La fuerte desilusión de Greta Thunberg después de la Cumbre Mundial del Clima

La joven ecologista que impulsa un movimiento mundial en pos de tomar acciones concretas frente a la amenaza del cambio climático choca contra los intereses económicos de varios gobiernos en la conferencia de Madrid

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La joven activista climática sueca, Greta Thunberg, durante un debate con miembros del Parlamento francés en la Asamblea Nacional en París, el 23 de julio de 2019. (REUTERS/Philippe Wojazer)
La joven activista climática sueca, Greta Thunberg, durante un debate con miembros del Parlamento francés en la Asamblea Nacional en París, el 23 de julio de 2019. (REUTERS/Philippe Wojazer)

Con sus jóvenes 16 años (el 3 de enero cumplirá 17), la joven activista sueca Greta Thunberg es un maremoto de emociones y reacciones, que en poco más de un año, cambió la conciencia de millones de personas, especialmente adolescentes como ella, y las hizo reflexionar de la urgencia climática que estamos viviendo y que cada año se torna más grave.

Todo comenzó aquel 20 de agosto de 2018, cuando Greta decidió no asistir a la escuela secundaria hasta que se concreten las elecciones generales a realizarse el 9 de septiembre, para demandar que el gobierno sueco que redujera las emisiones de carbono en base a lo establecido en el Acuerdo de París de 2015.

La activista ambiental Greta Thunberg, de 16 años, fue elegida como la personalidad del año 2019 de la revista Time, que la colocó en su portada con el título "El poder de la juventud".
La activista ambiental Greta Thunberg, de 16 años, fue elegida como la personalidad del año 2019 de la revista Time, que la colocó en su portada con el título "El poder de la juventud".

Para hacer visible su queja, decidió faltar a clases ese viernes 20 y todos los viernes siguientes para sentarse en las afueras del parlamento sueco conocido como Riksdag junto con un cartel que decía Skolstrejk för klimatet (‘Huelga escolar por el clima’ #fridaysforthefuture).

Thunberg se ha convertido en un ícono global en la lucha contra el cambio climático, a tal punto que fue elegida “Persona del Año” por la revista TIME. En su corta carrera activista, la niña sueca, además de su paso por Naciones Unidas en Nueva York, ya habló en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2018, en el Foro Económico Mundial (enero de 2019), ante el Comité Económico y Social Europeo, en la Asamblea Nacional francesa y fue la estrella de la Cumbre de Cambio Climático en Madrid (COP25) durante los 6 días en los que estuvo presente.

Para llegar a la Cumbre del Clima en Madrid, Greta cruzó el océano Atlántico a bordo de un catamarán (Reuters)
Para llegar a la Cumbre del Clima en Madrid, Greta cruzó el océano Atlántico a bordo de un catamarán (Reuters)

Pero todo esa energía, potencial y millones de seguidores de su justa causa climática, chocó con la parsimonia, la burocracia y los intereses políticos de muchas potencias mundiales que registran números en rojo en sus economías y relegan la importancia de reducir la contaminación que generan en pos del crecimiento de sus empresas y en detrimento de las terribles consecuencias negativas para el planeta si se incrementa el calentamiento global (producto de la mayor emisión de Gases de Efecto Invernadero GEI), que ciertamente provocará desplazamientos masivos de millones de personas y hasta muertes producto de sequías, inundaciones y eventos climáticos extremos, todos predecidos por la ciencia.

El viernes último por la tarde debía concluir la COP 25 en Madrid, tras dos semanas de negociaciones entre los diplomáticos de 196 países convocados por Naciones Unidas. Pero, otra vez, los intereses contrapuestos de varias naciones grandes hizo dilatar un cierre consensuado y armónico, para convertirlo en uno caótico y a la apuradas por firmar una resolución que intente calmar a todas las partes: las que quieren que todos los países incrementen sus ambiciones para reducir sus GEI, y aquellos como EEUU, Brasil, Japón o la India, que piden retrasar esa medida y otras más hasta 2023 por lo menos."

