Hace 18 años que Javier Saiach trabaja a nivel profesional en el mundo de la moda, aunque comenzó a explorarlo desde que era muy chico, más precisamente cuando tenía unos 9 años y notó algo especial en su mamá el día de su Comunión: "Recuerdo aquel día como si fuera hoy. Todas las mamás de mis compañeros estaban vestidas de rosa y ella apareció de turquesa. Ella buscaba ser única".
Saiach nació en la provincia de Corrientes y en medio de sus estudios de arquitectura se mudó a Paraguay para seguir sus sueños. Tiene 45 años y toda su vida la dedicó al diseño de indumentaria. Hace cinco años regresó a Argentina para vivir en Buenos Aires y quedarse definitivamente. Acaba de presentar su última colección de alta costura ¿Lobo Está? y recibió a Infobae en su atelier el día después del esperado desfile.
– ¿Cómo empezó tu historia en la moda?
– Al ser mi ciudad natal muy chica, la revista Hola España llegaba muy de vez en cuando -las revistas de moda casi ni existían-, entonces fui aprendiendo sin que nadie me enseñe. De a poco fui escuchando cómo se llamaban los géneros y a combinar mi propia ropa. A los 17 años ya me elogiaban las combinaciones de mis trajes, las medias, las corbatas, las camisas y no me olvido la frase célebre de mi mamá: "Cuando el color está de moda, ya no es moda".
– ¿Estudiaste la carrera de diseño de indumentaria?
– No, estudié arquitectura por 5 años y cuando estaba en el último año me di cuenta de que no era lo mío y no aguantaba ni un día más, la abandoné. Sentí que estaba haciendo las cosas bien por primera vez, que estaba comenzando a pararme en un lugar donde decía "éste es el camino al que quiero llegar".
– ¿Qué fue lo que te llevó a mudarte de Corrientes a Paraguay?
– La trampa. Estaba saliendo con una chica y cursando la materia en la facultad "taller", y yo era muy vago, y tenías que tener el 70% de asistencia a clase. Había sacado buena nota en el examen, pero había reprobado por no asistir y no me animaba a decir en casa que había reprobado entonces dije que había reprobado y que me iba a ir a vivir a Paraguay con mi papá, y lo hice.
Cuando llegué en el 2001, plena crisis en la Argentina, comencé a hacer diseño de vidrieras. Gané cuatro premios como vidriera del año en el shopping del Sol y también trabajé en la parte de perfumería en la parte de beauty. Ahí ya había comenzado a interesarme más en la indumentaria. Y mi hermana me dijo: "O sos moro o sos cristiano". Y lo que yo realmente quería era diseñar, entonces primero comencé con carteras y la primera se la regalé a Mirtha Legrand.
– ¿Sabés si la sigue teniendo?
– La verdad es que nunca se lo pregunté. Se la regalé el 8 de septiembre de 2001, que fue antes de la caída de las Torres Gemelas. Ella había viajado a Paraguay y me dijo "mirá mi programa porque te voy a agradecer el lunes" y justo ese lunes caen las torres. Y dije "perdí la oportunidad de que me agradezca". Pasaron dos semanas y a las dos semanas me agradeció y para mi fue tocar el cielo con las manos.
– ¿Cómo fue empezar de cero en Paraguay?
– En el 2001 empecé muy tranquilo, no dependía de mi familia. Durante 6 meses estuvieron congelados los sueldos donde trabajaba en perfumería y cuando me pagaron yo invertí -una cantidad que serían hoy unos 400 dólares- en telas e hice mi primera colección y un desfile.
– ¿Cuáles son tus recuerdos de aquel primer desfile?
– Fue mágico porque le encontré la vuelta, no tenía modelos y llamé a todas mis amigas. Ellas representaban una parte del cuento que yo quería contar. Comenzaba en la noche y terminaba con la salida del sol. 18 vestidos, un montón, y sin repetición de géneros. Lo más gracioso es que hice que a cada una le gustara su conjunto y me lo terminara comprando.
– De tus años viviendo en Paraguay, ¿qué podés contar sobre el diseño paraguayo?
– Hay una mano de obra excepcional y la gente en Paraguay tiende mucho más al couture, que es uno de los pocos países de Latinoamérica donde una fiesta es una fiesta. Las mujeres se maquillan, se peinan, se ponen alhajas, un buen zapato y no usan generalmente dos veces lo que se ponen. Entonces hay un mercado muy grande de la moda, que no es el mismo de los desfiles y de las influencers, que eso recién está empezando.
Saiach y su regreso a la Argentina
– ¿Quien te trajo a Buenos Aires?
