La historia de Ian no deja de conmover, aunque haya pasado casi un año del estreno en el último Festival de Cannes del corto argentino "Ian, una historia que nos movilizará". El mismo es solicitado por escuelas, fundaciones, organizaciones sociales y hasta gobiernos del mundo para hacer tomar conciencia sobre la importancia de la inclusión social a personas que padecen alguna discapacidad.
En la Feria del Libro, en el stand de TICMAS, una plataforma modular que acompaña estudiantes, docentes e instituciones educativas en la transformación digital mediante un modelo de enseñanza personalizada, la historia de Ian conmovió a todo el auditorio como nunca se lo vio.
Emoción, lágrimas, alegría y un ejemplo de superación y vida inundaron el pabellón central de La Rural donde se presentaron Sheila Graschinsky, mamá de Ian, y Gastón Gorali, realizador del documental que tuvo su origen en un libro que escribieron Sheila y Ian años atrás.
Se trata de un cortometraje cuya fuente de inspiración es un niño de nueve años con encefalopatía crónica no evolutiva.
Ian tiene 9 años de edad y padece encefalopatía crónica no evolutiva, producto de una hipoxia (falta de oxígeno) en el parto. Esta enfermedad repercute directamente en el lenguaje y la movilidad de aquellos que lo sufren. Impulsada por esta adversidad que le presentó la vida, Sheila Graschinsky, mamá de Ian, abandonó su carrera y creó una fundación que mejora la calidad de vida de de las personas y familias que conviven a diario con la discapacidad.
Su historia de lucha y superación logró inspirar al aclamado director argentino Juan José Campanella, que creó "Ian, una historia que nos movilizará", un cortometraje animado cuyo objetivo es visibilizar la lucha contra la discriminación, trabajar para derribar prejuicios y lograr que las personas con discapacidad puedan acceder plenamente a sus derechos.
El corto llevó un año de trabajo e involucró a unas 60 personas. "Se trata de una obra de arte atemporal, que tiene repercusión mundial en muchos países y es una puerta que se nos abre todos los días para conquistar hogares para que cada vez más gente participe de una sociedad más inclusiva. Buscamos construir inclusión", precisó Sheila que dirige la Fundación Ian, en busca de mejorar la calidad de vida de las personas y familias que viven con un ser querido que tiene alguna discapacidad para incluirlo cada vez más en la sociedad.
"En esta línea estamos trabajando con todo lo que tiene que ver con educación, creando material didáctico que permita abordar la temática. Traemos al país métodos innovadores de tratamiento, trabajamos con universidades, colegios y escuelas", comentó Sheila.
¿Cómo se armó el guión del corto?
"Sheila vino un día al estudio de animación de Mundo Loco, donde nos dedicamos a hacer películas, documentales y series. Como habíamos hecho la película Metegol y a Ian le encantó, tuvo la idea de hacer un material audiovisual basado en un libro que había escrito con el niño de 7 años, llamado El Regalo, en donde contaba cuando iba a un centro de rehabilitación en frente a una escuela primaria, donde sus alumnos se agolpaban en las rejas contiguas para cargar, decirle cosas feas y hacerle bullying a los chicos discapacitados.
¿Que sintieron Sheila como madre y Ian como protagonista, sobre este hecho particular?
"Yo tenía mucha rabia, pero Ian me reveló que le hubiese gustado poder volar y abrazar a esos chicos que lo estaban cargando. Hay una manera cándida de ver las cosas. Y esa es la enseñanza de Ian para todos. Cómo podemos aprender de estas cosas", enfatizó la mamá.
"Quisimos ayudar en esta causa. Porque encontramos más ignorancia que maldad en esos alumnos", afirmó Gastón a cargo de la animadora Mundo Loco.
"La forma de trabajar es rompiendo las barreras. Debemos trabajar y enseñar. Cuando estuve en el colegio, me pasaron cosas muy fuertes. Me pregunté qué diferencia había entre yo y esos chicos que hacían bullying. Por eso es importante enseñar y mostrar ejemplos concretos. El corto moviliza a chicos y adultos", agregó Sheila.
¿Cómo sigue el recorrido de Ian?
"Junto a la editorial Penguin Random House lanzamos un segundo libro para aumentar la concientización de los jóvenes. Queremos que los chicos interactuen con los personajes y les pregunten qué pasó", respondió Sheila.
Y agregó: "Desde Fundación Ian estamos recorriendo escuelas y haciendo talleres educativos y de capacitación sobre la inclusión social. En una escuela en Londres, varios alumnos realizaron toda una semana el "Proyect Ian", para dar a conocer la historia y hacer tomar conciencia de la importancia de la inclusión social".