Greta habla en uno de los paneles de la COP25 en Madrid. (REUTERS/Susana Vera)
Greta habla en uno de los paneles de la COP25 en Madrid. (REUTERS/Susana Vera)

Thunberg citó varios datos de reportes científicos para apoyar su llamada a la acción, al recordar que para tener un 67% de posibilidades de evitar que la temperatura media global suba un grado y medio o más, solo podrían ser emitidas 420 gigatones de CO2 por año, cifra que al ritmo actual de emisiones se alcanzaría en solo ocho años más.

No tenemos ya tiempo de no hacer caso a la ciencia. La gente está muriendo por la crisis climática”, señaló la activista, y recordó el aumento de temperaturas y el derretimiento de los casquetes polares: “Esto es en lo que me quiero centrar”. “Por favor, díganme cómo se cuentan estas cosas sin mostrar un ápice de pánico. Realmente me gustaría saberlo”, preguntó Greta al auditorio congregado en los pabellones del Ifema donde se celebra la cumbre desde el pasado 2 de diciembre.

La activista sueca estuvo 6 días en Madrid rodeada de seguidores (REUTERS/Sergio Perez)
La activista sueca estuvo 6 días en Madrid rodeada de seguidores (REUTERS/Sergio Perez)

La activista sueca estuvo 6 días de los 12 que normalmente lleva la Cumbre. Cuando ya había protagonizado una masiva marcha por las calles de Madrid el viernes 6 de diciembre y ya había hablado en distintas reuniones con altos dirigentes políticos, de ONG’s, indígenas y activistas de todo el mundo, Greta se fue de la cita mundial climática. Primero fue la figura central de la masiva marcha el viernes último en Turín, Italia, y luego, su objetivo es volver a Suecia a pasar las fiestas navideñas con su familia.

“Parece que (la cumbre) se ha convertido en una oportunidad para que los países eviten aumentar sus ambiciones. Las naciones están encontrando “maneras inteligentes” de no reducir las emisiones. El verdadero peligro está en que los políticos y los CEOs hagan que parezca que se están llevando a cabo acciones, cuando, en realidad, no se está haciendo nada”, alertó Thunberg.

Greta habla con los medio en Turín, para dar su voz y alertar por el clima (REUTERS/Massimo Pinca)
Greta habla con los medio en Turín, para dar su voz y alertar por el clima (REUTERS/Massimo Pinca)

Y agregó: “No hay ningún sentido de urgencia. Nuestros líderes no se comportan como si hubiera una crisis”, continuó, y comparó la crisis climática con “un niño en medio de la ruta” a punto de ser atropellado. “El riesgo es no hacer nada, que es donde estamos ahora. Estamos desesperados por cualquier señal de esperanza. Hay esperanza, yo la he visto, pero no viene de los gobiernos ni las corporaciones, viene de la gente. Es la opinión pública la que gobierna el mundo libre. De hecho, cada cambio en la Historia ha venido de la gente. No podemos esperar, debemos efectuar el cambio ahora. Nosotros, la gente”, indicó.

Thunberg fue enfática en su discurso ante sus seguidores y millones de personas que la siguen por los medios de comunicación y redes sociales: “Necesitamos un equilibrio entre el optimismo y la rabia. El optimismo proviene de la acción: si hay acción, habrá optimismo. Necesitamos la rabia para mantenernos fuera de nuestras zonas de confort”.

Tras dejar Madrid, Greta fue a Turín a marchar por el clima (REUTERS/Massimo Pinca)
Tras dejar Madrid, Greta fue a Turín a marchar por el clima (REUTERS/Massimo Pinca)

Sus últimas palabras en la cumbre ante la multitud fue como un grito de arenga. “¿Qué queremos? Justicia climática. ¿Cuándo la queremos? ¡Ahora!”; “otro planeta es posible”; “escucho la voz de mi bisnieta”; “poder para el pueblo”, fueron las consignas lanzadas por Greta que inmediatamente recibía una importante ovación y cientos de aplausos.

Rodeada de científicos

“Mi voz ha sido escuchada demasiadas veces”, dijo Thunberg durante un panel con científicos expertos en clima. “Tenemos una plataforma que debe usarse y por eso hemos creado este evento, para que las voces de los científicos se hagan más fuertes”, recalcó, cediendo la palabra a los hombres que más saben de calentamiento global. Los científicos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático de la ONU (IPCC) recordaron a los políticos la necesidad de fijar una subida máxima de las temperaturas de 1,5 grados respecto a 1990 y de actuar en consecuencia. Hablaron sobre la urgencia de la situación climática, citando algunos de los reportes que la ONU elaboró en los últimos años sobre los daños en los océanos o las tierras de cultivo.

