las universidades de California y Harvard demostraron que basta con seis días alejados de la rutina para que se modifiquen ciertos genes clave relacionados con la respuesta al estrés, la actividad del sistema inmune, la longevidad y la curación de heridas. Lo llaman efecto vacaciones y se traduce en que, durante un mes, el cuerpo está mejor preparado para enfrentar lesiones y ataques de virus. Incluso se reducen los niveles de ciertas proteínas relacionadas con la demencia y la depresión.

Y el después también cuenta. La clave, una vez más, está en el cerebro. Cuando entra en acción la memoria autobiográfica para evocar recuerdos positivos, se activan circuitos neuronales en la corteza y en el núcleo estriado del cerebro que coinciden con los que se encienden con las recompensas económicas, según un estudio de la Universidad de Rutgers. Así, mirar las fotos del viaje, por ejemplo, puede ser de gran ayuda para mejorar el estado de ánimo.

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