El 25 de abril se conmemora en todo el mundo el Día contra el Maltrato Infantil, una oportunidad para promover los derechos de los niños y adolescentes, y reflexionar acerca de la necesidad de no naturalizar los malos tratos como una opción de crianza.
Se considera maltrato infantil a toda acción, omisión o trato negligente, que voluntariamente priva al niño de sus derechos y su bienestar, que amenaza o interfiere su adecuado desarrollo físico o psíquico y cuyos autores pueden ser personas, instituciones u otros ámbitos sociales, ocupando un lugar prioritario la familia, como la primera y pequeña escuela en la cual se puede encontrar lo mejor o lo peor para la experiencia vital de los niños.
Según Magali Lamfir, consultora en protección de Unicef, hay generaciones que se criaron con zamarreos, chirlos y demás castigos físicos y psicológicos."Todo este tipo de prácticas están naturalizadas y no las asocian con crianza violenta", aseguró a este medio Lamfir.
"Lo que debería ser un hogar para los chicos muchas veces es una tortura. En mi experiencia cuando se viven situaciones de incertidumbre económica, social, perdida de empleo que afectan directamente a las personas y que impactan directamente en lo emocional y en la conducta de los adultos es cuando se viven más situaciones de maltrato", comentó a Infobae Alejandro Castro Santander, especialista en Gestión de la Convivencia y Prevención de la Violencia en el ámbito escolar
En cifras, en Argentina, los métodos de disciplina violenta, que incluyen castigos físicos y maltrato psicológico, afectan a 7 de cada 10 chicos y chicas de entre 2 y 4 años, según el estudio global "Una situación habitual: violencia en las vidas de los niños y los adolescentes" difundido en el 2017 por UNICEF.
El estudio indagó sobre la violencia sexual, la violencia hacia niños y niñas ejercida al interior de los hogares, las muertes violentas de adolescentes y la violencia en las escuelas. Los datos son procesamientos propios de UNICEF en base a las últimas estadísticas disponibles realizadas bajo la metodología de la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados, más conocida como MICS (por su sigla en inglés), entre 2005 y 2016.
Por otro lado, de acuerdo a la investigación, más del 95% de los adultos cree que los chicos y chicas no deben ser castigados físicamente. Sin embargo, en el 70% de los hogares se utilizan métodos de disciplina que incluyen violencia física o verbal, tales como el zamarreo, chirlos, cachetadas, golpes y gritos.
"Observamos una brecha entre lo que creen y perciben los padres o adultos sobre la violencia y lo que efectivamente hacen en la práctica. Lo que es importante es que reconocen el maltrato como violencia pero lo naturalizan y no lo reconocen como una crianza violenta que repercutirá en el futuro", aseguró Sabrina viola, consultora en protección de Unicef.
El colegio, una contención para los más chicos
"La escuela es una institución fundamental en la niñez y la adolescencia, ya que no sólo enseña a los niños a leer y a escribir, sino que, de acuerdo a los proyectos institucionales, también debe formarlos en valores y contenerlos. Las instituciones educativas tienen también la obligación legal y ética de proteger la integridad y el buen desarrollo físico, emocional y psicológica", enfatizó Castro Santander.
"El niño es un ser social que necesita desarrollarse emocionalmente y aprender las reglas de la vida en sociedad: ¿cómo interactuar con otros, cómo interesarse y comprender a los demás, cómo afirmar su personalidad, cómo sobrellevar las dificultades, cómo controlar sus emociones?. La escuela es un buen ámbito para desarrollar las habilidades sociales, pero lo cierto es que en sus interacciones iniciales el niño pone en funcionamiento lo aprendido en el hogar", dictó el libro Gestión escolar del maltrato y el abuso infantil, familia, escuela y entorno de Castro Santander.
La convención Internacional de Derechos del Niño, incorporada a la constitución e inspiradora de la ley nacional nº 26061 y de la ley 114 de la Ciudad, prohíbe "el trato violento, discriminatorio, vejatorio, humillante, e intimidatorio", y reconoce el derecho de los niños y adolescentes a no ser sometidos a ninguna forma de explotación económica, tortura, abuso o negligencia, explotación sexual, o cualquier forma o condición cruel o degradante.
En la Ciudad, existe la línea 102 de atención gratuita las 24 horas, a la que cualquier persona, niño o adulto pueden consultar por casos de violencia y por cualquier problemática que afecte a la infancia. Además, las defensorías zonales constituyen una red presente en todas las comunas a las que acercarse para tratar este tipo de situaciones.
La figura del Defensor de Niñas, Niños y Adolescentes
La figura federal del Defensor de Niñas, Niños y Adolescentes fue creada en 2005 por la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, con el objetivo de proteger y visibilizar las problemáticas de los niños y priorizar sus derechos en la agenda de políticas públicas. La norma dispuso un plazo de 90 días y estableció que la selección y designación correspondía al Congreso Nacional.
Luego de más de 13 años de demora en la designación de la figura del defensor del niño y adolescente, la Comisión Bicameral a cargo del concurso para elegir al titular de la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes propondrá a las cámaras de Diputados y Senadores que ratifique la designación de Marisa Graham como Defensora de Niñas, Niños y Adolescentes; y de Juan Facundo Hernández y Fabián Repetto como sus adjuntos.
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