– Vine por la invitación del Argentina Fashion Week por Héctor Vidal Rivas. Justo ese año había fallecido Jorge Ibañez (2013) y me decía "vos tenés el carácter de Jorge, sos simpático, sos innovador y tenés la misma impronta, y tenés que volver". Y yo le dije que sí, pero que si volvía, volvía para quedarme definitivo.
– ¿Y en Argentina quien fue tu primera celebrity?
– Araceli González, la hermosa Araceli. Se lo hice en Paraguay, fue un vestido negro con una flor en el hombro. Ella estaba recién separada de Adrián Suar. A ella también la vestí para un Martín Fierro y fue una mujer muy generosa conmigo, muy amorosa y luego comencé a trabajar con Flor Torrente, su hija, a la que vestí para el civil de la boda de Araceli con Fabián Mazzei e hice una campaña de fotos. Gracias a esas fotos me llamaron de Vogue y fue mi primera entrevista de página completa.
– Te eligen todas, Juliana Awada, Mariana Fabbiani, Isabel Macedo..
– De las divas me eligen todas. Susana, Mirtha, Valeria Mazza, Zaira Nara…
– ¿A quién te faltaría vestir?
– A nadie. Tuve el placer de vestirlas a todas.
– ¿Y a quién ténes devoción por vestir, que digas "me encanta vestirla, es un placer hacerlo"?
– Me gusta mucho vestirla a Juana Viale.
– ¿Por qué?
– Somos una formula de noviazgo, que nos reímos y nos divertimos mucho, somos muy amigos, ella entiende mi humor, yo entiendo el de ella. Tenemos nuestros tiempos, como todo noviazgo, momentos en que estamos mejor y momentos en que estamos peor, que ella usa otro diseñador, y yo otra musa.
– ¿Cuál fue tu mejor creación para Juana?
– Un vestido color manteca con unos pajaritos bordados y unos volados de tul. Con ese diseño la rompimos. Era un modelo muy Juana, porque vino el día antes del evento, descolgó un vestido del desfile y dijo: "No me importa que no sea nuevo, quiero este", y eso es la seguridad que tiene ella y me encanta.
– ¿Has rechazado celebridades que te piden que las vistas?
– Sí, la mayoría de las veces rechazo. No me gustan todas las celebrities. Así como yo tampoco gusto a mucha gente, a mucha gente mis diseños dan antiguo.
– ¿Qué es lo que más te gusta de las mujeres?
– Que pueden ser una en mil. Puede ser una en la mañana y al mediodía con una coleta y un maquillaje la cambia. Esa misma mujer se cambia, se suelta el pelo, se pone una sombra, un par de accesorios y unos tacos, es otra y me encanta eso, lo camaleónico, la sensualidad no explícita .Argentina está pasando un mal momento en moda con las celebrities.
– ¿Por qué decís eso?
– Al "like" se lo gana mostrando el cuerpo. Cuando el vestido es más corto, más provocativo, más burdo, ganan más "likes", y no está bueno. A la mujer hay que empoderarla, no vestirla burda, ahí es donde empieza el machismo. La sensualidad pasa por otro lado, por la actitud, por mover bien el pelo, una linda sonrisa, y hablar bien.
Lobo Está, su nueva colección couture 2019
– ¿Cómo surgió la nueva colección? ¿Saiach en el bosque?
– Sí, en verdad es ¿Lobo está?… Yo estaba viviendo en Nueva York y me metí en una librería y vi una nueva versión del cuento de Caperucita y cuando salgo veo el Central Park todo nevado y me dije que el próximo personaje iba a ser una Caperucita y ahí empecé a fantasear con todo este cuento. Y la edición que había visto no era tan inocente y empecé a jugar con eso, más sexy.
"En la colección hay mucho escote, transparencias, vestidos cortos, volúmenes… y rediccioné la marca al cuero. Antes estaba más con los encajes, el shantu de seda, y el richelieu, y lo que hice fue 'rockear' a la Caperucita para hacerla sexy, una empoderada, una versión reloaded que cuando vea al lobo se sienta intimidado", comentó el diseñador.
– ¿Cuál fue tu diseño favorito de la colección?
– La Caperucita: estaba tapada pero también era sexy, era una especie de monja en colorado con ese color tan desafiante que es la pasión, el rojo. Los negros con los tules transparentes, que dejamos a propósito que se vea el pecho porque queríamos que la feminidad se vista desde otra forma, no desde lo burdo sino desde la sensualidad de esas bellezas de mujeres que mostramos y que podemos mostrar como Europa sin ser chabacano.
Por útlimo, el diseñador correntino anticipó a Infobae: "Más adelante voy a estar presentando la colección de hombres con jeans y lo nuevo de cuero. Súper limitado y con mucha fuerza. En septiembre".
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