Más de 2 mil jóvenes participaron del encuentro sobre discriminación y pluralidad más grande del país

Un año más, una nueva edición en la que la Fundación Encontrarse en la Diversidad, en articulación con distintos actores del Estado y la Sociedad Civil, realizó su Jornada Anual en el Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos (Ex Esma), de la que participaron miles de jóvenes de diferentes instituciones de educación formal y no formal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires.

Con un total de 60 instituciones y más de 2000 personas, la edición 13° del encuentro es un resultado del trabajo que se lleva a cabo desde la Fundación. “Después de un arduo trabajo en distintas escuelas, clubes recreativos e instituciones, el espacio tiene como objetivo todos los años que los jóvenes se encuentren cara a cara con el otro para hablar de distintos tópicos que los atraviesan a diario”, comentó a Infobae Ariel Dorfman, director general de la ONG a cargo de la jornada.

Encontrarse en la Diversidad nació en 2007, y tiene como meta el ejercicio de la reflexión acerca de los mecanismos de exclusión y de la desigualdad con el objetivo de diseñar en conjunto estrategias que permitan desarmarlos y construir caminos en la dirección de una sociedad plural, enriquecida y potenciada por las diferencias.

La actividad fue declarada de Interés Cultural, Educativo y de Derechos Humanos por unanimidad en la Legislatura Porteña, así como también en la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, por ser un espacio que se propone luchar desde la educación contra la xenofobia, el racismo y toda forma de discriminación.

Es la jornada sobre discriminación para jóvenes más grande del país, y fue el cierre anual de un recorrido por distintos espacios e instituciones, donde se proponen talleres y encuentros que promuevan la reflexión crítica de la realidad para su transformación. La tarea convoca a jóvenes de diferentes realidades geográficas, orígenes nacionales, ámbitos socioculturales, religiones o creencias.

De esta forma, entendiendo al diálogo y al encuentro como herramientas centrales para derribar prejuicios y construir nuevas prácticas de promoción de la diversidad, la inclusión y los derechos, a lo largo del año desarrollaron talleres y jornadas de sensibilización y reflexión en cada una de las instituciones educativas y organizaciones que son parte de los proyectos, con la intención de trabajar y abordar diversas problemáticas a través de dinámicas lúdicas, paneles y jornadas de debate y de reflexión.

Con un número que crece año a año, participaron del encuentro jóvenes de escuelas secundarias, terciarias y universitarias, como también de clubes, asociaciones civiles, organizaciones barriales, que se reunieron con otros y otras que vienen realizando talleres sobre las temáticas de discriminación, diversidad e identidad, compartiendo experiencias, preguntas y recorridos para entender todo lo distinto que tienen en común.

En este contexto, la jornada se dividió en dos bloques: por la mañana para los colegios secundarios e instituciones barriales con diferentes actividades en distintos grupos para que todos se conozcan y puedan interactuar; mientras que por la tarde se llevó a cabo el segundo bloque con talleres abiertos al público y que concluyó con un espectáculo de cierre.

“Año a año nos encontramos con jóvenes interesados en la temática de la diversidad que son conscientes de que es algo que los atraviesa en la vida cotidiana. También soy testigo de que además de compartir esta jornada, empiezan un nuevo camino de compartir con el otro esta experiencia y también comprometerse a luchar contra la discriminación en cualquier ámbito para hacer visible una problemática injusta que se puede cambiar si no miramos para otro lado”, enfatizó Dorfman.

Este evento es de suma relevancia. De hecho, en el 2017, la Fundación recibió el Premio a la Innovación Intercultural otorgado por Naciones Unidas y BMW, siendo la primera organización argentina en obtener esta distinción. Además, cuenta con el patrocinio de UNESCO.

Fotos: Franco Fafasuli

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