Oriana Sabatini: "Mi sueño es que me escuchen en todo el mundo"

Triunfó en el mundo de la música con un disco de canciones en inglés que reflejan su modo de vivir. Alejada de las etiquetas, a sus veintitrés años vive la vida que siempre soñó: "Lo único importante sentirse libre"

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Por Luis Corbacho para el Planeta Urbano*

Oriana Sabatini no deja de sorprender con su presencia y una voz delicada que se confunde fácilmente con las melodías de alguna diva anglosajona. Sus temas creados en Los Ángeles por ella misma junto con el productor de Justin Bieber comenzaron a sonar en la radio a principios del año pasado y desde entonces la actriz y cantante no para de cosechar halagos.

Hoy, radicada en el norte de Italia con Paulo Dybala, figura La Juventus, es una estrella internacional que creció bajo la luz de su tía mundialmente famosa y sus padres mediáticos para convertirse, por sí misma, en una joven diva.

Los temas creados en Los
Los temas creados en Los Ángeles por Oriana Sabatini junto con el productor de Justin Bieber comenzaron a sonar en la radio a principios del año pasado

–¿Por qué elegiste un sello independiente para grabar tu primer disco?

–Porque las megadiscográficas tienen muchos artistas y a veces los que recién empezamos podemos quedar un poco relegados. Con una discográfica independiente tenés la ventaja de que son pocos artistas y te pueden dar una atención un poco más exclusiva.

–De cualquier manera, artistas como vos tienen acceso directo a su público a través de las redes.

–Las redes pasaron a ser tu propia marca. Yo me puedo comunicar directamente con mi público y eso es genial.

Hoy, radicada en el norte
Hoy, radicada en el norte de Italia con Paulo Dybala, figura La Juventus, es una estrella internacional

–Hoy parece que el bien más preciado son los seguidores. Vos tenés 3,8 millones genuinos y todavía no sé cómo lo lograste.

–Yo tampoco (se ríe). Es un misterio, aunque si lo empezás a estudiar vas entendiendo cómo es. Por ejemplo, me acuerdo de que cuando yo empecé cada vez que subía una foto en la playa, en los Estados Unidos, por ejemplo, me subían muchísimo los seguidores.

–¿Eso por el tipo de foto?

–Y sí, a la gente le atrae lo bello, las vacaciones, el placer. Bikini, verano, todas esas cosas suman. Por eso empecé a subir fotos de ese estilo a propósito y no me paraban de aumentar los seguidores. Antes estaba re pendiente del Instagram y las estrategias, hoy por suerte me relajo más con el tema.

–¿Será porque sentís que llegaste?

–Tener millones de seguidores no te asegura nada. Imaginate que de esa cantidad no necesariamente son muchos los que te compran una entrada o un disco, es todo muy relativo. Hay gente que sólo es influencer, pero con eso no logra nada.

–Estuviste mucho tiempo tratando de pegarla en el mundo de la música. ¿Cuándo sentís que se dio el click y alcanzaste el éxito?

–El año pasado, cuando saqué mi primer single. Hasta ese momento era sólo trabajar en los medios y decir "me quiero dedicar a la música", pero sin nada concreto para ofrecer. Cuando salió la primera canción y fue tan bien recibida, me di cuenta de que la cosa iba en serio.

Oriana Sabatini no deja de
Oriana Sabatini no deja de sorprender con su presencia y una voz delicada que se confunde fácilmente con las melodías de alguna diva anglosajona

–¿Sentiste orgullo, emoción?

–Obvio, lo siento todo el tiempo. Nunca me voy a dejar de sorprender de escuchar mis canciones en la radio o de que alguien se me acerque por ser Oriana la cantante y no "la hija de".

–¿Cómo se crea un hit perfecto en inglés como los tuyos?

–Las canciones las hicimos en Los Ángeles. Con mi manager, Guido Iannaccio, nos tiramos el lance y le escribimos a un productor re grosso que había hecho la última canción de Justin Bieber What Do You Mean. Pensamos que no nos iba a dar bola, pero llegó un ángel de la guarda y el pibe nos contestó.

–¿Cómo se te ocurrió escribirle a ese productor en lugar de trabajar con alguien de acá?

–Porque yo estaba segura de que quería hacer algo con proyección internacional. No es por menospreciar a los productores locales, pero el sonido y el tipo de género que yo buscaba era muy difícil de encontrar acá. En la Argentina se hace muy buen rock, pero quizá el pop que yo quería no.

