Qué es el asbesto, y por qué se lo considera responsable del término edificios enfermos

La presencia de este material, que provoca enfermedades graves como la asbestosis, se observa en edificios públicos, privados, en un colegio, en el subterráneo y a veces hasta en los modernos edificios inteligentes. ¿Pueden ser las construcciones enemigas de la salud?

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Los “edificios enfermos” son aquellos que en sus instalaciones cuentan con materiales perjudiciales para la salud, como sucede por ejemplo con el asbesto (Shutterstock/Farbled)
Los “edificios enfermos” son aquellos que en sus instalaciones cuentan con materiales perjudiciales para la salud, como sucede por ejemplo con el asbesto (Shutterstock/Farbled)

¿Los edificios pueden ser enemigos íntimos de la salud? De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) definitivamente sí. De hecho desde 1982 existe el término “edificios enfermos” para definir “al conjunto de molestias ocasionadas en la salud por la mala ventilación, la descompensación térmica, las cargas electromagnéticas, las partículas, componentes tóxicos y vapores de origen químico en suspensión que circulan por el edificio en el que vivimos o trabajamos”.

La presencia de asbesto es un ítem más de esta serie de componentes que se observan en edificios públicos, privados, y también en los novedosos edificios inteligentes: herméticos, climatizados a través de un sistema central, iluminación artificial y con casi ninguna interacción con el exterior.

El caso argentino tiene sus propios protagonistas: en los últimos meses, los empleados del subte llevaron adelante diversas medidas de fuerza tras haber encontrado este mineral tóxico en vagones del subterráneo porteño. Ante esta situación, la Ciudad le exigió al Metro de Madrid 15 millones de euros.

Asimismo, en las últimas horas, la comunidad educativa del Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández emitió un comunicado en el cual pide explicaciones al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires luego de haber encontrado restos de asbesto en cañerías y en una caldera de este establecimiento.

El asbesto está formado por unos muy delgados hilos dispuestos en finas fibras (Shutterstock)
El asbesto está formado por unos muy delgados hilos dispuestos en finas fibras (Shutterstock)

Pero en definitiva. ¿Qué es el asbesto o también llamado amianto? Es el nombre de un grupo de minerales fibrosos presentes en la naturaleza caracterizados por su resistencia al calor y a la corrosión. Por estas propiedades, este material fue usado en productos comerciales, a prueba de fuego y del aislamiento, frenos de automóviles, materiales de yeso, entre otros.

El asbesto está formado por muy delgados hilos dispuestos en finas fibras. Es un compuesto de silicatos, resistente al calor, al fuego, a los ácidos y a la fricción, y por ser un excelente aislante desde la Revolución Industrial fue muy utilizado en la construcción de motores, calderos, barcos, automotores, trenes, material y ropa aislante al fuego.

El asbesto luego se convirtió en un material favorito para las construcciones y de uso corriente en la arquitectura de mediados del siglo XX, aprovechado como aislante. Lo que alguna vez fue un mineral común en la industria de la construcción en las últimas décadas se comenzó a asociar a enfermedades respiratorias como la asbestosis, y el cáncer de pulmón.

La mala ventilación, la descompensación térmica, las cargas electromagnéticas, las partículas, componentes tóxicos y vapores de origen químico en suspensión que circulan por el edificio en el que vivimos o trabajamos pueden afectar gravemente nuestra salud (Shutterstock)
La mala ventilación, la descompensación térmica, las cargas electromagnéticas, las partículas, componentes tóxicos y vapores de origen químico en suspensión que circulan por el edificio en el que vivimos o trabajamos pueden afectar gravemente nuestra salud (Shutterstock)

¿Cómo y de qué manera afecta a la salud? Si los productos que contienen asbesto son alterados, se liberan al aire pequeñas partículas de este elemento, y al ser inhaladas fibras de asbesto, pueden entrar en los pulmones y permanecer allí por un largo tiempo.

Ana Putruele, jefa de la División Neumonología del Hospital de Clínicas, MN 55966, le explicó a Infobae las complicaciones que genera en la salud el asbesto o amianto: ″Provoca enfermedades que se denominan neumoconiosis, producidas por la infiltración de partículas de polvo o de sustancias minerales en el aparato respiratorio".

“Son enfermedades ocupacionales y se suelen observar en grandes ciudades, sobre todo en zonas muy industrializadas”, agregó. Para hacer el diagnóstico "se realizan tomografías de tórax, radiografías, y estudios de la función pulmonar específicos, y en algunos casos, muy pocos, los pacientes van directamente a trasplante de pulmón”, completó la neumonóloga.

El asbesto, desde la Revolución Industrial, fue muy utilizado en la construcción de motores, calderos, barcos, automotores, trenes, material y ropa aislante al fuego(Shutterstock)
El asbesto, desde la Revolución Industrial, fue muy utilizado en la construcción de motores, calderos, barcos, automotores, trenes, material y ropa aislante al fuego(Shutterstock)

Las asbestosis, como se denominan las enfermedades derivadas de este mineral, suelen presentarse por ejemplo en las minas de amianto, en talleres de automóviles (ya que se encuentra presente en algunos sistemas de frenos y embriagues), en trabajadores de electrónica, ferroviarios, y portuarios.

Inadvertidamente, el asbesto libera microfibrillas que terminamos inhalando. Las más pesadas impactan en las vías nasales y la laringe, las más pequeñas se detienen en la tráquea y en los bronquios, pudiendo llegar a los alvéolos, y al no ser eliminadas por los macrófagos pueden llegar a causar fibrosis o cáncer Inadvertidamente libera microfibrillas que terminamos inhalando, dentro o fuera del pulmón, advierte un artículo médico del Canadian Respiratory Journal.

