Son varios ya los estudios científicos publicados que alertan de la incidencia del hombre en el cambio climático que transita en los últimos años nuestro planeta.
Y estos estudios están respaldados en evidencia científica que vemos como real cada día mediante vastos ejemplos medioambientales como la reducción de glaciares, el aumento de los niveles de los mares, las amplias zonas de sequías y fundamentalmente por el incremento de la temperatura global, que crece año tras año.
Por ejemplo, en los últimos 45 años, la humanidad ha modificado el clima de la Tierra 170 veces más rápidamente que la media de los 7.000 años precedentes, según publicó un reciente estudio científico, publicado en The Anthropocene Review, del que informa la Universidad Nacional de Australia.
Las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado la temperatura 1,7ºC por siglo, muy por encima del 0,01ºC por siglo de lo que lo hacían las fuerzas naturales anteriormente.
El dato ha sido aportado por un algoritmo que mide la evolución del impacto medioambiental de las actividades humanas sobre el planeta, al mismo tiempo que realiza proyecciones sobre posibles evoluciones futuras.
En su informe, los científicos Will Steffen y Owen Gaffney analizaron el comportamiento medioambiental del planeta como un sistema integral y complejo y han estimado el impacto de las actividades humanas a través de la llamada 'ecuación del Antropoceno', creada por estos investigadores.
Steffen explicó que "en los últimos 7.000 años, las fuerzas naturales que han impulsado el cambio han sido astronómicas -cambios en la intensidad solar y cambios sutiles en los parámetros orbitales-, junto con los volcanes", provocando un aumento de la temperatura de 0,01ºC por siglo.
Y agregó: "Las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el hombre en los últimos 45 años han aumentado la temperatura a 1,7ºC por siglo, muy por encima de la tasa de origen natural".
Según el experto, las fuerzas astronómicas del Sistema Solar o los procesos geológicos no han desaparecido, pero sus impactos en un periodo de tiempo tan corto son ahora "insignificantes" en comparación con la influencia humana.
"Cristalizar esta evidencia en la forma de una ecuación simple da a la situación actual una claridad que la abundancia de datos diluye a menudo.
También coloca el impacto humano contemporáneo en el contexto de las grandes fuerzas de la naturaleza que han impulsado la dinámica del sistema de la Tierra durante miles de millones de años", precisó el especialista, quien añadió que la humanidad todavía tiene la posibilidad de prevenir el cambio climático catastrófico, pero que el tiempo se le está agotando rápidamente y estamos avanzando en camino a un punto de no retorno, donde el planeta será inhabitable.
"La economía mundial puede funcionar igualmente bien con cero emisiones, y las investigaciones muestran que podemos alimentar a 9.000 millones de personas -la población mundial proyectada para 2050- y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al mismo tiempo", afirmó.
"La temperatura de la Tierra subió el siglo pasado 0,76 grados. El cambio climático es hoy imparable, y provocará aumentos de temperaturas en este siglo de entre 1,8 y 4 grados, dependiendo de las medidas que se adopten para combatirlo, lo que tendrá efectos enormes en la biodiversidad, las lluvias, las sequías, la subida del nivel del mar o la pérdida de los hielos polares. También influirá en los recursos alimenticios y en la sanidad, por citar solo algunos de los impactos", explicaron los científicos de la ONU en la última Conferencia Mundial del Clima.
Si la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera se dobla respecto al nivel anterior a la industrialización, es probable que el calentamiento sea de entre 2 y 4,5 grados centígrados, "con la mejor estimación en torno a 3 grados", señala el informe. Con este calentamiento, los efectos serían muy negativos en todo el planeta. La UE quiere evitar que se superen los 2 grados de aumento de la temperatura media y para ello habrá que reducir las emisiones entre un 20% y un 30% hacia 2020 y hasta un 80% en la segunda mitad del siglo XXI.
El pasado mes de junio, Stefan Rahmstorf, jefe de Análisis del Sistema de la Tierra en el Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, señaló que la Tierra acaba de tener el mes de junio más caluroso registrado.
