Llegó el gran día para Carolina Pampita Ardohain y Roberto García Moritán. Finalmente y a tres meses de comenzar su relación, la top model y el empresario gastronómico dieron el sí en una ceremonia íntima para más de 200 invitados en el lujoso Palacio Sans Souci, ubicado en Victoria, en el partido de San Fernando.
Con el gran equipo de estilismo que la acompaña siempre, Zacarías Guedes para su peinado, Estefania Novillo para el maquillaje y a Gabriel Lage como el gran diseñador de su vestido de novia. Los otros elegidos por Pampita, fueron, Ricky Sarkany para los zapatos, las joyas de Jean Pierre y la tiara diseñada por Guidobono.
“Desde el primer día, cuando llegó al atelier, envuelta en su maravillosa sonrisa, para contarme que me había elegido como el diseñador de su traje de boda, tomé la determinación, como muy pocas veces en mi carrera, de hacer exactamente el vestido que ella decidiera para el día de su boda”, dijo el diseñador de alta costura Gabriel Lage, quien tuvo el honor de crear la pieza nupcial de Carolina.
El creativo contó a Infobae que la modelo y conductora tenía en mente dos ideas, y que él no solo como diseñador, sino también como amigo la asesoró y la llevó hacia una porque entendió que el diseño era su auténtico deseo.
“Carolina eligió para un día tan trascendente en su vida una línea de vestido considerado uno de los hitos nupciales, con falda emblemática en la moda, que en sus variadas formas se han visto en las colecciones de los más reconocidos diseñadores de alta costura”, detalló Lage. “Un traje de novia de cuerpo estructurado con sugestivo pero delicado escote V, en tono blanco almendra, con falda en cascada, romántica y femenina”.
Para entender el proceso de vigencia de este estilo de trajes de novia, con faldas de tanta presencia y carácter, vale mencionar que a partir del siglo XVIII los volúmenes , Lage explica que se lograban a través de diferentes mecanismos como múltiples capas que se colocaban debajo de la pieza para lograr la forma deseada. Con el tiempo, surgieron otras alternativas como armazones en metal o madera, crinolina, hasta la llegada del crin.
“Para la construcción de la falda se utilizaron 30 metros de organza de seda natural satinada y capas de tules en desnivel, con aplicación de 59 metros lineales de zócalos de organza doble, pespunteados en hilo de plata, modelados enteros para que no tengan ningún corte, con excepción del zócalo final. El volumen interno se logró a través de una técnica de termofusión, que aplico desde hace ya muchos años en mi atelier”, finalizó Gabriel Lage.
Los tocados de la novia estuvieron a cargo de Catalina y Eugenia de Guidobono. Ambos realizados hechos en plata y bronce rodinado. “El diseño lo eligió Carolina, nos explicó lo que quería y empezamos a hacer algunas muestras y a partir de ahí fuimos corrigiendo hasta lograr lo que ella tanto deseaba”, explicó en diálogo con Infobae Catalina, una de las diseñadoras de la marca.
La experta detalló: “Hicimos 2 tocados finales. Uno está compuesto de 2 piezas que van a los costados de la cabeza y el otro en una sola pieza”.
Desde la marca precisaron: “El tocado que finalmente lució Carolina es un formato tradicional tipo tiara, hecho a mano, compuesto por dos ramilletes de hojas con tallos muy muy finos porque la novia quería algo muy liviano visualmente. No quería que pareciera pesado o tosco. Su deseo fue que las hojas estuvieran ‘despegadas’ de la cabeza, que tuvieran volumen”.
Asimismo desde Guidobono agregaron: “Hicimos varias muestras y las fuimos modificando hasta lograr el diseño que ella quería. Tenía muy claro lo que quería y se ocupó muchísimo de responder todas nuestras preguntas al instante y guiarnos durante el proceso”.
“A las 34 damas de honor les hicimos tocados para cada una especialmente, y ellas eligieron modelos que estuvieran en línea con sus vestidos”, explicaron.
Catalina agregó que no hubo pruebas de tiara ya que se manejaron vía fotos y videos para mostrarle cómo iba quedando: “Ella estuvo muy atenta en contestar todos nuestros mensajes, preguntas y dudas”.
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