Según el Instituto Nacional del Cáncer del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos estas fibras pueden provocar inflamación y cicactrización de tejido pulmonar, lo cual puede afectar la respiración y provocar graves problemas de salud, entre ellas distintos tipos de cáncer.

Los modernos edificios inteligentes vinieron para quedarse, pero con ellos también aparecen enfermedades relacionadas a problemas estructurales en las construcciones (Shutterstock)
Los modernos edificios inteligentes vinieron para quedarse, pero con ellos también aparecen enfermedades relacionadas a problemas estructurales en las construcciones (Shutterstock)

Entre sus principales síntomas, la neumonóloga destacó la tos, falta de aire, dolor en el pecho, acropaquia o dedos en palillo de tambor (agrandamiento indoloro e insensible de las falanges terminales de los dedos de las manos y de los pies que son normalmente son bilaterales), debido a la falta de oxígeno. Y puntualizó: "La asbestosis no tiene tratamiento y la complicación más frecuente que presenta es derivar en cánceres de pulmón, o en la pleura, y mesoeriomas, dónde los síntomas pueden tardar hasta 20 años en aparecer”.

Según aclaró Putruele, “en los edificios antiguos se utilizaba como aislante de caños de vapor, en estructuras antiguas". La neumonóloga a su vez le recomendó a la gente que trabaje en un ambiente con amianto o en el que se puedan liberar partículas de elementos potencialmente tóxicos que “usen en todo momento barbijo y la indumentaria adecuada, para evitar la exposición”.

“Solemos tratar casos de asbestosis, donde los pacientes presentan placas de calcio, características de la presencia de amianto o asbesto”, manifestó Putruele. Según la médica, en estos casos “se observan cicatrices, que pueden llevar a una fibrosis pulmonar, enfermedad grave de los pulmones”.

El asbesto, es un mineral silicato cálcico magnésico que constituye una variedad impura del amianto; se presenta en forma de haces de fibras delgadas, duras y rígidas
El asbesto, es un mineral silicato cálcico magnésico que constituye una variedad impura del amianto; se presenta en forma de haces de fibras delgadas, duras y rígidas

En la Argentina y desde el año 1991, se legisló “el uso, manipuleo y disposición del amianto y sus desechos”, a partir de la Resolución 577/91 del entonces Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación. En este sentido, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires prohibió en 2005 la producción, importación, comercialización y uso de fibras de asbesto, en sus variedades anfíboles o crisotilo.

A su vez, nuestro país y en el año 2000 fue dictada la Resolución Nº 845 sobre la “Prohibición del Asbesto Variedad Anfiboles” y en el 2001 la Nº 823 que establece la “Prohibición del Asbesto Variedad Crisotilo”, ambas necesarias para complementar las resoluciones anteriores.

El subte con asbesto

Entre septiembre de 2011 y noviembre de 2012 el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le compró a España 36 vagones CAF 5000 para la red de subtes porteño, por 5 millones de euros. Estas unidades tenían asbesto, también conocido como amianto.

La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) denunciaron, en marzo del 2018, que flotas de las diferentes líneas están en su mayoría contaminadas por este material cancerígeno, y llevaron adelante desde entonces distintas medidas de fuerza para ser escuchados.

En las últimas horas, se conoció la decisión del gobierno porteño de demandar al Metro de Madrid por la venta de los vagones con este material perjudicial para la salud: reclaman 15 millones de euros en concepto de daños y perjuicios.

El amianto, también llamado asbesto, es una materia prima de origen mineral muy utilizado durante décadas en distintas industrias porque está compuesto de fibras largas, resistentes y flexibles que se pueden entrelazar para conseguir distintos materiales. Tiene la función de aislante y se puede encontrar en distintos materiales como la pintura de los coches del subte (NA)
El amianto, también llamado asbesto, es una materia prima de origen mineral muy utilizado durante décadas en distintas industrias porque está compuesto de fibras largas, resistentes y flexibles que se pueden entrelazar para conseguir distintos materiales. Tiene la función de aislante y se puede encontrar en distintos materiales como la pintura de los coches del subte (NA)

Un colegio con asbesto

La comunidad educativa del Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández vive con preocupación la presencia de asbesto en sus instalaciones. De acuerdo a un comunicado que lanzaron, este material cancerígeno se encuentra en una caldera y en cañerías del edificio, ubicado en la calle Carlos Pellegrini 1515, del barrio porteño de Retiro.

Advierten que no se han realizado las mediciones de aire establecidas en el protocolo a seguir en casos de “desasbesto”, que constaten que el colegio por donde circulan más de 2 mil personas entre el nivel primario, medio y terciario, esté en condiciones salubres.

Una profesora del nivel secundario de la Institución contó a Infobae: “Nos enteramos a partir de notas publicadas en medios de comunicación el 1 de octubre, en donde el gobierno llamaba a una licitación por el retiro de asbesto en dos escuelas".

Frente del Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas (Google Street View)
Frente del Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas (Google Street View)

Allí pudieron ver que el Lenguas Vivas era uno de esos establecimientos y comenzaron a investigar. Las autoridades les comunicaron que en las cañerías habían constatado la presencia de asbesto.

El 18 de octubre, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le mandó a las autoridades del colegio un informe de la Dirección de Mantenimiento Escolar con el protocolo a seguir en el caso de “desasbesto”. Allí explican que se deben tomar 5 muestras del aire para su análisis, y que en enero de 2020 el Gobierno de la Ciudad procederá a retirarlas. Lo mismo sucedería con la caldera del colegio, a pesar de que ya habría sido removida en julio durante el receso invernal, según advirtieron desde la comunidad educativa.

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