Por Lihueel Althabe
Las calles de Palermo estaban semi-vacías por la mañana y cruzando la esquina aparece Juan Gonz (30) vestido con una simple camisa blanca y acompañado por un cuaderno en la mano: "Vengo de una reunión", aclara entusiasmado mientras todavía se acostumbra a estar en Buenos Aires. Hace ya un año que está viviendo en París donde realiza distintos trabajos como director de videos. Su idea era quedarse por unas pocas semanas, pero al ver que su cartera de clientes se amplió, aprovechó para encontrarse con nuevos proyectos.
Juan comenzó su carrera en lo audiovisual pisando fuerte en proyectos de Fashion Films. La moda fue una de sus primeras experiencias aunque hoy cree que esa época ya pasó, que ese ambiente no es lo de él, y ahora prefiere trabajar con artistas y músicos. "Me considero un artista si todo el mundo se considera uno, creo que hasta un carnicero es un artista si en verdad lo siente así en su trabajo", le dice a Infobae.
Hoy su pasión es dirigir videos de música en Europa y principalmente para Emmanuel Horvilleur, su amigo personal y uno de los primeros artistas que confió en él y en su trabajo. Un ejemplo es uno de sus últimos lanzamientos para la canción El hit, un claro éxito de la trayectoria de Emmanuel y del talento de Juan Gonz.
Hace unos días presentó su último trabajo junto a una de las artistas de moda: Candelaria "Lelé" Tinelli. Dirigió el video de la canción Todo lo que soy, representando los sentimientos del artista con un estilo propio del director.
Sus films están colmados de una fantasía onírica y un encanto latinoamericano difícil de ignorar. "Siempre que me preguntan desde cuándo hago esto, siempre contesto lo mismo: desde que nací", asegura, y cuenta que su inspiración es la vida misma, y todo lo que lo rodea desde que llegó a este planeta y recorrió distintas latitudes, desde su natal Entre Ríos asta Brasil, donde vivió muchos años. Por lo tanto todo este influjo de culturas marcaron su visión y estética.
“Es más valedero una persona que te hace un video con $10 que una persona que te hace un video con $500.000, porque un video con $500.000 lo puede hacer hasta mi mamá”
Las nuevas plataformas y tecnologías abrieron el panorama, aceleraron y dieron un giro exponencial en cuanto a lo audiovisual y la comunicación. Hoy cualquier persona, profesional o no, puede dar un opinión que marque una tendencia y hasta trabajar en un proyecto al mismo nivel que un experto con años de carrera. Esto se debe justamente al impulso que la tecnología agregó a la vorágine instantánea y eficaz de las redes sociales, donde ya no importa tanto la calidad del producto sino la rapidez.
Tampoco es necesario que haya un concepto muy profundo detrás. A veces, lo superficial viaja por las redes más rápido que un proyecto con meses de trabajo. Pero esto no significa que un video valga más que otro, sino que hoy los retos son mayores debido a la competencia que puede llegar a existir. Una gran idea no necesita un presupuesto elevado para que con tan solo un publicar se expanda por distintos territorios (o celulares).
"Me encanta que todos tengan que hacer todo", opina Gonz sobre la época en la que se está viviendo hoy, donde también debido a esta competencia en el rubro, se le exige a los profesionales la habilidad multitasking.
Él es un claro ejemplo. Si bien señala que existe un equipo que lo ayuda a realizar sus proyectos, aún continúa con su esencia de trabajar en todos los sectores, desde el rodaje hasta la corrección de color final en sus videos.
"Es más valedero una persona que te hace un video con $10 que una persona que te hace un video con $500.000, porque un video con $500.000 lo puede hacer hasta mi mamá", afirma el creativo apoyando la iniciativa de los que recién comienzan en el rubro, y cree que lo mejor que le puede pasar a un realizador es que se lo quite de su lugar de confort, lo que lo obliga a exprimir su capacidad al máximo.
Según The State of Online Video en el 2018 la mayoría de la población del mundo pasó más de 6 horas y 45 minutos viendo videos online por semana, dejando en claro que el consumo creció notablemente, como así también la producción de estos, abriendo el paso para nuevos géneros, la reivindicación de otros y la mixtura o la nueva creación de ideas que acompañan estas épocas de hiperconexión.
"Siempre hay como líneas y cosas que se ponen de moda", explica refiriéndose a las tendencias en videos que existen y existieron en la historia de lo audiovisual. Sin embargo, cree y confía en esas personas que "saltan y van para otro lado; ésas son las que se llevan el foco" casi naturalmente ignorando tal vez las referencias inconscientes en trabajos anteriores o en las mismas tendencias que son punta de lanza en esta disciplina.
– ¿Cómo empezaste en este mundo audiovisual?
– Yo empecé con fashion films en el 2010 o 2011, tenía 22 años. En realidad nadie me contrataba y dije ya fue, me armé mi propia agencia, comencé a hacer contactos, a vincularme. Las redes sociales me ayudaron mucho y así me fui metiendo.
La moda esta buenísima porque es un medio que te permite jugar mucho más que en otros lugares, pero es tan sensible y a su vez tan fría y snob que no me gusta mucho. Cuando empecé a trabajar con músicos me corrí completamente porque es algo que no va conmigo, también fue parte del aprendizaje y del proceso.
– ¿Tenés un video favorito?