“Las redes pasaron a ser
“Las redes pasaron a ser tu propia marca. Yo me puedo comunicar directamente con mi público y eso es genial”, dice Sabatini

–¿Y cómo hiciste para convencer al productor de Justin Bieber?

–No hice nada concreto, creo que vio mi Instagram (se ríe). Yo en ese momento no tenía muchas canciones armadas, así que fue todo muy espontáneo y de mucha suerte.

–¿Cómo fue el proceso de construcción de los temas?

–Viajé a Los Ángeles y me mostraron diferentes maquetas de canciones de acuerdo al estilo que yo pedí previamente. De ahí tuve que elegir las que más me gustaban, y de hecho Love Me Down Easy, la más escuchada, no la quería nadie de mi equipo, salvo yo, que estaba muy convencida. Para esa época tenía muy claro sobre qué quería escribir, así que sobre la base de esas maquetas me puse a componer y salieron los hits.

–¿Podés visualizarte como una diva internacional?

–Mi sueño, como el de cualquier artista, es que me escuchen en todo el mundo. Así que estoy trabajando para eso, obviamente.

“Tener millones de seguidores no
“Tener millones de seguidores no te asegura nada”

–¿Cómo lograste esa estética tuya tan particular?

–Miro muchos desfiles de los 70 y los 80 para sacar ideas e inspirarme en vestuarios de esa época. Obviamente, veo artistas que admiro mucho, aunque trato de no copiar, de tener mi estilo y perspectiva, si no, ¿cuál sería la gracia de copiar a Rihanna? Para mí lo principal es estar cómoda y sentirme yo en el escenario, porque si el vestuario no va con mi estilo se me nota demasiado la incomodidad de no sentirme Oriana.

–Sos la niña mimada de las marcas y la más buscada en eventos. Este fenómeno, ¿es parte de tu negocio?

–No me gusta ir a eventos, no me siento cómoda socializando porque soy muy tímida. Sólo trabajo con marcas con las que me siento muy identificada. Si la acción no es natural se me nota mucho. Por ahí quedo como antipática, pero la realidad es que ponerme a hablar con gente a la que no conozco me da mucha vergüenza, no lo puedo manejar.

“Antes estaba re pendiente del
“Antes estaba re pendiente del Instagram y las estrategias, hoy por suerte me relajo más con el tema”, revela

¿Se te hace muy difícil tener amistades reales?

–Del medio no tengo amigos; mis amigas son las del colegio, las de toda la vida. Eso es lo que me hace poner más los pies sobre la tierra.

–¿Creés que en tu generación no existen las etiquetas sexuales?

–Totalmente. Me molesta que por haber dicho que me puedo enamorar de una chica, mucha gente empezó a rotular: "Oriana Sabatini es lesbiana", y nada que ver. Primero, es imposible que así sea porque todavía no tuve una experiencia con otra mujer, y segundo, eso de poner etiquetas de "lesbiana", "bisexual", "gay" o "heterosexual" no va más. Yo soy una persona y a mí me gusta lo que me gusta; no entiendo por qué tienen que encasillarte en un cuadrado mínimo y tonto de sexualidad. Creo que las nuevas generaciones saben que son libres y que no pasa nada si prueban, si dudan, lo que sea. Lo único importante es sentirse libre. Tal vez no me doy cuenta de que sigue siendo un tema delicado para algunos sectores de la sociedad porque yo lo hablo en la mesa con mis papás como si fuera lo más natural del mundo.

–¿Tenés una posición tomada frente al aborto?

–Es un tema re delicado. Soy muy chica y gracias a Dios no tuve ninguna experiencia relacionada con eso. Pero sí creo que están equivocados quienes hablan del aborto y ponen a la gente que está a favor de la despenalización como si estuvieran fomentando la muerte. Nadie está diciendo si está bien hacerlo o no, pero debería ser legal y punto. De lo único que estoy a favor es de que las mujeres dejen de morirse practicándose abortos ilegales.

Luis Corbacho es el editor de la revista El Planeta Urbano.

Fotos: Pablo Franco
Producción: Vicky Miranda
Maquillaje: Bettina Frúmboli
Peinado: Walter Pampin
Agradecimientos: Fahoma, Gabriella Capucci, Pompavana, Sarkany, María Vázquez, Ginebra
Agradecimientos especiales: Herencia Estudios

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