En su marcha por Turín, Greta utilizó pancartas para alertar a los gobiernos (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)
En su marcha por Turín, Greta utilizó pancartas para alertar a los gobiernos (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)

Necesitamos desesperadamente más información sobre el clima en los medios. Tenemos que hacer la ciencia más accesible, porque la gente no es plenamente consciente de lo que está sucediendo. No solo hay que educar en las escuelas, hay que educar sobre el clima a los adultos. Hay que traducir los números de la ciencia para que la gente entienda la sensación de urgencia”, sostuvo Greta al reafirmar la importancia de la educación en temas ambientales para con los más chicos.

Y completó: “La emergencia climática no es un problema futuro, es algo que nos está afectando ya”.

También con jóvenes de todo el mundo

En otro de los paneles de la cumbre, se realizó un debate dedicado a los jóvenes junto a varios activistas de diferentes partes del mundo. Por supuesto, Greta se entusiasmó en hablar a sus pares y lanzó: "La gente está sufriendo ya las inclemencias climáticas y, por ello, no se puede esperar más".

Uno de los paneles científicos en los que Greta se presentó en (Madrid REUTERS/Sergio Perez)
Uno de los paneles científicos en los que Greta se presentó en (Madrid REUTERS/Sergio Perez)

Thunberg, que ha causado un gran revuelo mediático en esta Cumbre, cedió la palabra a los jóvenes activistas invitados al acto ya que, según dijo, “sus historias deben ser escuchadas” en un contexto como este “donde somos objeto de tanta atención mediática”.

Los pueblos indígenas están sufriendo y son los más afectados por la violencia, los que están más expuestos a las consecuencias del cambio climático, ya que tienen que estar en equilibrio con la naturaleza. Por esa tenemos que ayudarlos, porque son muy valiosos por su conocimiento de la naturaleza, algo que nos puede ser útil para luchar contra el cambio climático”, subrayó.

Greta no puede ocultar su desilusión por la falta avances en la redacción de un documento final (REUTERS/Susana Vera)
Greta no puede ocultar su desilusión por la falta avances en la redacción de un documento final (REUTERS/Susana Vera)

“Hemos notado cierta atención. Y creemos que es nuestra responsabilidad moral usar esta atención para dar voz a aquellos que necesitan contar sus historias, las cuales deben ser escuchadas”, insistió Greta ante la gran expectativa generada en los medios de comunicación por escucharla y la gran cantidad de periodistas dispuestos a tomar su voz y replicarla en los medios de comunicación y las plataformas virtuales.

Últimas palabras y vuelta a casa

Cada gran cambio en la Historia ha venido del pueblo. En solo tres semanas entraremos en una nueva década, una década que definirá nuestro futuro. Ahora mismo estamos desesperados por alguna señal de esperanza, y les digo que hay esperanza, la he visto, pero no viene de los Gobiernos o las corporaciones, viene del pueblo”, cerró Thunberg en claro desafío a la desidia, e inación de los países participantes de la cita climática mundial.

Greta quiere volver a su Suecia natal para recobrar fuerzas y pasar Navidad con su familia (Foto de Johannes EISELE / AFP)
Greta quiere volver a su Suecia natal para recobrar fuerzas y pasar Navidad con su familia (Foto de Johannes EISELE / AFP)

Se agobia mucho con la presión mediática. Se siente más cómoda en espacios seguros”, deslizó Alejandro Martínez, portavoz español de Fridays for Future, a los periodistas que seguían como una sombra cada paso de Greta por los pasillos de la COP25.

Thunberg desea volver a Estocolmo natal para reunirse con su madre, su hermana y sus perros, según afirmaron sus colaboradores cercanos. Tal vez, bajo el cobijo familiar y la esperanza que la Navidad hace renovar en las personas, cambie la frustración recientemente vivida por el fracaso de los avances concretos en la accidentada cumbre del clima española, que debió celebrarse en Santiago de Chile.

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