– No. Si tuviera que elegir un video, sería todos los que hice. No puedo elegir uno porque todos tienen que ver con un momento de mi vida y un momento de mi exploración como artista.
– Trabajaste al principio con el diseñador Artemis. ¿Cómo fue esa experiencia?
– Santi (Artemis) fue como un antes y después de mi carrera. Fue un artista que creyó mucho en mí y en mi visión, si bien en ese momento no era lo que es hoy, tenía esa proyección. Yo lo descubrí por redes sociales, nos hicimos amigos y al final salió el video.
A partir de ahí empezaron a surgir trabajos con varios artistas más, con la Luli que estuvo buenísimo y armamos algo como una cosa media cumbiera; después producimos a Connie Isla con un cambio de imagen y potenciamos todo lo que era ella para lanzarla luego a nuestro ambiente y bueno, después fue creciendo sola. Ella fue otro artista que confió en nosotros en su momento.
– A la hora de trabajar con personas que tal vez buscan algo puntual, ¿cómo lo resolvés?
– A veces uno invierte con los artistas. Cuando la persona me llama sabe que yo no voy a hacer lo que espera, voy a hacer algo distinto y que supere las expectativas, creo que soy algo sorpresivo.
– ¿Considerás que hay alguna influencia de otros artistas en tus videos?
– No sé, la vida me inspira. Quizás algún que otro video que vi por ahí, pero no tengo referentes visuales que me marquen. Creo que los videoclips de los noventa me marcaron muchísimo. Detestaba lo mainstream, como los íconos, aunque después los terminé amando, pero en ese momento no caía.
– ¿Creés en las tendencias como algo duradero o que cambia constantemente?
– Me parece muy loco hablar de tendencias en el arte, nunca vi a esto como un negocio aunque hay una cosa comercial. Creo que los que logran configurar como una tendencia porque conectan con la esencia de las cosas. Hay cosas que sí están de moda y son necesarias de entender y para participar en el negocio, pero el objetivo está en alejarse lo más posible sin perder la conexión comercial. No ir de lleno, porque sino ahí es donde los videos son todos iguales.
– ¿Qué es más valedero, la tendencia superficial que tal vez se traslada más rápido en redes sociales o el concepto que hay detrás?
– Depende el artista, yo trabajo con un montón de gente que de repente viene con referencias de otros videos y ahí es donde yo aclaro que no va a pasar conmigo y no me llaman más o sí, pero creo que tiene que ver con el sujeto que está encarnando ese video.
A mí me pasó. En mis comienzos tenía referencias de un montón de artistas que me gustaban y a medida que me fui sintiendo más seguro y más capaz de transmitir lo mío fui por ese lado. Hay videos que creo que tienen mi alma y sé que dejé todo. Aunque sabía que podían ser súper juzgados, pero no me importa, fui y lo hice igual. Tenés videos que van desde una estética, que parten de eso, en los que no hay concepto, y después tenés videos que están basados en cosas más fuertes, que te trazan y eso depende del artista y de la persona que lo realice. Es una elección, no está ni bien ni mal.
Me gusta tener contacto con la tendencia porque también me nutre pero al mismo tiempo siento que me aplana. Hay videos que marcan y son referencias de muchos otros videos y esos son los que quedan clásicos, los que uno sigue viendo a pesar del tiempo y se sorprende. Después están los otros que son secuelas de esos mismos trabajos y son parte del momento pero luego no son muy relevantes.
-El mercado cada vez exige más a los realizadores volcándose a la forma de trabajo multitasking. ¿Qué pensás acerca de esto?
– Yo creo que hay personas que nacen para hacerlo y se da naturalmente y otras personas que no. En Europa por ejemplo esto no pasa, no existe el multitasking, cada persona tiene una disciplina. Es algo muy de Latinoamérica. Me parece que está mal porque termina siendo como una máquina, como que no hay proceso. Esta bueno si lo sentís así, yo también soy multitasker pero yo lo elegí así. No me parece que algo te demande a tomar esa posición, si lo sos y lo propones buenísimo, pero no si no es así.
-Hoy la realización de contenido audiovisual está al alcance de todos gracias a las nuevas tecnologías y a las redes sociales ¿Creés que es un tipo de competencia en este ambiente?
– A mí me encanta esta idea de que todos puedan hacer cosas, me parece genial. Para mí el desafío está en que estas cosas te ponen en un lugar en el que vos te tenes que exigir al máximo, te tiene que trazar, tenés que sentirlo y tiene que ser con pasión. Si te tenes que destacar es porque lo lograste. Y me parece genial que un chico de 15 años pueda hacer un video al mismo nivel que yo, me parece fantástico, porque también uno se nutre, nos retroalimentamos y al final estamos todos haciendo lo mismo y es como algo gigante e inspirador. Cuando yo era chico esto no pasaba y de repente si yo hubiera visto toda esta cuestión hoy tal vez estaría volando y haciendo otras cosas.
Los videos se están convirtiendo en la base de nuestra comunicación y permiten que todos puedan decir lo que quieran decir, la competencia debe ser leal y de aprendizaje para el nivel de todos los realizadores y productores de contenido. En las redes sociales y medios de comunicación hay lugar para todos y cada uno mientras tanto sea una propuesta innovadora y diferente. El objetivo sigue siendo el mismo: crear.
SEGUÍ LEYENDO: