Hace casi dos décadas se inició una ardua lucha para que la industria textil brinde prendas acordes a la diversidad corporal de los argentinos. En el camino se aprobaron 14 leyes de talles -provinciales y municipales- todas distintas, basadas en medidas europeas de varias décadas atrás, y con un imposible cumplimiento a nivel nacional. El 20 de noviembre pasado se dio un gran paso: se sancionó la ansiada ley que crea un sistema único de talles de ropa en todo el país que permita salir de la escala de talles únicos o estándar small, medium y large.
Esa curva de talles surgirá como resultado del primer estudio antropométrico que el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) comenzó a realizar en 2014. Pero sucede que actualmente ese trabajo, clave para la implementación de la flamante norma, sólo se completó en un 55%.
Hasta que no esté listo el sistema único de talles, los comercios no podrán adecuarse a la norma y los consumidores no observarán cambios en las prendas, etiquetas y cartelería. Referentes de la industria textil y de las ONGs que impulsaron la ley afirmaron a Infobae que habrá que esperar hasta un año para que las prendas se hagan con las medidas reales de los argentinos.
La finalización del relevamiento cuenta con un plazo de un año, a partir de la promulgación de la ley. El artículo 4° así lo dispone: “El primer estudio antropométrico debe estar finalizado dentro del período de un (1) año de sancionada la presente ley”. Y también establece que con el fin de actualizar lo que técnicamente se llama Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria (SUNITI), el estudio antropométrico se realizará cada diez años en todo el país.
Prioridad y más presupuesto
En diálogo con Infobae, la encargada del estudio, referente del Centro INTI-Textiles, Sandra Jung, informó que actualmente se están tomando muestras en las provincias de Jujuy y Salta y que falta hacer el “escaneo” de los cuerpos en la Ciudad de Buenos Aires, algunos municipios del conurbano y la región sur del país.
“Estamos programando los lugares donde iremos durante 2020”, explicó, al tiempo que destacó la necesidad de contar con más presupuesto. “Ansiamos que la nueva gestión destine partidas presupuestarias especiales para poder finalizar este estudio, imprescindible para que la ley de talles se pueda implementar”, dijo Jung. El INTI está bajo la órbita del ahora Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, a cargo de Roberto Salvarezza, doctor en bioquímica y especialista en nanotecnología.
En la visión de Alicia Hernández, gerente general de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), técnicamente la nueva ley permitió dar un nuevo escalón hacia la normalización de talles. “La industria y los consumidores nos pusimos de acuerdo y se pudo fijar un marco para que no haya leyes distintas en el país, un marco sobre el cual cada provincia ajustará su norma”, señaló en diálogo con Infobae.
“Necesitamos -remarcó- los resultados del estudio antropométrico para poder definir cada talle. Eso significa que cuando una persona compre, por ejemplo, un talle 44, tendrá la misma medida en todas las marcas y en todos los negocios por igual, como pasa con los zapatos". Y apuntó: “Es probable que su finalización lleve varios meses. Esperamos que sea una de las prioridades de la nueva gestión para poder tenerlo listo lo antes posible”.
Por su parte, Mercedes Estruch, integrante de AnyBody, la ONG que promueve una moda inclusiva y sin estereotipos, también indicó que aún falta para que la ley de talles se materialice en las vidrieras, percheros y probadores. “¿Hoy por hoy qué curva de talles podemos pedirles a los comerciantes que apliquen? No la tenemos aún. Esto es paso a paso. Nuestro próximo gran objetivo es que el INTI obtenga financiamiento para terminar el estudio antropométrico”, aseguró.
Infobae también consultó a la diputada nacional Marcela Passo, del Frente de Todos y presidenta de la Comisión de Defensa del Consumidor. “Primero se tiene que reglamentar la ley, para lo cual hay un plazo de seis meses desde la sanción. Después el INTI tiene que terminar el estudio antropométrico para poder aplicar el nuevo sistema de talles. Todos los comercios del país, incluso los importadores, van a adaptar las prendas a esos talles. Confío en que el año que viene estaremos poniéndolo en práctica”.
Cómo es el estudio
El estudio antropométrico requiere de 12 mil a 15 mil muestras provenientes de las cinco regiones representativas del país (NOA, NEA, Centro, Cuyo y Patagonia). Su objetivo es definir la forma y dimensiones del cuerpo de la población argentina, según sexo, grupo etario, y región del país. Como mínimo se escanean 3.000 personas por región.
Para su realización se utiliza un equipo escáner corporal 3D. El escaneo genera en pocos segundos una imagen tridimensional completa del cuerpo humano y toma entre 300 y 400 medidas, a través de sensores infrarrojos. En el INTI explican que la tecnología está basada en el proceso de seccionamiento de luz (triangulación) y que es completamente inofensiva tanto para el cuerpo como para los ojos.
En cada lugar donde se realiza el relevamiento, especialistas de textiles del Instituto invitan a participar a personas que tengan entre 12 y 65 años. Y al finalizar el escaneo, cada participante se lleva un documento con sus medidas reales exactas.
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