Tiene 19 años, es entrerriano y creó un drone acuático para luchar contra la contaminación en la laguna de su pueblo

Agustín Maiocco vive en Victoria y desde allí vino el pasado fin de semana a Buenos Aires a dar una charla en TED-Ed Weekend sobre cómo todos pueden animarse a pasar de ser usuarios a “crear tecnología”. Una app para resolver problemas de física había sido su primer invento

El drone que Agustín creó con su grupo de ciencias tiene detectores para medir los niveles de sal, PH y otras cualidades del agua

La tecnología está presente en casi todos los ámbitos de la vida actual. Desde la alarma que suena por las mañanas para dar inicio al día, pasando por las aplicaciones para pedir el almuerzo en el trabajo, la reserva online de un turno médico, pedir un taxi, o las plataformas para ver televisión o escuchar música antes de dormir. En el medio, existen apps que cuentan los pasos que una persona da, avisan si un avión está por aterrizar, y hasta permiten alquilar bicicletas en la vía pública.

Sin embargo, para muchos la tecnología es algo frío, distante, que usan pero sin involucrarse demasiado.

Agustín Maiocco, sin dudas, está parado en la vereda de enfrente. Pero no siempre había sido así.

Fue en una charla TEDxRiodelaPlata a la que asistió hace dos años en Tecnópolis cuando el joven oriundo de Victoria, Entre Ríos, empezó a interesarse por la tecnología. “Una charla que daba un chico que había creado una app para gente discapacitada me inspiró y me llamó la atención; fue en octubre de 2017”, recordó Agustín en diálogo con Infobae. “Hasta ahí era un usuario más, me gustaba la tecnología pero no iba mucho más allá”.

Allí, con 17 años, el joven empezó a investigar qué había detrás de ese mundo que consumía a diario. Hizo dos cursos de programación, empezó a probar, y mirar tutoriales en internet.

“En ese momento en el colegio en la clase de física nos daban fórmulas y problemas y se me ocurrió hacer una aplicación para resolverlos -contó-. Fue más que nada para probar si me salía y obvio la profesora estaba al tanto y me alentó a hacerlo”.

Pero su inquietud no se quedó ahí. Quiso seguir probando todo lo que venía investigando.

- ¿Por qué un drone acuático?

- En la escuela teníamos una feria de ciencias en la que yo formo parte de un grupo junto a otros 10 chicos. Presentamos proyectos y competimos en distintas ferias.

El invento del joven entrerriano fue presentado con éxito en ferias de ciencia a nivel departamental, provincial y nacional

Un día el profesor que coordina el grupo nos contó que estaba practicando windsurf y que al salir de la laguna su traje tenía manchas y puntos blancos por todos lados, y nos explicó que eso era exceso de sal en el agua. A raíz de este problema decidimos hacer un drone que navegue por la laguna, analice el agua y nos brinde información en tiempo real, para así saber el estado del agua y a partir de eso buscar soluciones o pensar qué podíamos hacer.

La laguna en cuestión es la Laguna del Pescado, en su natal Victoria. Y la sugerencia del profesor los entusiasmó por partida doble: “Para ver si podíamos mejorar el estado del agua, y de paso practicábamos programación”.

“Lo probamos en octubre del año pasado pero teníamos un problema con el diseño de la hélice, que hacía que el drone avanzara muy despacio por la forma de la paleta”, compartió el joven sobre los pormenores de un logro que fue “a prueba y error”. “Perfeccionamos eso y lo hicimos andar más rápido”.

El drone es totalmente autónomo y tiene detectores de sal en el agua, mide la conductividad y cuenta con un peachímetro o potenciómetro, que indica el PH. Y tras confiar que nunca lo tienen “completamente terminado” ya que le hacen modificaciones o mejoras permanentemente, Agustín contó: “Lo último que le agregamos es una placa wifi, ya que antes lo hacíamos funcionar con una antena que nos tiraba los datos, pero teníamos problemas con la distancia y ahora lo resolvimos”.

El invento del joven entrerriano fue presentado con éxito en ferias de ciencia a nivel departamental, provincial y nacional.

“A partir de allí recibimos la invitación a para participar en la feria internacional de medio ambiente en Concordia y ahí salimos seleccionados para presentar el proyecto en México en mayo del año próximo en la Feria Mecatrónica”, dijo un ilusionado aunque precavido Agustín, que aún no saben si podrán viajar al país azteca debido al gasto de pasajes y estadías que tendrían que afrontar.

“Somos un grupo que trabajamos en conjunto; esto no fue de la noche a la mañana: pasamos mucho tiempo en la escuela, había días que nos quedábamos 12 horas y siempre se nos ocurre algo que mejorarle”, enfatizó.

De Victoria, a orador en Buenos Aires sin escalas

En su charla TED, Agustín hizo hincapié en que todos debieran animarse a pasar de ser usuarios de tecnología a crearla

Agustín es egresado de Clubes TED-Ed, un programa educativo gratuito creado en la Argentina por TEDxRíodelaPlata, que se implementa en escuelas secundarias públicas y privadas de todo el país, y cuyas inscripciones para la edición 2020 ya están abiertas.

A lo largo de diez encuentros los chicos, liderados por docentes, preparan una charla TED y trabajan en la identificación de una idea, se la desarrolla y arman su exposición.

“Nos dijeron que estaba la posibilidad de que nos inviten a un evento a exponer y nos designaron un coach, que nos ayudó a armar la charla”, dijo Agustín, quien enfatizó en que si bien su exposición no duró más de “tres o cuatro minutos”, tiene atrás “un proceso arduo de trabajo”.

En su charla, Agustín habló de tecnología. “Quise citar ejemplos del uso de la tecnología en la vida real y de cómo todos podemos dejar de ser usuarios y ser creadores”.

“Hablé del drone porque me pareció un lindo ejemplo de crear tecnología, y también de mi app para resolver ejercicios de física -señaló-. El mensaje que quería dejar es que la tecnología puede ayudar a resolver problemas reales, como la contaminación de la laguna y remarcar que tenemos que animarnos también a crearla”.

Agustín acaba de terminar la escuela secundaria y se dispone a pasar el verano en Victoria, junto a sus papás, su hermanita y sus amigos, antes de partir a Buenos Aires, donde se instalará para -a principios del próximo año- comenzar a cursar la carrera de Ingeniería Informática en la Universidad de Buenos Aires.

Al parecer, la historia de amor entre Agustín, la tecnología y la programación recién comienza.

Continuará...

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