"Las temperaturas de la superficie terrestre y marina fueron las más altas registradas. Nueve de los diez junios más cálidos se han producido desde 2010", explicó en Ginebra.
Un dato alarmante que aportó, sostiene que el pasado mes de junio marcó el 414° mes consecutivo con temperaturas por encima del promedio del siglo XX.
Otro estudio científico del Instituto de Ciencias Atmosféricas y Climáticas de la universidad ETH Zürich, sostiene que el 75% de las altas temperaturas extremas registradas en todo el mundo es consecuencia del calentamiento global.
El cambio climático, que los autores del estudio, Erich Fischer y Reto Knutti, consideran que está provocado "muy probablemente" por el hombre, es también responsable de en torno al 18% de las precipitaciones de lluvia extremas que ocurren en el planeta.
"El cambio climático se refiere no solo a los cambios en el clima medio, sino también en el tiempo extremo. Se ha demostrado que existe contribución humana en la ocurrencia de unas pocas olas de calor prominentes y fuertes precipitaciones", señalan en el texto.
El Factor H
Hoy se sabe que la actividad del hombre ha generado un impacto significativo en el ecosistema terrestre. A esa nueva era se la llama Antropoceno. Anteriormente, había tres elementos que regulaban el medioambiente de nuestro planeta: las fuerzas astronómicas, las fuerzas geofísicas y las dinámicas internas.
Así, el Factor H, se ha convertido en la principal fuerza que influye sobre el medio ambiente del planeta. En la ecuación científica, el Factor H integra elementos como el aumento de la población humana, los modos de vida (especialmente el consumo de masas) y la tecnología.
Integrando todos estos elementos en una fórmula, se descubre que la actividad humana ha modificado las condiciones naturales de la vida en la Tierra 170 veces más deprisa que lo hacen las condiciones naturales, hasta tal punto que la temperatura en la superficie del planeta sube hoy más deprisa que en los últimos 7.000 años.
Después 1972 la temperatura media global en superficie ha aumentado 1,7 grados por siglo de media, cuando antes de la revolución industrial, esta temperatura descendía en la misma proporción cada cien años.
"Lejos de vivir en un planeta resiliente, capaz de superar sus propios traumas, vivimos en un planeta que está en estado de alerta", señalan los investigadores.
El cambio climático en la salud humana
La coalición de 11 grupos médicos estadounidenses confirmó el cambio climático enferma a la gente debido al aumento considerable de de los niveles de contaminación atmosférica y del agua. Los principales agentes agresivos son los mosquitos, transmisores por excelencia de enfermedades varias.
"Los doctores de todos los rincones del país vemos que el cambio climático está generando estadounidenses enfermos", dijo Mona Sarfaty médica y directora del nuevo consorcio.
Conocido como el Consorcio de la Sociedad Médica sobre el Clima y la Salud, el grupo representa a más de la mitad de los médicos de Estados Unidos y su función radica en ayudar a quienes delinean las políticas públicas a comprender los peligros para la salud del calentamiento global.
El informe "¡Alerta médica! El cambio climático está perjudicando nuestra salud", destaca que lo peor es que los daños los están sintiendo en su mayoría los niños, las personas mayores, de bajos recursos o que sufren enfermedades crónicas, y las que viven en comunidades de color.
El informe señala que algunas de las advertencias claves se relacionan con problemas respiratorios y del corazón asociados con el aumento de los incendios forestales y la contaminación del aire, así como con las consecuencias del calor extremo.
El clima extremo cada vez son más comunes y afectan, no solo la destrucción de hogares y medios de supervivencia sino también la salud mental de la gente. Su principal incidencia en la salud humana ocasiona el incremento de enfermedades varias relacionadas con el asma y las alergias, claramente vinculadas a los cambios climáticos extremos.
Una forma de contrarrestar esta problemática a nivel social es mediante la implementación de energía solar y eólica renovables; a nivel individual, intentar caminar y andar en bicicleta en lugar de trasladarse en automóvil puede ser un excelente opción.
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