Un 13 de julio de 1998 se publicó en el Boletín Oficial 484 la Ley 35/98, sancionada por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la Comisión de Protección y Promoción de los Cafés, Bares, Billares y Confiterías Notables de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, ya desde unos años antes se celebraba el 26 de octubre como el Día de los Cafés de Buenos Aires, ya que en esa fecha, en 1894, se había inaugurado el histórico Café Tortoni. Pero la ley lo oficializó.
Hoy muchos de estos bares son sitios esenciales para el porteño -y también para el turista-. Son un lugar de encuentro, patrimonios culturales considerados Cafés Notables de la Ciudad. Son un grupo cultural que produce encuentros literarios, presentaciones musicales y muestras artísticas.
Infobae visitó Bar El Federal, Café Margot, Bar de Cao, Celta Bar y Café La Poesía, algunos de los bares notables que habitan en los barrios de Monserrat, San Telmo, Boedo, San Cristóbal y San Nicolás. Éstas son sus historias:
Bar El Federal
Ubicado en Carlos Calvo al 599, inició sus días como pulpería, fue almacén de ultramarinos, alojó un prostíbulo y un almacén con despacho de bebidas. Fue testigo de la transformación de la ciudad, la epidemia de la fiebre amarilla y la tragedia de un femicidio, además de haber servido como escenario para clásicos del cine argentino.
En el nuevo siglo se consagró como el Café Bar más simbólico de San Telmo, emblema de identidad porteña y pieza arquitectónica esencial de Buenos Aires de más de 150 años de vida.
Su interior cuenta con una barra de madera con arco en alzada, mosaicos calcáreos originales, la antigua máquina registradora, las barricas de roble francés y la colección de chapas y avisos enlozados son parte de su encanto.
Además de sus cafés tradicionales, las picadas, las pastas caseras y los sándwiches especiales son maridados por cerveza artesanal, sidra tirada y aperitivos son algunos de los platos más pedidos dentro de El Federal, es por eso que abre todos los días de 8 am al cierre 2 a 4 am.
Café Margot
Desde 1904, en Boedo, antes de convertirse en una cafetería, Café Margot fue bombonería, restaurante, fábrica de pastas y confitería. En esta mítica esquina de Avenida Boedo al 857 algunos de los habitués del lugar fueron figuras como el abogado, legislador y político Alfredo Palacios y el Mono Gatica.
Con paredes de ladrillo, retratos y carteles históricos, este bar tiene una gran biblioteca y todas sus mesas y sillas alineadas en perpendicular al mostrador. En esta esquina se inventó el mítico sándwich de pavita al escabeche, especialidad de la casa, el strudel de manzana tibio con crema, canela y chocolate que es el postre de rigor.
Café Margot fue declarado “Café Notable” por el Ministerio de Cultura y “Sitio de Interés Cultural” por la Legislatura porteña y en el 2012 lanzó “Recuperemos al vermú”, causa que busca iniciar un camino sin retorno hacia la instalación definitiva del vermú como experiencia, comunión única que sucede alrededor de una mesa entre amigos, el aperitivo, el sifón, los ingredientes y la charla de bar.
Bar de Cao
Inició sus días como fonda en una esquina disputada entre los barrios San Cristóbal y Balvanera. Quince años más tarde, con la llegada de los hermanos asturianos Pepe y Vicente Cao, se convirtió en el tradicional establecimiento de almacén con despacho de bebidas: sus fiambres frescos y productos al peso reunieron una clientela fiel que con el tiempo construyó una relación de amistad con los Cao.
A puertas cerradas fue testigo de celebraciones familiares, incluso del casamiento de Pepe. Conserva botellas originales de sus primeros días (tintos, oportos, vinos de postre), la antigua caja registradora, muebles de almacén, vitrinas y retratos de época.
También fue declarado Bar Notable. Dentro de sus platos más destacados, la tortilla española, los escabeches, las milanesas, el pan casero y los vinos corren a la orden del día y los postres, típicos de bodegón: flan casero mixto, vigilante y panqueques, entre otros, son los que más salen en el Bar de Cao.
Celta Bar
Ubicado en San Nicolás, fue fundado por el español Claudio Fernández bajo el concepto de Café Concert que sirvió como escenario para presentaciones de poesía, teatro y conciertos en vivo con músicos como Javier Malosetti, Luis Salinas y Miguel Botafogo.
Su decoración se destaca con retratos de músicos notables, paquetes de antiguos jabones y yerbas, chapas de publicidades de los años 50, cajones de reparto y frascos con conservas son parte de las misceláneas que hacen a la identidad del bar.
Desde las 8 de la mañana hasta el cierre 2 a 4 -según el día-, algunos de los platos que sirven en Celta Bar son pastas caseras, ensaladas especiales y las pizzas al horno de barro.
Café La Poesía
Funciona desde 1982. Café La Poesía fue fundado por el poeta y periodista Rubén Derlis en el barrio de San Telmo. Este café fue un mítico punto de encuentro del letrista de tango Horacio Ferrer donde conoció a la artista plástica Lucía Michelli. A su vez, este café fue amadrinado por la cantante Marikena Monti.
Entre las reliquias del Café se encuentran el mural de Juan Manuel Sánchez, la galería con 120 retratos de maestros de las letras argentinas, el piano de principios del siglo XX, la chopera de bronce, las chapas con recordatorios en las mesas, el mostrador de madera y las colecciones de antigüedades, latas, botellas y sifones.
Hoy en este Bar Notable, los pescados, los fiambres, los lomos y los omelettes son los protagonistas de almuerzos y cenas que sirven de lunes a domingos en Chile 501.
Fotos: Gustavo Gavotti y Nashi Contenidos
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